SINNERS |Loki Laufeyson|

XII

Los tres guerreros y Lady Sif habían sido amigos de los príncipes desde hace siglos, su lealtad estaba con ellos. Por lo que Thor no tuvo problemas en lograr convencerlos para que los apoyaran. Aquello era una locura, un suicidio, un reto a su padre, pero los rubios no se detendrían por esto. Aunque sabían que aun tenían un desafío que pasar antes de poder ir a Jotunheim en busca de respuestas.

— Yo hablaré con él— le dijo la joven princesa en cuanto llegaron en caballos al bifrost, delante del cual Heimdall lo esperaban—. Sabes a que venimos —se limitó a decirle al guardián ganándose una mirada de molestia antes de ver a su hermano.

— No estás lo suficientemente abrigada— le comentó con indiferencia—. La última vez que te dejé marchar a otro reino...

— Odín me castigó sin dejarme salir de Asgard, hermosos recuerdos, Heim— terminó de decir por él con arrogancia sin hacerle gracia—. Burlaron tu seguridad, ¿no quieres saber que ocurrió?

— ¿Vas a vigilarla? —le preguntó el guardián a Thor de manera directa logrando hacerlo reír antes de asentir.

— No le digas a nadie dónde hemos ido hasta que regresemos— se limitó a decirle antes de caminar hacia el bifrost y los demás seguirlos sin dudar.

— Les advierto. Honraré mi juramento de proteger este reino como su portero— le advirtió el moreno mientras colocaba la espada para activar el portal—. Si regresan con amenazas para la seguridad de Asgard... bifrost permanecerá cerrado para ustedes y se los dejará morir en el frío páramo de Jotunheim.

— ¿No podrías solo dejar el puente abierto para nosotros? — exclamó Volstagg haciendo reír a la princesa.

—Dejar el puente abierto desataría el poder completo de bifrost y destruiría Jotunheim con nosotros en él— respondió la rubia al saber aquello a la perfección para luego ver a Heimdall—. Traeré la cabeza de Laufey conmigo, no son necesario las amenazas... no tengo planeado morir de esa manera...

— Nadie lo está— se limitó a responderle el guardián antes de transportarlos a Jotunheim.

Fueron estallados contra el frío hielo de la corteza del planeta, resultando más frío de lo que esperaban. Siendo un extraño lugar el cual no había sido visitado por extraño desde hace siglos, los asgardianos no tardaron en observar su alrededor con precaución al ponerse de pie y sacar sus armas.

Estaban rodeados por lo que parecía haber sido en algún momento un reino en todo su esplendor. Sin embargo, solo quedaban las ruinas de este, montones de hielo con formas deformes, con intentos de ser una estructura firme, pero que solo llegaba a ser trozos de hielos cayendo de manera paulatina.

— No deberíamos estar aquí— exclamó Hogun sin estar seguro de lo que estaban haciendo, ganándose una sonrisa de arrogancia de parte de los rubios.

— Vamos— les dijo Thor antes de ponerse en marcha, siguiéndoles los tres guerreros, Sif, y finalmente sus hermanos que se habían mantenido a una distancia considerable de todos.

— No te ocurra hacer una imprudencia Lynn— le advirtió Loki haciéndola reír en silencio—. Podría costarte la vida... no deberías haber venido...

— He estado en decenas de batallas, no necesito que cuiden de mí ahora— se limitó a decirle con una sonrisa arrogante adornando su rostro—. Y en condiciones de batalla, sabes que soy una de las mejores guerreras que tiene Asgard.

— Lynae, no quiero perderte— solo dijo haciéndola borrar su sonrisa por completo dado que era la primera vez que salía en una batalla tan peligrosa estando juntos no como hermanos sino como pareja. Sentía el mismo miedo por la vida del pelinegro como el que él sentía por su vida.