XX

1K 138 25
                                    

El padre de todo intentó oponerse a la idea de su hija acompañando a Thor a enfrentar a Loki, pero sabía que era lo que menos podía hacer por ella después de haberla usado y engañado por tantos siglos. Sin contar que notando la rabia contenido de la princesa, estaba seguro que ella no se pondría de su lado en ningún momento. Casi temía que se atreviera a matarlo antes de que pudieran someterlo a la justicia de Asgard por sus crímenes.

Sin el bifrost listo, Odín tuvo que usar su poder junto con Heimdall para lograr transportar a los dos hermanos a la tierra. Habían aterrizado cerca de la ubicación que tenían del dios del engaño, en medio de la noche en lo que a Lynae le pareció ser un sistema montañoso...

— Lo tienen capturado en un algún tipo de avión, iré por él, espérame aquí— se había limitado a decirle el rubio antes de salir volando con su martillo, dejándola sola sin sorprenderle.

La rubia sabía que su hermano no podía estar cargando con ella si pensaba ir por Loki por si mismo. Solo sería una carga para él, por lo que había aceptado parte de aquel plan al quedarse esperándolo en medio de la nada con suma impaciencia.

Casi de manera inevitable observó su alrededor intentando encontrarle la belleza a aquel planeta que apenas había visitado cuando no tenía ni siquiera un siglo de edad. Sabía que las cosas habían cambiado en casi un milenio, su tecnología, su cultura, sus costumbres, incluso su distribución. Como parte de su educación tenía que saber todo sobre los nueve reinos de su padre, no solo Asgard.

No obstante. Midgard nunca fue objetivo de su curiosidad, dado su falta de fuerza en las batallas. Sus habitantes eran mortales, sumamente frágiles en comparación con los asgardianos. Su esperanza era aun más corta de lo que ella podría imaginar, no sobrepasaba la mayoría de veces un solo siglo. Cuando ella a esa edad aun se consideraba una niña...

Pese sus intentos de ver mejor en donde estaba, era en vano gracias a la oscuridad de la noche, y que se encontraba en medio de la nada. Por lo que sin muchas opciones se mantuvo mirando el cielo estrellado recordando sus clases de astronomía para identificar cada estrella y planeta que lograba verse desde allí, lo cual era escaso al contrario de Asgard.

La joven princesa se encontraba intentando encontrar su planeta cuando un estruendo a pocos metros de ella logró llamar su atención por completo al ver en efecto sus hermanos discutiendo, sin haberse percatado de su presencia gracias a las pocas rocas que la ocultaban. Apenas logró asomarse cuando lo vio con claridad.

El hombre al que aun lloraba en las noches, al cual creía muerto, se encontraba allí de pie como si nada hubiera sucedido. Ni siquiera tenía un solo rasguño en su perfecto rostro, por lo que la rubia no pudo evitar pensar que este se había olvidado de ella, y por ello no había ido a buscarla.

—...Desaparecido el bifrost, ¿cuánta energía hubo de reunir el padre de Todos para traerte aquí? A tu amada tierra— llegó a escuchar Lynae a su hermanastro sin atreverse a mirarlo de nuevo, limitándose a escuchar la conversación.

— Te creía muerto— le dijo Thor con notable dolor en sus palabras.

—¿Me lloraste? —preguntó con sorna.

— Todos lloramos. Nuestro padre... —respondió el rubio provocando que la rubia embozara una sonrisa triste.

— Tu padre— lo corrigió—. Te reveló mi auténtico origen, ¿no es así? —le preguntó con ironía.

— No, yo lo hice— respondió la rubia desde su escondite para poco después salir dejando al pelinegro fuera de sí.

— Lynn—exclamó con notable terror en sus palabras mientras esta caminaba hacia este—. Creí que Odín no dejaría que...— comentó antes de la rubia pararse delante de él y golpearle con la mano cerrada en medio de la cara.

SINNERS |Loki Laufeyson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora