violación ||Editado

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Con la otra pareja de esta historia, se podía contar algo diferente, ellos se amaban, claro, pero a pesar de poder confesarse , era más difícil la situación.  En primer lugar porque Nightmare se iba a comprometer hoy con nuestro pequeño Cross, ambos estaban consientes de que no se amaban y era más a la fuerza; segunda, Dream era alguien que se aferraba a creer que estaba enamorado del albino y no de su hermano, esto lo hacía para protegerse así mismo de la devastadora noticia que rompería su corazón; y tercera y última, ambos sabían que era pecado y mal visto por la sociedad, pero al tener dinero fácil se podría pasar desapercibido.

El más grande de los gemelos se estaba arreglando, hoy se vería con Cross en el parque y estaba nervioso, no porque le fuera a pedir su mano, si no, porque sabía que sería la última ves que vería a Dream con otros ojos. Suspiro pesadamente, realmente no quería, pero sabía que su vida era manipulada y no tenía la fuerza de voluntad suficiente para decir que "no" a una orden de su padre, después de todo siempre dependería de él hasta que el "viejo decrépito" muriera.

El mayor de los gemelos salió de casa y se dirigió a paso lento al parque, en el bolsillo izquierdo de su pantalón llevaba la pequeña cajita en donde se encontraba el anillo de compromiso.

Al llegar a dichoso sitio, se sorprendió un poco al no encontrar al chico albino de la cicatriz, se sentó en un banca cercana a la salida. Suspiro de frustración y aburrimiento. No fue hasta que sintió una mano en su hombro, cuando volteó se encontró con la mirada del "chico X" apodo que le fue puesto por Nightmare gracias a su forma de vestir. Le dedicó una mirada gentil y una dulce sonrisa.

-Hola.- se levantó y saludo de un beso en la mejilla al menor, el cual correspondió su saludo gustoso, aunque, se notaba que solo era amistad la que tenían ambos.- estás...te vez muy bien

-Gracias, igual tú.- se pasó a su lado, era un silencio de tensión. Uno que Nightmare rompió sacando la caja de su bolsillo y abriéndola mostrando un hermoso anillo. El albino se sorprendió mucho, e incluso un pequeño rubor se apareció en su rostro. Tomo la caja en sus manos y observó el detallado anillo.- Nightmare es hermoso.- sonrió aún con aquel rubor que adornaba su rostro.- espero que le guste a tu persona ideal.- cerró la caja y la colocó nuevamente en las blancas manos del azabache. El mayor quedó confundido ante tal declaración del albino.

-Que dices, es para-

-Para mi no es, Nightmare .- dijo Cross en un tono gentil y algo maternal.- seamos sinceros, amigo mío; lo único que hubo entre nosotros fue amistad, estos últimos días no ví que ninguno se entendiera cómo para llegar a ser pareja, lo único que hay entre ambos será más que amistad, ambos estamos de acuerdo en que nuestros corazones corresponden a diferentes personas. Nightmare, yo no soy quien roba tus pensamientos, yo no soy quien te saca suspiros, yo no soy él, yo no soy Dream.- miro al azabache a los ojos y sonrió tiernamente.- así que, este anillo, no me pertenece.- para cualquiera que los viera y no los conociera diría que ese fue un rechazo muy doloroso, pero para ellos dos era un alivio.- además, creo que no duraría nuestro compromiso, ya estoy con alguien más incluso desde antes de conocerte.

El azabache quedó literalmente con la boca abierta, lentamente fue sonriendo, sentía que esa poca esperanza que tenía de que Dream lo correspondiera creció en ese momento.

Abrazo fuerte al albino que estaba a su lado.

-Gracias, de verdad muchas gracias.- le volvió a abrazar y rápidamente se fue a su hogar, tenía que decirle a su hermano que le amaba, que le amaba y no solo como a un hermano. Que lo quería tener siempre en sus brazos, cuidarlo y protegerlo.

En el parque se quedó en chico de la cicatriz viendo cómo Nightmare corría con gran alegría a su hogar.

-Y, ¿Cómo lo tomo, cielo?.-llego otro chico, conocido como Epic a abrazar por la cintura a Cross y después depositar un beso en su cuello.

-Yo creo.- se volteó y abrazo al contrario por el cuello para después besas sus labios.- que serán una linda pareja, hay que pedir que seamos los padrinos de boda.- y así estuvieron esos dos chicos, entre abrazos, besos y mimos, pasando un lindo rato en el parque.

Cuando Nightmare llegó a su casa, entró rápidamente y subió a la habitación del rubio.

El menor se encontraba leyendo un libro sentado en el suelo, estaba tan centrado en su lectura que no se percató que su gemelo se acercó. Se sobresalto un poco cuando el mayor se le fue enzima. En un movimiento rápido, Nightmare había sujetado las manos del rubio sobre su cabeza.

-¿N-Nightmare?.- un leve rubor color oro pinto las mejillas del menor de ambos hermanos.

-Dream, yo.- era verdad que el azabache estaba nervioso, no sabía en qué se había metido. Pero se prometió ya no ser cobarde.- Dream, te amo.- el menor quedó confundido y comenzó a reír leve.

-Yo también te amo, hermano.- dijo con tono alegre y carismático

-¡No! Dream, ¡yo no te amo de esa forma!.- levantó la voz al ponerse nervioso, haciendo que el pequeño rubio se intimidara un poco.- yo...yo te amo no de forma fraternal, yo te amo de la manera en la que haría que te sintieras feliz siempre, te amo de la manera en la que me gustaría probar tus labios, te amo de la manera en la que quiero sentir caricias tuyas...- miro fijamente el rostro del menor que estaba de bajo suyo, y le encantó que en él hubiera un rubor mucho más grande.- te amo tanto que quiero que te cases conmigo y me hagas el hombre más feliz de la vida.- el rubio le contesto uniendo sus labios con los del contrario y apegándose más a él, envolviendo sus brazos en el cuello ajeno.

-Tambien te amo de esa manera, Nightmare.- y volvió a besar los labios del azabache.

Olvidando que alguna vez hubo un lazo fraternal entre ellos, olvidando que estaban en la casa, olvidando lo que sentía por Ink. Dream acepto el amor de su hermano.