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Eran aproximadamente las cuatro de la tarde, el amigo de infancia de Ink trato de localizarlo en todo el día, pero su celular le mandaba a buzón. Era la primera vez que no le contestaba.

-¿Sigues tratando de localizar a ese imbécil?.-  le cuestiono su hermano gemelo que se apareció de repente detrás de el rubio exaltando un poco a este.- sigo sin entender cómo es que le has tomado tanto afecto.- le dijo mientras comenzaba a pasearse por la habitación del más pequeño.

-Es mi mejor amigo, nos conocemos desde el preescolar, cómo no quieres que le tome afecto.- le contesto mientras marcaba de nuevo el número del albino en su celular.

Nightmare mientras más escuchaba, más percibía como lo que sentía por el pequeño rubio se iba a la basura. Estaba consiente de que eran hermanos y el lazo que tenían ambos los unía pero los separaba a la vez, los pensamientos del azabache le lastiman de ves en cuando, eso era verdad, pero jamás le decía a su pequeño hermanito para evitar lastimarlo.

-...yo te conozco desde el vientre de nuestra madre, soy tu hermano, ¿acaso no me tienes afecto?.- dijo casi en un susurro el mayor, Dream no pudo escuchar muy bien por estar marcando al teléfono celular de su amigo.

-¿Perdón? ¿Dijiste algo, hermano?.- alzo su vista del celular para verle. Nightmare ni siquiera le miraba.

-....No, nada importante.- se dirigió a la salida de la habitación del menor.- solo que nuestro padre quiere que busque esposa, tal ves no tardes en ver a la que será mi nueva mujer por la casa.- cuando Nightmare dijo eso, el rubio levantó la mirada bruscamente y volteo a ver a su hermano gemelo. Iba a detenerle y decir algo, pero el mayor se retiro rápidamente de la habitación dejando a su hermanito solo.

-Nightmare....- miro a la puerta como si esperara que su gemelo regresara por esta al instante.- ¿tú también me dejaras solo?.- de algún modo, sintió un vuelco en su corazón, un vuelco que le dolía y molestaba.

Fuera de la habitación, no tan lejos de la puerta, se encontraba el más grande de los gemelos, tenía unas ganas inmensas de regresar, pero su orgullo le impedía hacer eso.

-¿Por qué tienes que ser tan así? ¿Por qué no te puedes dar cuenta de que yo te amo más que aquel idiota?.- dijo con algo de molestia y dolor en su voz.- ¿por qué el que seamos hermanos te impide amarme así como yo lo hago? Yo también te necesito...- dejo de pensar en voz alta y se dirigió al estudio de su padre para hablar de su "matrimonio". Sobre todo porque este estaba arreglado y seria una unión a la fuerza.

De algo estaba seguro el mayor de los gemelos, su padre era un egoísta y la vida era muy injusta.

violación ||Editado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora