27
PELEA DE GATAS.
El día transcurrió normal, ya no supe nada de "N", Laura y su grupito me fulminaban con la mirada siempre que tenían la oportunidad, Ethan me miraba preocupado ya que le dije que tenía que contarle algo de "N" cuando salgamos del colegio. Y es eso lo que haré ahora, me encuentro sentada en la escalera de mi casa, esperándolo. Tenía miedo de hablar sobre eso en el colegio. No es por ser paranoica pero "N" puede ser cualquiera...
El timbre sonó y como estaba tan sumida en mis pensamientas me dio un susto de muerte y caí los dos escalones que me quedaban para bajar. Maldición. Me levanté rápidamente y abrí la puerta fingiendo que nada había pasado. Ethan me miro preocupado y entró.
—Soy todo oídos —murmuró.
—Hola Caitlin, hola Ethan un gusto verte —reí.
—Caitlin —advirtió levantando una ceja.
—Vale, estaba yendo a mi casillero y ... —se lo conté todo, cada uno de los detalles, la manera en que me sentí, lo incensible que fue Laura, todo... Él se quedó mirándome boquiabierto. Supongo que es mucho para procesar...
—Vaya —soltó después de varios momentos— supongo que ahora si lo debemos tomar de una manera más seria... "N" no es tan indefenso como creíamos.
—Tengo miedo —admití. Me agradaba bastante poder decirle a Ethan cómo me sentía sin tener una pisca de verguenza, se que él nunca se reiría de mi. O al menos no ahora.
—No lo tengas, eso es lo que él quiere —me sonrió tristemente— ahora, ¿qué haremos al respecto? —"haremos", una tonta sonrisa se formó en mi rostro, el saber que no estoy sola en esto es tan reconfortante.
—No lo se, lo único que tengo de "N" es la última carta que me dio y sus mensajes de texto —fruncí el ceño.
—Mensajes de texto, ¡perfecto! ¿Me puedes dar su número? —dijo ilusionado.
—Vale —le anoté su número en su móvil y él sonrió satisfecho.
—Creo que con su número podemos rastrear de dónde son mandados los mensajes, o sea, donde vive "N" —comentó.
—¡Genial! ¿Lo hacemos mañana?
—¿Mañana? ¿No lo quieres hacer hoy? —frunció levemente el ceño.
—No, estoy un poco cansada —sonreí fingidamente, la verdad no era ésa. La verdad es que estaba aterrada, no estaba lista para ver a mi loco acosador, aún no lo estaba.
—Vale, ¿entonces quedamos mañana a la salida del colegio? —sugirió.
—Perfecto, en mi casa —sonreí.
—Bien.
—Bien —repetí ante el incómodo silencio.
—Te dejo descansar, adiós Caitlin —besó mi frente y con una sonrisa sincera se marchó.
Luego de escuchar el sonido de la puerta cerrarse logré respirar, veré mañana a N, finalmente sabré su identidad...Subí las escaleras hasta mi habitación y me di un leve susto al ver a Jonathan sentado en mi cama esperándome.
—Jonathan —levanté una ceja.
—Caitlin, ¿qué hacía Ethan aquí? —se cruzó de brazos. Argh, hermano mayor celoso en acción.
—Jonathan, estoy cansada y simplemente no tengo tiempo para esta discusión —bufé.
—Bien, pero no te salvarás mañana, ni pasado, ni p... —lo interrumpí.
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Jugando a quererte {EDITANDO}
RomanceA Caitlin le encanta hacer sufrir a los hombres. Sus víctimas son chicos muy guapos, pero no tan inteligentes como parecen. Los hace sentir como si fuera que ellos pueden enamorarla, y luego los bota como un pañuelo usado. Rumores hablan de que nunc...