36: Un día lamentable

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UN DÍA LAMENTABLE. 



Ethan POV

En el momento que Caitlin me vio se quedó congelada frente a mí, como si no esperara mi presencia. Y no la juzgo, no lo hacía, pero yo no podía aguantar un segundo más el callar lo que sentía. Debía decirlo o explotaría.

—No se tú, pero yo no puedo olvidarlo —susurré antes de plantarle un beso. La besé suave y tiernamente, con una increíble necesidad. Mi corazón latía a mil por segundo, pero el de ella no se quedaba atrás. Y fue entonces que lo supe, los dos nos deseábamos con la misma intensidad. El haber intentado negar lo evidente por tanto tiempo lo único que logró fue intensificar nuestros sentimientos.

Nos separamos unos centímetros para respirar y sonreímos como dos idiotas, Caitlin tenía las mejillas sonrojadas y yo ni me imagino el color que debía tener mi rostro.

—Yo tampoco puedo olvidarlo, y no quiero hacerlo —dijo posando sus azules ojos en los míos, dándome a entender que hablaba en serio, y sin siquiera darme cuenta, me besó. No podía explicar la oleada de felicidad que vino a mí, Caitlin, la difícil y complicada de Caitlin había admitido que no pudo olvidar sobre nuestro beso, eso no se escucha todos los días, y si de algo estaba seguro era de que lo recordaría siempre.

La única razón por la que nos separamos fue porque escuchamos a alguien llamar a Caitlin horrorizado. Nos volteamos hacia la dirección en la que habíamos escuchado a la persona hablar y simplemente me quedé estático. ¿Qué mierda hace él aquí?

—¿Oscar? —preguntó Caitlin con los ojos a punto de salir saltando de su rostro.

—Creo que será mejor que hablemos mañana... Al parecer estás ocupada —dijo Oscar con una mirada rencorosa hacia mi.

—Esta bien —respondió Caitlin con un tono apenado. Le apenaba que Oscar haya visto eso.

Mi "hermano" asintió y me marchó sin más. Lo observé alejarse y luego fijé mi mirada en Caitlin, en ella y nadie más. Era tan hermosa, aún con los cabellos despeinados y con pijama se veía perfecta. Tan preciosa que me daban ganas de esconderla bajo mi cama para que nadie más pudiera gozar de su belleza, sólo yo. Ella desde ahora en más sería mía y de nadie más.

Sin decir nada me cogió de la mano, cerró la puerta de la entrada y me guió hasta supongo que la sala. Al llegar al lugar recién citado frenó en seco, al parecer olvidó que su hermano estaba allí con Luján. Jonathan se volteó hacia nosotros y su mirada se oscureció, si, un hermano mayor completamente celoso.

—Caitlin, Ethan —nos inspeccionó por unos segundos, vio que teníamos las manos entrelazadas y soltó un gruñido— ¿Les gustaría ver una película con nosotros? —ofreció, sabía la verdadera razón de su propuesta, Jonathan simplemente no quería que Caitlin y yo pasáramos tiempo a solas.

Observé a Cait y ella levantó una ceja.

—¿Te quedas? —preguntó sonriente rogándome con la mirada que la respuesta fuera sí.

—Sería un placer —sonreí y besé suavemente su frente. Tomamos asiento en el sofá, Jonathan y Luján en un extremo y Caitlin y yo en el otro.

Estuvimos rígidos por unos minutos hasta que Caitlin apoyó su cabeza en mi hombro y yo la rodeé con mi brazo proporcionándole más comodidad. Su cabeza estaba en mi pecho, por lo tanto, los latidos de mi corazón enloquecían, espero que ella no lo note.

Jugando a quererte {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora