Capítulo 21

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La familia Dunne era muy conocida por el país por su gran caridad y bondad, lo que nadie sabía era lo que verdaderamente ocultaba ésta misma.

No era como todos la veían, tan frágil y que con cualquier cosa podían destruirse, al contrario. Al igual que la familia Midford esta era capaz de imitar a la perfección a un espadachín. Por ende, su hija_____ Dunne, era entrenada junto a Elizabeth en esgrima, ambas podían ser las mejores, al mismo nivel, tanto que si competían entre las dos ninguna iba a ganar, sinó que darían un empate de tantas horas tratando de ver quien podía perder.

-¡______!  Lo hiciste muy bien, te vi competir con esa persona… ¿Cómo se llamaba? –Dijo ella pensativa.

-No me acuerdo Lizzy, creo que era… ¿Charly? ¿Charlot?

-No creo que sean esos nombres nada lindos, da igual, sabemos que es ese de cabello plateado.-Dijo Elizabeth con una sonrisa de oreja a oreja, abrazando a su amiga.

Elizabeth pensaba de _____ como su hermana menor, para ella era una hermosa dama, valiente y gentil que ninguna otra chica podía compararse con semejante persona, al menos eso creía ella. Tenían el mismo problema, el ocultar su verdadera fuerza, Elizabeth lo hacía por su prometido ya que quería que la viera siempre linda, en cambio de_____ no se sabe el motivo real del porqué lo hacía, sin embargo siempre terminaba demostrándolo, no le gustaba la idea de que la rescataran como si fuera una princesa en peligro, ridículo.

-¿Eres _____ Dunne? –La voz masculina algo juvenil interrumpió la conversación de las dos damas, por supuesto el llamado apartaba a Elizabeth por completo. La nombrada respondió al llamado con una expresión sonriente, como solía hacer solamente por cortesía.

-Si, ¿qué necesitas? -____ levantó la mirada fija hacía su oponente, o al menos hace un rato lo era, solo podía ver el hermoso cabello plateado has la barbilla, a excepción de algunos mechones en la parte posterior de la cabeza que se extienden hasta la mitad de la espalda y de su fleco alborotado. Sin olvidar que esos ojos plateados la observaban constantemente.

-Quería dejarte en claro que fue un juego muy entretenido, y mi error fue ser demasiado cuidadoso contigo por ser una dama por eso mismo ganaste. Pero la próxima vez no lo seré.-Dijo con orgullo, y algo sonriente por la misma razón que ella y su compañera eran las únicas mujeres buenas en el esgrima.- Aunque debo admitir que eres muy buena en esto, tal vez fuera de esta práctica podamos hacer una competencia privada, ¿Qué te parece?

-Ah… Está bien, entonces yo para la próxima vez no seré tan generosa en no lastimarte.-Dijo ella, parte de su personalidad le impedía que se burlaran de ella, por eso mismo intentaba poner a la gente en su lugar.- Acepto esa competencia privada, tal vez te de vergüenza perder contra una dama, ¿No?

No le dio tiempo a contestar, ella se retiraba de esa “Aburrida” conversación, a pesar de sus pocos años su carácter era algo que había escondido durante esos años por el hecho que se quedaría sola si seguía. Pero para su sorpresa esa persona nunca la dejó sola, ya que le impactó y agradó demasiado el hecho que esa chica sea diferente.

-Ne _____ , creo que fuiste muy dura con él, solo te vino a felicitar…

-Lo se Elizabeth, pero su forma de hablar es fea y eso me molesta.-Dijo ella molesta, no podía tolerar pensar en él.

-Él siempre ha sido así, pero nunca puede mostrar sus verdaderas emociones por su orgullo.

-Quien se cree que es…

-Char…les… ¡Ah!  -Elizabeth se detuvo feliz, como si una vieja hubiera ganado la lotería.- Ya recuerdo, se llama Charles Grey.



Collingwood: El Misterio.[Cielxtn] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora