El Precio de la Música

Capítulo 9 | El Arpa Mágica

Lena empezó a vestirse y luego cambió de opinión.

Todavía estaba en bata,  leyendo el guión de la obra que Max le había llevado hacía un rato y que en ese
momento se encontraba extendido en el sofá.

Julia le había dicho que estaba en la
esquina de la avenida cerca de ahí.

Llegaría allí en diez minutos.

Miró la habitación, se miró la cara en el espejo y decidió dejarlo todo así.

Tomó unos ceniceros, los llevó al fregadero y los lavó, y colocó el guión
ordenadamente en su mesa de trabajo.

Se preguntó si Julia llevaría consigo su bolso nuevo.

Julia la había llamado la noche anterior desde algún sitio de Volgogrado donde estaba con Tanya, le había dicho que el bolso le parecía precioso, pero que era un regalo excesivo.

Lena sonrió, recordando la sugerencia de Julia de devolverlo.

Por lo menos, a Julia le había gustado.

Sonaron tres rápidos timbrazos en la puerta.

Lena miró escalera abajo y vio a Julia, que llevaba algo en la mano. Bajó.

—Está vacía. Es para ti, cariño.

Le dijo Julia sonriendo.

Era una maleta, envuelta en papel.

Julia la soltó y dejó que Lena la llevara.

Esta la puso sobre el sofá de su cuarto y rompió cuidadosamente el papel marrón.

La maleta era de cuero marrón claro, totalmente lisa.

—¡Es fantástica! .

—¿Te gusta? Ni siquiera sabía si necesitabas una maleta.

—Claro que me gusta

Le contestó Lena.

Era la maleta perfecta para ella, exactamente como le gustaba.

Sus iniciales estaban grabadas en oro, en pequeño, L.S.K.

Recordó que Julia le había preguntado su nombre completo el día de Nochebuena.

—Ábrela con la combinación y mira a ver si te gusta por dentro.

—También me gusta el olor

Le dijo Lena mientras la abría.

—¿Tienes algo que hacer? Si estás ocupada me voy.

—No. Siéntate. No estaba haciendo nada especial, sólo leía el guión de una obra.

—¿Qué obra?

—Una obra para la que tengo que hacer la música y algunos decorados

Le dijo, y de pronto se dio cuenta de que nunca le había mencionado a Julia que componía y dibujaba.

—¿Decorados para una obra?

—Sí. Soy compositora, o algo así y dibujante.

Tomó el abrigo de Julia.

Julia sonrió atónita.

—¿Por qué demonios no me lo habías dicho?

Le preguntó con calma

—¿Cuántos otros conejos te vas a sacar del sombrero?

—Es mi primer trabajo de verdad. Y no es una obra del Royal Opera. La representan en el Viktoria. Es una especie de comedia. Todavía no estoy bajo algún grupo o sindicato. Para eso tengo que esperar a trabajar en una obra del Royal Opera.