El vuelo.

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Será que la soledad te vuelve más sabio o es solo el único consuelo que encuentras para no sentirte tan sólo.
Es difícil entender que la vida nos tiene algo bueno, aquello que cambiara nuestro destino, algo que ya estaba marcado así, aún no logro entender cómo fue que de ser nada llegaste a ser todo, a ser aquello por lo que anhele noche y día, para que al fin, mi alma vacía se llenara con un poco de luz, de esperanza.

A mis 21 años, eh tratado de encajar en esta sociedad de la cual me siento aún extraña, todos a lo lejos pareces ser felices con sus vidas y sentirse completos, pero yo, sigo aún aquí caminado, buscado a alguien para ser feliz, pero no lo encuentro.
Cuando creo que es él, mi mundo se vuele gris porque solo termina siendo una mala experiencia, y si es así ¿Debo vivir solitaria?, me lo pregunto cada vez que veo a una pareja, yo no nací para amar a alguien en esta tierra.
Nunca tome decisiones tan importantes como la que se está formulando ahora en mi mente, debo irme al otro lado de el mundo, a cualquier parte para salir de esta monotonía, para traer paz a mi mente y cuerpo.
Empezar por aprender un idioma cualquiera que fuera, para irme pronto de un lugar que solo trae amargura a mi ser.
Así fue como decidí aprender coreano para irme a ese lugar que en sueños, solo en sueños podía visitar.

Tal vez mi realidad se encontraba en otra dimensión, tan paralela, un mundo en el cual me sintiera bien...
Todos los días tomaba café en el mismo lugar con mi amiga Ari.

Ari- El clima hoy está perfecto, no te parece Nunu.

Nunu- Así parece, sabes, encontré trabajo en el extranjero como asistente de una empresa pronto me iré.

Ari- ¿tan rápido te vas? Pensé que tomaría unos meses, ahora con quien beberé café en las mañanas.

Nunu- Tal vez el amor de tu vida llegue pronto y sea una recompensa para no sentirte sola por mi ausencia.

Ari- Solo espero que este viaje y estancia lejos de aquí te haga bien, sabes nada me haría más feliz que saber que por fin encajaste en un lugar y esa soledad desaparezca.

Nunu- Debemos hacer una fiesta de despedida, invitar a todos que han hecho un poco cómoda mi estancia aquí, una última reunión.

Ari- pero, ¿A quien? iris está exponiendo conferencias en Cancún, Martín, su trabajo no le da mucho tiempo, Marco sería el único, podríamos perderle unos bocadillos.

Nunu- Tal vez puedan, es la última vez que me verán, dejémoslos para la próxima semana, llámalos y diles que la reunión será en mi casa.

Ari- Está bien, lo haré...

Pasaron los días, y con ellos aumento mi curiosidad, termine de arreglar mis papeles y mis maletas, sentía como si por fin estuviera yendo a casa.

Sabía que el clima era similar a donde vivía, pero en Corea del Sur nevaba cada año y yo solo una vez en mi vida había visto caer nieve, cada vez que miraba como floreaba un árbol de durazno o pera, imaginaba los cerezos en primavera, me transportaba a corea sin estar allí.

El día de la reunión llego, me sentía escéptica, tal vez mis amigos no vendrían, tal vez, no vería a nadie más, excepto a mis padres y hermanos que a mí parecer no extrañarían a esta chica, mire a mi hermana Stella detrás de la puerta.

Stella- Al fin te irás de aquí, eso me alegra.

Nunu- Así es.

Sonreí sarcásticamente, ella rodo los ojos en forma de desagrado.

Stella- ¿Te llevarás todas tus cosas?, al fin ocuparé tu habitación, la mía es muy pequeña.

Nunu- Podrás quedarte todo, cuando me vaya serás la única aquí.

Stella- Quien diría que al fin nos deseásemos de ti.

Nunu- Ahora pienso que en otra vida tú y yo debimos de ser enemigas.

Stella- Tocan la puerta.

Nunu- Lo escuche, voy abrirla.

Justo frente a la puerta color ocre estaban mis amigos, pocos pero los necesarios, Martín tenía esa sonrisa encantadora que relucía, extrañaría esa sonrisa, Iris parecía mi mamá, extrañaría sus regaños, Marco, me había enseñado a cocinar y me encantaba comer en su restaurante, Ari, mi compañera de desayuno...

Nunu- Pasen chicos.

Martin- Te trajimos este obsequio, ábrelo cuando estes en Corea.

Nunu- Gracias Martín, gracias a todos ustedes.

Marco- No hay de que, pero oye nos dejarás aquí afuera .

Nunu- Claro que no, pases amigos.

Empezamos a platicar, ellos siempre tenían cosas que contar, a mi me gustaba escucharlos mientras degustabamos la carne asada, la ensalada que Marco había preparado y el mouse de mago que Ari había traído.

Mirando una serie Martín puso su brazo al rededor de mi recargando de esa manera tan educada, solo como él sabía hacerlo.

Martín- ¿A qué ciudad de corea te irás? Eh escuchado de Busan, lo eh visto en fotos.

Nunu- Me iré a Seúl, es muy bonito, al igual que tú, solo lo eh visto en fotos y dramas pero, es increíble pesar que en unos días estaré allí.

Marco se sentó junto a mí, puso su barbilla en mi hombro, su barba me picaba.

Marco- Ahora que vivirás sola, cocinarás tú, menos mal que yo te enseñe.

Habló en un tono burlón, característico de él, pero era una manera cariñosa de alentarme.

Nunu- Claro Marco,lo aprendí de ti, aunque me costo mucho.

Marco-Bueno bueno, no estemos tristes, traje esta botella de vino, así que vamos a animar el ambiente.

Entre copa y copa, canción tras canción, el sol resplandeciente dio paso a un nuevo día, y junto a Ello mi despedida, esos recuerdos estarán grabados en mi corazón.

Los despedí a todos, tomé una ducha y termine de arreglar lo que hacía falta, al día siguiente partiría a México rumbo al aeropuerto.

Mis padres habían salido de vacaciones y les escribí una carta para despedirme ..

Queridos padres:
8
Al fin llego el día, mañana parto hacia Corea del Sur, mi tío me a hecho el favor de llevarme a México para tomar el avión, cuando lean esto ya estaré en Seúl.
Deje todo en orden, mi hermano se a portado muy bien, sé a presentado en el trabajo que le encomendaron todos los días, mi hermana, ella también está bien .
Espero que sus vacaciones hayan sido un éxito.

Los quiere Newdy.

Cene y me fui a dormir para estar lista al día siguiente.

Me levante a las 4 am, la madrugada está fría y el cielo estrellado, tome una ducha y espere a que mi tío llegara por mi, el era puntal así que subimos mis maletas y nos dirigimos a México, vivía en un pueblo, alejado de la Capital, así que debía viajar unas 3 a 4 horas, mediante pasaba el tiempo, recordaba mi rutina, las mañanas de café con Ari, mi antiguo trabajo.
Todos los recuerdos se iban quedando dispersos a mediada que avanzamos en la carretera,
Al fin llegamos al aeropuerto, bajé mis maletas, me despedí y entré, era nueva en esto así que me sentía extraña entre tantas personas, tenia que hacer check-in y después a migración, mi vuelo salía a las 4, al ser la primera vez al viajar al extrajeron llegue con horas de anticipación, tome un pequeño almuerzo, espere la llamada de abordaje aproximadamente una hora, haría escala en Japón, así que sería un largo viaje y empezaría una nueva vida...

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