Venganza [Herrie / Zerrie]

XVI: "Locura"

Rota
|| Helium ||

"En ocasiones extraño lo que fui. Y lo que llegue a ser contigo"

[4 horas después]

Otro golpe en seco, dejando aún más morada su mejilla, lágrimas caían pero ni siquiera gritaba.

La mano de Colton fue a su cuello.

- Tienes un rostro asqueroso a pesar del maquillaje .-Se burló acariciando amargamente sus labios con sangre.-

- Véte a la mierda .-Escupió la rubia.-

Una carcajada cruzó sus labios, y la tiró al suelo nuevamente.

- Eres patética. Y sigo queriendo cogerte.

Perrie iba a responder.
Pero, un suave toque a la puerta los hizo detenerse.

- ¿Mami? Tío Niall está aquí.

El hombre casi se sintió mal. Casi.

- Levántate y ponte maquillaje, puta.

Le tiro sus cosméticos. Y salió cargando con una mano a la niña que intento entrar.

Sus manos temblorosas tomaron el maquillaje y fue al baño. Mirándose al espejo, tocó suavemente su cara, sin importar su dolor, contorneó sus golpes en el labio. Estaba roto.

Iba a matarla si no hacía algo para defenderse.

¿Pero que puede hacer?
Ni siquiera podría cuidar a Mica estando toda lastimada.

Rudamente, tomó el agua de la llave en cuanto abrió la misma, echándola en todo su hinchado rostro, había hecho mil veces todo eso, hace años.

Posó su mano en su vientre, ahora. Tenía a un bebé aquí. Y tenía planeado decirle a Harry. Tenía.

Ni siquiera sabía si seguía vivo aquel ser. Tantos golpes, debieron haberlo matado.

Estaba igual que su corazón y su cerebro. Desconectados de su cuerpo.

Tragó duro evitando gritar de dolor. Su propia mente le hacía daño.

Colton tenía razón. Se sentía patética. ¿Cómo iba a cuidar de un bebé? Sola, otra vez.
Nunca iba a encontrar otro Harry, otra persona como él.

Lo amaba tanto.
Y ahora, en esta situación entendía. Sus dos amores.

Zayn. El amor de su vida.

Fue su todo, aquel que quiso que durara toda la vida, que rogó al cielo mismo para permitirle estar de nuevo juntos. Que le enseñó el amor y el dolor. Pero finalmente, no es para siempre, no es para ella simplemente después de todo lo bonito. De todo lo fantasioso.

Y luego estaba él. Harold. El amor para su vida.

La sostuvo cuando más débil estaba, le demostró que un simple extraño puede ser tu todo. Que podía cuidarla y curar sus heridas con amor y cariño. Que le dio un hogar, que la salvó de sus demonios mil veces más. Aquel que no puso barreras.

En su reflejo, no estaba la Perrie que tanto tiempo se había tardado en reconstruir. Estaba la vieja, la que lloraba y era sumisa ante los abusos.

Pero sentía que se ahogaba, sin Harry. Incluso teniendo a Mica estaba desesperada.

¿Cómo iba a ocultar su deforme rostro?

Aunque se pusiera una maldita venda. Su labio roto, su ojo morado y moretones alrededor de la cara no podría engañarlos más tiempo.