Justin
Le acababa de enviar un mensaje a Enrique, él me había dicho que tenía algo que hacer pero eso ya llevaba unos minutos, casi una hora, y en serio quería hablar con él, me hace sentir relajado.
Revisé de nuevo nuestra conversación y me di cuenta que estaba en línea, las dos palomitas azules se marcaron en el mensaje y luego se desconectó.
Me quedé con una cara de pocos amigos y fingí estar llorando.
—Aaaaah— me quité una lágrima inexistente y suspire.— ¿Por qué me haces esto Jesucristo?
—¿Por qué sufres, dramático?— escuché la voz de Sophie, se acercó y se recargó en la mesa.
—¿Por qué todos dicen que soy dramático?
—Por que lo eres, tal vez...— respondió con una sonrisa burlona
—No lo soy...
—Si lo eres.
Su mirada bajó a mi celular y de repente sentí como lo arrebataba de mis preciosas manos.
Salió corriendo y se encerró en el baño. ¿Cómo puede correr tan rápido con tacones?
—¡Sophie, abre la puerta!— grité para que ella escuchará a través de la madera.
—¿En serio tú contraseña es tu cumpleaños? Te creía más listo, Justin...
—¡Sophie! Abre— golpeé la puerta.
—Uuuhh, ¿Quién es 'Enrique corazoncito'?— preguntó con burla— Le dijiste guapo... Te creía menos atrevido, Justin.
Suspire.
—Le dejaré un mensaje, con este mensaje no te dejará en visto.
Para Enrique
Contestame, bebé.
❤—¡No! Salte de ahí, Sophie, y también sal del baño.— temía que le enviara un mensaje raro y que luego Enrique pensara mal de mi.
—¡Y enviar! Acabo de solucionar tu problemas amorosos.
Habló mientras salía del baño y me entregaba el celular, desbloqueé el celular y me fui a WhatsApp y vi el mensaje.
—¡Sophie!
Escuché como reía fuertemente, corrí detrás de ella, huyó hacia la recámara y se encerró ahí, me sigo preguntando como corre tan rápido con esos tacones.
Estoy muerto, no sé que contestará, ¿y si ya no me habla?
Demonios, Sophie se pasó esta vez, no puede ser, ya se arruinó todo...
Ahora les explicaré, desde que Sophie y yo hablamos de nuestras diferencias, todo ha sido tranquilo, ahora sólo somos amigos pero estamos casados, es raro. De hecho, ella admitió que estaba en una relación con un hombre llamado Simon, yo no lo tomé mal... Nos llevamos bien, su relación está en secreto, no sé que pasaría si los medios se enteraran, pero ellos son cuidadosos.
Sophie también me ha querido buscar pareja, cuando empezamos con nuestra relación le dije que yo era bisexual y ella me apoyó en todo. Yo no se lo había dicho a nadie, menos a mis padres, y ella me demostró que era confiable, así que se lo conté.
—¿Ya no estás enojado?— escuché su voz y miré hacia la puerta de la sala.
—¡Claro que estoy enojado!— me acerqué a ella.— no puede ser que le hayas mandado eso...
—Tienes que ser más directo, Justin, sino se te escapará tu presa— soltó una risa y yo la miré con los ojos entrecerrados.— por cierto, ¿quién es él?
—Se llama Enrique, bueno eso ya lo sabes, el presidente de México...
—¿Te gusta el presidente de México?— dijo con sorpresa y luego se río.
—No me gusta...
—Estás loco, esa relación sería imposible— me miró seriamente.
—Aaaah, lo sé.
Suspire.
—Bueno, tu sólo sigue hablando con él, a ver que surge.
—Si pero no sé si me responda porque alguien le mandó un mensaje que no tenía que ser mandado.
—Jeje, perdón.
—Te odio, Sophie.
—Ayy que lindo, yo también te odio, Justin.
Al final reímos los dos juntos, lo que me preocupa es lo que pensará Enrique de ese mensaje, espero que todo siga igual.
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Amor sin fronteras. [Enrique Peña Nieto & Justin Trudeau]
RomanceDivididos por un país, se conocen y ninguno puede salir de la cabeza del otro, pero al parecer ninguno quiere reconocerlo, sigan la historia de como Enrique y Justin van desarrollando su amor.