Amor sin fronteras. [Enrique Peña Nieto & Justin Trudeau]

10.

Enrique

Luego de hablar con Angélica y de gritar de la emoción por el nuevo gatito que tendremos fui a la habitación y tomé mi celular, vi que tenía algunos mensajes, uno del grupo familiar, en el que estaban mis hijos y las hijas de Angélica, en el mensaje deseaban un buen día, respondí de la misma manera deseándoles un buen día a todos y que se cuidaran, y otro mensaje de Paulina, mi hija, donde me preguntaba cuándo podíamos ir a comer. Después de contestar este mensaje vi el mensaje de Justin y debo de admitir que me sonroje un poco.

Para Enrique
Contestame, bebé.
❤

¿Qué demonios? No es que me molestara ese mensaje pero no pensé que Justin fuera tan directo, de hecho pensé que yo tendría que hacer todo para conquistarlo, y ¿qué demonios conmigo? nisiquiera sabía si podríamos estar juntos, iba a ser muy difícil y tal vez nos tendríamos que ir a una isla escondida, o eso es lo que imagino.

Si él me hizo sonrojar, yo lo iba a hacer sonrojar a él.

Para Justin
Hola, nene. ❤
Sé que quieres hablar conmigo pero estaba ocupado.
Sorry. 😗

Pensé dos veces antes de enviar el mensaje y lo envíe.

Salí de WhatsApp y llamé a Raúl, mi asistente.

—Señor, buenas tardes, ¿necesitaba algo?

—Buenas tardes, Raúl, si necesitaba algo, ¿sabes dónde puedo comprar un gato?

—Ehm, no sé, pero buscaré en internet.

—Está bien.

Esperé uno minutos en los que hubo un silencio, hasta que escuché que Raúl volvió a hablar.

—Señor, hay una tienda de mascotas a unos minutos de aquí.

—Bueno, ¿me acompañas?

—Lo que usted diga, señor.

—Te veo en la entrada, en el coche.

—Ok, voy para allá, señor.

Terminé la llamada y le mandé un mensaje a Manny, el chófer.

Para Manny
Manny, necesito que nos lleves a un lugar, vamos hacia el carro.

Para Enrique
Claro, señor.
Aquí estaré.

Me dirigí hacia la entrada y ahí vi a Raúl, y a Manny dentro del carro, nos subimos a este y nos dirigimos al lugar que Raúl le indicó a Manny.

Yo iba en el asiento de atrás mientras que Raúl iba de copiloto y Manny iba manejando, ellos estaban platicando y Raúl tenía un pequeño sonrojo, yo reí bajo.

Ya llevaba tiempo que me había dado cuenta que Raúl, tenía sentimientos por Manny. Raúl era un joven de 26 años y Manny tenía 29, eran jóvenes.

Al parecer Manny no sabía lo que Raúl sentía, aunque se notaba a leguas, siempre hablaba con él, sonreía mientras que lo veía y sus ojos tenían un brillo característico.

Serían una muy bonita pareja.

Llegamos a la tienda de mascotas y la señora se sorprendió al verme... que puedo decir, soy increíblemente guapo, y eso Justin lo podía asegurar.

Ubicamos a los pequeños gatitos y los vi, y ahí estaba, el hermoso gato gris de mis sueños, lo tomé y maullo, le dije a la señora que no los llevábamos, compramos comida, juguetes, arena para gato y un envase, una camita y un collar.

Sentí como mi celular vibró y vi que tenía un mensaje de Justin.

Para Enrique
Yo no quiero hablar contigo.

Para Justin
Bueno.
Adiós.

Para Enrique
Bueno, si quiero.
¿Qué haces?

Para Justin
Todos quieren hablar conmigo.
Estoy en la tienda de mascotas.

Para Enrique
Uuuh ¿qué compraste?

Para Justin
Un gatito ❤
Es que hace un rato soñé con un gato y le pregunté a mi esposa que si podíamos tener uno ¡y dijo que sí!

Para Enrique
Ah, bueno.
¿Cómo lo llamaras?

Para Justin
Oh, no había pensado en eso.
¿Qué tal 'Justin'?

Para Enrique
No.
No lo llames Justin.

Para Justin
Es mi gato, yo lo puedo llamar como yo quiera.

Para Enrique
No... compraré un perro y lo llamaré Enrique.

Para Justin
Aww.
Sería tan significativo para mi. ❤
Gracias.

Para Enrique
No lo llames 'Justin'.

Para Justin
Yo hago lo que quiera, ya estoy grande.
Adiós.

Para Enrique
Por Dios...

Bloqueé el celular y pagué las cosas que habíamos tomado y salimos de ahí luego de que la señora quería tomarse una foto conmigo, regresamos a la casa y acomodé al gatito.

Aww el gatito Justin, ya lo quiero mucho.