Justin
Habíamos llegado a la casa de mi novio y decidimos buscar destinos de viajes, principalmente a países donde no nos reconocieran, y ahí estábamos, sentados en la cama de Enrique frente a una laptop.
Había varios países, hermosos, pero un poco inseguros, hasta que encontramos el lugar perfecto, Omán, un país que en las fotos se veía muy bonito, y como lo decía la pagina... "es la elección perfecta para quienes buscan la cara moderna de Arabia y quieren a la vez sentir su espíritu antiguo."
—Estoy emocionado por ir— habló Enrique con una sonrisa, miré los labios que tenían esa sonrisa y lo besé.
Cerramos los ojos y nos besamos suavemente, mi mano fue a su mejilla y la acaricié, era un beso tranquilo, que demostraba lo feliz que nos sentíamos al estar juntos, el beso siguió de la misma manera hasta que mi celular sonó.
Ignoré el sonido, pero luego éste se escuchó de nuevo varias veces.
—Contesta— Enrique se separó de mi, le sonreí y pasé mi pulgar por su labio quitando restos de saliva que estaban sobre éste.
Posteriormente tomé mi celular y miré los mensajes que eran de Sophie.
Para Justin
Hola, imbécil.
¡Feliz cumpleaños!
🎉
Oye
Tus hijos quieren hacer una videollamada para felicitarte
Contesta
Justin
¿Estás con tu novio?
¿Interrumpo algo?
¿Qué le digo a los niños? ¿qué su papá no puede contestar porque está teniendo sexo con su novio?
Justin
Justin
¡Quieren marcar!
¿Tienes tu laptop cerca?
Prende la laptop y metete a Skype, perra.Para Sophie
De hecho si interrumpías algo
Tengo prendida la laptop, marquen.Para Justin
¡AAAAAAAHHHH!
¿Interrumpí algo?
Mierda
Ok.Bloqueé el celular y miré Enrique que comía una papitas que antes habíamos comprado.
—¿Quién era?— preguntó con la boca llena y yo reí.
—¿Celoso?
—Quisieras.
Reí ante su respuesta y él se quedó serio concentrado en comer más papitas.
—Ojalá y lo que estuviera dentro de tu boca fuera mi pene y no papitas— le dije, sus mejillas se sonrojaron y su puño pegó con mi hombro.
—Si, jaja, ojalá— habló sarcásticamente y yo sonreía con ternura al ver que todavía seguía su sonrojo, tomó mi celular y volvió a hablar.— La contraseña.
—Enrique.
—¿Qué? ¿porqué no me la quieres decir? ¿qué escon...— me empezó a reclamar pero yo lo interrumpí con un corto beso y al separarme de él le sonreí.
—La contraseña es "Enrique".
Escribió la contraseña en mi celular y me miró.
—Ash, ¿por qué eres tan romántico? Te amo.
Me besó suavemente.
Un sonido de llamada se escuchó de mi laptop, nos separamos, y respondí la videollamada.
—¡Papá!— gritaron mis hijos, Xavier, el más grande, Ella-Grace, la de en medio, y Hadrian, el menor, junto a ellos estaba Sophie, sonriendo.
Vi a Enrique abrir los ojos dramáticamente a la vez que se quedaba pasmado en su lugar.
—¿Quién ese señor, papá?— habló mi hermosa Ella-Grace y yo reí viendo a Enrique, él pareció regresar al mundo real y salió corriendo fuera de la cámara.—¿Por qué se fue?
ESTÁS LEYENDO
Amor sin fronteras. [Enrique Peña Nieto & Justin Trudeau]
RomanceDivididos por un país, se conocen y ninguno puede salir de la cabeza del otro, pero al parecer ninguno quiere reconocerlo, sigan la historia de como Enrique y Justin van desarrollando su amor.