Parte II de Inseguridad
-Yo lo escuché, Nina. -suspiro por consecutiva vez- Él me engaña...
Mi castaña amiga se niega a creerme y revisa nuestro entorno asegurándose de que su jefe o alguien más venga a reprimirle por mi presencia.
Por mi parte tomo un sorbo de la taza de café que me ofreció hace unos menos de diez minutos.
-Amiga, no quiero que pase lo de siempre. -toma una bocada de aire- Creí que confiabas en él y, sinceramente no me trago esa loca idea tuya.
Intento mantener las lágrimas en mis párpados y reprimo mis sollozos.
-¡Dios, Luna! -exclama en un susurro- ¿Acaso no lo amas?
-Lo amo demasiado. -sollozo.
-¿Entonces que esperas, uh? -hace un ademan con sus manos y en su rostro puedo ver algo de molestia ante mi posición.
Suspiro lentamente.
-¿Sabes algo? Tienes razón -acomodo mi ropa y cabello- Iré a seguirlo esta noche...
Sus ojos se abren como platos al escucharme.
-No, Luna, no es lo que quise decir, yo...
-Gracias por tus consejos, eres la mejor, -beso su mejilla levantandome del asiento- Te amo.
Decidida comienzo a salir corriendo del edificio haciendo oídos sordos a los llamados de mi amiga.
(...)
Estoy súper nerviosa, mis manos no paran de temblar y sudan un poco mientras me encuentro en una mesa alejada de la de ni supuesto novio bajo una luz tenue.
Con la carta de menú cubro mi rostro para no ser descubierta.
Después de haber huido de Nina llegué a la empresa de Matteo y esperé horas en mi auto hasta verlo salir para finalmente seguirlo hasta el dichoso restaurante confirmado por él.
Desde el gran ventanal de cristal que adorna el alrededor del lugar puedo distinguir lo nublado que se ha puesto el cielo. Supongo que no tardará mucho en deshatarse una gran tormenta de lluvia.
Volviendo mi vista a el castaño de cabello hermoso sentado aún sólo, observo como una chica de cabellera rubia recogido se acerca a su mesa
Él la saluda con un beso en la mejilla y la ayuda cortésmente a sentarse frente suyo.
En estos momentos siento casi como mi corazón sale de mi pecho confirmado que me mintió en la cara. Desde hace unos meses que lo veía extraño, pero nunca sospeché nada hasta esta misma mañana.
Por instinto mis manos se hacen puños al verlos charlar como si nada. Frunzo las cejas al ver como la chica desconocida para mi, le extiende algo que no logro identificar y sin más continúan hablando.
Pasando los quince minutos de vigilancia desde la distancia me harto completamente y tomo la iniciativa de encararlo.
Así que me pongo de pie y sin que ninguno de los dos puedan llegar a alarmarse llego a su mesa.
ESTÁS LEYENDO
❧| One Shots; lutteo
Fiksi Penggemar𝘏𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘶𝘯 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘢𝘱𝘢𝘳𝘵𝘢𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘦𝘫𝘢𝘴 𝘮𝘢́𝘴 𝘣𝘰𝘯𝘪𝘵𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘚𝘰𝘺 𝘓𝘶𝘯𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘪𝘻𝘰 𝘴𝘶𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘳 𝘢 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘯 𝘴𝘶 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘥𝘦 𝘢𝘮𝘰𝘳 𝘺 𝘴𝘶𝘴 𝘮𝘪𝘴𝘮�...