—¿Qué? Dale amigo, no seas canchero —Gastón golpeó mi hombro— Vos estás celoso.
—¿De que? —pregunté desafiante.
—De Simón, boludo... A no espera, de Sebas también. —le sonreí falsamente.
Gracias por recordármelo, mejor amigo.
—Ninguno de los dos me llegan, yo soy mejor —me apunté— y el payaso mediático ese ni al caso, no es para Luna.
—¿A sí? —lo miré atento, él mantenía su mirada fija en mi— Y entonces decime, ¿Quién es para Luna?
Yo
Encogí mis hombros: —No lo sé.
—Se supone que dirías que vos, baboso. —dijo. Rodé mis ojos.
—Gastón...
—Gastón, madres. ¡Dale! Ve con ella y dejate de...
—¡Hola! —me tensé al escuchar a Luna— ¿Qué hacían, eh?
Gastón y yo nos miramos y luego volteamos a verla.
Sonreía, como siempre es de costumbre.
—Hablando de la luna y del estúpido de marte ¿y vos? —golpee a Gastón por debajo de la mesa. El muy boludo me miró mal.
Aquí el indignado soy yo.
—Ah... —Luna frunció el ceño. Lamió sus labios. Fije a otro lado antes de que me vieran— Oye Gastón, Nina te está buscando... Bueno, —ladeó la cabeza— ya sabes que es súper penosa, así que no le digas que yo te dije que ella quiere verte, ¿va? —lo apuntó tratando de verse amenazante. Cosa que no logró. Reí.
—¿De que te ríes, chico fresa? —mordí mi labio mirándola divertido.
—Yo mejor me voy, no quiero hacer mal tercio. —palmeó mi hombro— Adiós, Luna.
—Bye —sonrió despidiéndose.
—Vos tratando de ser amenazante —me burlé. Ella blanqueó sus ojos y cruzó sus brazos mirándome juguetona.
—No trataba de parecer amenazante, Matteo. Solo le dije eso porque no quería que Nina me matara. —arrugó su nariz.
Sonreí de lado. Me levanté de la silla acercándome a ella.
—¿Te gusta Villalobos? —pregunté serio de un momento a otro. Ella parpadeó con sorpresa.
—¿Ah? —entreabrió sus labios. Sus ojos se volvieron más claros y ¿que decir? eso me gustó mucho.
—Mmmm, respóndeme, ¿te gusta?
—Haber Matteo, alto ahí —paré a unos escasos 15 centímetros por mucho— ¿Por qué me preguntas esto?
Encogí mis hombros lentamente y negué.
—Solo es una simple pregunta.
—Bueno, —asiente lento. Tragué saliva— entonces yo te daré una respuesta simple; no te importa. —sonrió descaradamente. Fruncí mi ceño, molesto.
Luna pasó por mi lado, palmeó mi hombro y se fue.
Bufé enojado sentándome de nuevo en mi lugar de manera brusca.
Luna va a volverme loco y el boludo de Gastón va a hacer que lo mate.
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❧| One Shots; lutteo
Hayran Kurgu𝘏𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘶𝘯 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘢𝘱𝘢𝘳𝘵𝘢𝘥𝘰 𝘥𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘦𝘫𝘢𝘴 𝘮𝘢́𝘴 𝘣𝘰𝘯𝘪𝘵𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘚𝘰𝘺 𝘓𝘶𝘯𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘪𝘻𝘰 𝘴𝘶𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘳 𝘢 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘯 𝘴𝘶 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘥𝘦 𝘢𝘮𝘰𝘳 𝘺 𝘴𝘶𝘴 𝘮𝘪𝘴𝘮�...