Capítulo 16. Connor.

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-Bueno entonces ¿te dejaras llevar por la ira y mataras a tu abuelo?-preguntó sonriente.

-No, no te mataré, no somos asesinos, pero estarás encerrado toda tu vida.

-Y lo dices tú, que tienes dos hermanos que han matado, y si no fuese porque los encierras cada noche, lo seguirían haciendo.

-Solo necesito la ayuda de Bob y Abel, ellos no tienen nada malo en este continente, te pueden llevar sin problemas.

-¿Y tú crees que van a querer ayudarte?

-A la mierda- exclamó Bob rompiendo el silencio- los necesitamos de verdad. Les dejaremos el beneficio de la duda, que nos lo expliquen todo.

-Sabía que acabarías diciéndolo, no aguantarías mucho sin saber la verdad de Momoko. Y tienes razón, hemos confiado en un señor que no conocemos y me ha raptado...

-Vamos con Momoko, todavía estamos a tiempo.

Momoko no dijo nada, temía ir a pedir ayuda a Bob y Abel y que no les hiciciese caso. El abuelo vio que tras Momoko, a la lejanía Bob y Abel se iban acercando.

-¿Sabes? Esperaba no tener que decirte esto pero tu ira lo necesita- dijo el abuelo.

-¿A qué te refieres?

-Yashusi no mató a vuestros padres, pero el no lo recuerda, fui yo, los maté. Primero a tu padre que se encontraba solo, en la noche, buscándote. Y luego a tu madre que había encerrado ya a Yashusi- su tono de voz le estaba causando mucha rabia a los tres. Debían contenerse y seguir escuchando- al fin y al cabo solo teneis una asesina en la familia, que historia tan trágica.-continuó mirando a Tomomi con un tono burlón.

Yashusi se quiso lanzar contra su abuelo, pero Tomomi lo cogió del brazo.

-Eres...- intentó decir Momoko, él la miró de nuevo y tenía la cara roja y los ojos brillantes, su expresión estaba llena de ira.

Momoko le dio un puñetazo en la cara. El abuelo cayó al suelo. Se tocó la cara y tenía sangre en el labio. Se estaba riendo mientras miraba detrás de Momoko. Ella se dio la vuelta y se encontró que Abel y Bob, habían vuelto. Pero los miraban desconfiados.

-Abel... Bob... Habéis vuelto- dijo secándose las lágrimas.

-¿Qué estabas haciendo?- preguntó Abel.

-Descubriendo mi verdad.

-Te dejaremos explicarte... Solo porque necesito... Necesitamos tu ayuda.

El abuelo frunció el ceño.

-Gracias, pues mi verdad es la siguiente.

Momoko empezó a explicarle la historia, con cada uno de los puntos de vista de sus hermanos. Sin mentiras, con las partes más duras, como la de su hermana, no debía ocultarle nada, esta vez no. El abuelo sabía lo que le esperaba, no iba a acabar bien si se lo creía, pero eran adolescentes y el un anciano, por ahora no podía competir con ellos. También les contó lo de los hologramas y ellos expresaron un alivio que no podían disimular, sobretodo Bob. Cuando Momoko terminó de contar su historia, Bob y Abel se miraron, pensativos. Abel miró a Tomomi que miraba al suelo avergonzada y dolorida.

-¿Os quedareis con nosotros para ayudarnos?- preguntó Tomomi alzando la vista- hemos cometido errores, pero vosotros también.

-Si nos unimos, aunque sea por un tiempo seremos más fuertes y listos y cometeremos menos errores- continuó Yashusi en un tono de voz apenado.

-¿Qué decís?- carraspeó- ¿Os quedareis?- terminó Momoko.

Bob no era capaz de responder en ese momento. Se sentía un idiota al desconfiar por segunda vez de Momoko. La miraba pero no respondía. Abel miró a Bob, sabía que ellos se necesitaban unos a los otros.

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