-Más os vale tener una razón convincente de por qué me estáis intentando robar- dijo el gobernador apuntando con la pistola a Abel.
-Tiene una explicación, lo juro.- respondió Bob.
-Entonces explícame.
-Una amiga nuestra a sido envenenada y quien le hizo eso nos dijo que la única manera de curarla era con esta flor, y que costaba mucho dinero y que tu tenías una plantación.
-Buena jugada, pero esta flor no es para curar el veneno- respondió el gobernador quitando el seguro de la pistola.
-¿Cómo?
-No te hagas el tonto chico, sabes de sobra que es un veneno muy potente
-No... No lo sabía- respondió Bob- Por favor, creame, solo queremos ayudar a nuestra amiga, va a morir si no la ayudamos.- continuó con lágrimas en los ojos. El gobernador bajó el arma.
-De acuerdo sé un remedio contra el veneno, venid conmigo- contestó él, todavía algo desconfiado.
Los dos, asustados siguieron al gobernador. No se podían creer que los hubiesen engañado Connor y su padre ¿todavía querían matarla? Debían ser rápidos antes de que algo malo pase. Llegaron a la sala de estar y se sentaron.
-Voy a hacer una llamada a alguien que conoce el tema, ¿sabéis que tipo de veneno es?
-Creo que uno que no afecta a las criaturas que pueden transformarse.- respondió Abel.
El gobernador sacó su teléfono, marcó un número y esperó a que le cogiesen.
-Hola Beth.
-Te llamo para que vengas de inmediato a mi casa, es una emergencia.
-Pues tengo aquí a dos chicos que dicen que su amiga ha sido envenenada, necesitamos que vengas y les des una cura para que expulse el veneno.
-Dicen que es un veneno que no afecta a criaturas que pueden transformarse- respondió mientras miraba a Abel.
-Sí
-De acuerdo, gracias.
El gobernador colgó el teléfono y se sentó con ellos.
-Gracias por ayudarnos, a pesar de que te hallamos intentado robar.- dijo Bob.
-No pasa nada, mi deber es ayudar. Pero tengo una duda.
-¿Qué duda?
-Cuando llamasteis al timbre, dijisteis que era un problema a nivel mundial ¿por qué?
Bob y Abel se miraron. Era el momento de decírselo.
Momoko estaba muy pálida y no dejaba de convulsionar. Tomomi no sabía como reaccionar ante esa situación.
-Ponla de lado- ordenó Connor. Tomomi hizo caso y la giró. El poco veneno que salía caía directamente al suelo.
-Dale algo para tranquilizarla ¡está sufriendo! - dijo Tomomi.
-No puedo hacer nada hasta que no venga mi padre o tus amigos con la cura.- Momo dejó de moverse y gritar, volvió a cerrar los ojos- como tarden mucho, morirá.
-Me parece increíble que tu padre haga esto a cada persona que va por su camino, es un asesino.
-En verdad nunca lo ha hecho, siempre los mataba si no servían. No sé que tiene tu hermana para que hiciese esto.
-Eso no me consuela, es un asesino.
-Supongo que todos tenemos nuestras cosas, él no mata si no entran en su casa.
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Unión
Random¿Alguna vez te has preguntado como sería tu vida lejos de casa? ¿En un lugar remoto lleno de seres increíbles y criaturas mágicas? Pues éstos dos chicos no se lo plantearon hasta que su profesora de historia les contó algo que no esperaban oír. Aho...