Capítulo 1. Haley.

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-Bob despierta- Dijo una voz, mientras el chico tranquilamente notaba como le movía el hombro- Bob anda despierta de una vez.-hizo una pausa, se acercó a su cara, cambio el tono de su voz y le acarició la mejilla- Ay Bobby mi amor estoy deseando que me...

-Ah, no me dejes otra vez, haré lo que quieras- Respondió Bob medio dormido mientras intentaba besar a quien le estaba despertando.

-No me toques, no eres mi tipo- Respondió la voz en su tono normal

Bob abrió los ojos y vio el rostro de su mejor amigo Abel, que de manera muy indiscreta intentaba no reírse en su cara. Bob le golpeó en el pecho apartándole de él. Se recostó en la cama y se quitó las legañas de los ojos. Abel, se sentó en los pies de la cama de su amigo.

-Ya veo que tu cita de ayer con Sarah fué genial.- Dijo sarcástico Abel.

-Callate, yo al menos consigo citas- Respondió mientras se levantaba.

-Oye, eso que dices me ofende- Exageró mientras ponía una mano en su pecho- Yo... Yo estoy saliendo con Haley, solo que ella aún no lo sabe.

-Si claro campeón.- Bob buscó una camiseta en el primer cajón de su cómoda, que se encontraba bajo la ventana. Cojió la primera que encontró y se la puso. Miró por la ventana hacia la ventana de la casa que se encontraba en frente suya. Y allí se encontraba una chica de pelo rojo como el fuego, ojos dulces y castaños y un rostro que le miraba compasiva y decepcionada, que lo estudiaba de arriba a bajo. Él, confuso, se miró y vio que se había puesto la camiseta del revés, volvió a mirar hacia ella que lo miraba riéndose, pero de una manera malvada seguidamente se fué.

Bob se giró mirando al suelo mientras se ponían bien la camiseta.

-¿Que pasó en la cita? Parece que tampoco te tiene mucho asco como las demás.

-No te creas, dejemoslo en que se me olvidó el pequeño detalle de que tiene una hermana.-Respondió avergonzado

-Su hermana gemela- dijo mientras lo miraba, esta vez riéndose en su cara.

-Un momento, ¿como es que estas en mi habitación?

-Un poco tarde para preguntarte eso ¿no crees?-Abel hizo una pausa, y al ver que Bob le miraba esperando una respuesta continuó- fué tu madre, ella me abrió.

Bob asintió con la cabeza y se dirigió a la puerta.

-Anda vamos a clase que llegaremos tarde- dijo Bob mientras abría la puerta

-Oye, deberías plantearte ponerte unos pantalones antes de salir de casa- Bob se miró y vio que todavía iba en calzoncillos.

-Oh venga ya

Unas horas más tarde.

Bob estaba en clase de Historia de Los Continentes. Y hubo algo que se le quedó grabado a fuego en la mente.

-Como ya debeberíais saber, lo digo por todos Bob- La clase entera emitió un murmullo entre risas- Nuestro continente fue rechazado, nuestro Gobernador, hace 35 años tuvo la iniciativa de proponer a los demás continentes una Unión permanente mediante un gran puente, para que los menores de 30 años pudiesen viajar a los otros continentes sin necesidad de cobrar grandes impuestos.

Bob levantó la mano incrédulo. La profesora que ya estaba acostumbrada a sus constantes y normalmente innecesarias preguntas, le miró cansada y le dio la palabra.

-¿ A que se refiere con que los menores de 30 años puedan viajar? ¿Acaso hay una manera de que los mayores de 30 y con un gran nivel económico puedan viajar a los otros 3 continentes?

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