- Y eso es lo que pasó. - Dijo Tristan algo nervioso ante la mirada seria de su padre, mientras intentaba no mirarlo directamente.
Todos estaban en el interior de la taberna, Meliodas junto Zeldris estaban frente a los niños. Ban, Diane y Estarossa, quien había llegado a los minutos del incidente, estaban sentados en una de las mesas. King y Elaine volaban cerca del grupo, observando a Elizabeth y Gelda, que estaban en la barra. Hawk estaba junto a la vampiro y Diosa.
- Lamentamos todo lo que pasó. No era nuestra intención preocuparlos. - Murmuró Drake con pena, observando a su madre ser curada por Elizabeth.
- Lo sé. Sé que no fue su culpa e incluso actuaron inteligentemente. Estoy orgulloso, pero no saben el miedo que me dio al escuchar la bestia y no verlos. - Dijo Zeldris serio, cerró los ojos unos segundos para luego observar a Gelda. - Fue nuestra culpa el no estar atentos a ustedes.
- Así es, siguen siendo niños. - Dijo Meliodas con cierta molestia al haberle fallado a su hijo y sobrino. - ¡Ban!
- Lo sé. Lo sé... Fue mi culpa el no haberlos detenido cuando salieron de la taberna. - Dijo Ban con culpa, se había confiado.
- Creo que todos tenemos algo de culpa. - Habló King, apretando los puños. Él había escuchado algo y no le importó. - En especial, yo...
- ¡Suficiente! - Exclamó Diane. Todos dirigieron su mirada a la gigante. - Creo que lo ideal es olvidar el tema y seguir adelante.
- Diane tiene razón. Ya pasó todo y no tiene sentido seguir hablando de esto. Podríamos ver la manera de que eso no ocurra de nuevo. - Dijo Elaine, acercándose a Ban para acariciarle los cabellos puntiagudos.
- Suena estupendo. - Concordó Meliodas con una sonrisa. - Niños, ¿qué les parece si jugamos a las escondidas?
- ¡Sí! - Exclamaron alegres Drake y Tristan.
- Está bien. - Dijo Meliodas con ánimo. - Pero antes, ¿cómo me quito esta tinta?
- Se quita en un par de horas. Nada grave. - Dijo Ban con burla.
- ¡Oh! Está bien. - Exclamó Meliodas con alegría. - Zeldris, tú cuentas.
- A mí no me metas. - Murmuró Zeldris, alejándose del trio.
- Bueno... ¿Estarossa? - Meliodas miró a Estarossa, quien le sonrió de manera afirmativa.
Los demonios, a excepción de Zeldris, junto a Ban, Elaine y King empezaron a jugar a las escondidas por toda la casa. Mientras Elizabeth, Gelda y Zeldris observaban con tranquilidad, Diane había subido a descansar junto a Hawk.
- Lamento esto... - Murmuró Elizabeth con cierta culpa, pues ella era una de las razones de que fueran perseguidos por esas bestias. Había terminado de curarla cuando sintió que Gelda le tomaba suavemente las manos.
- No te preocupes, sé que no es tu intención. - Le sonrió con ternura. Elizabeth asintió apenada, pero sobretodo feliz de sus palabras. - Creo que usé mucha energía. Lamento preocuparte, Zeldris...
- No digas eso, tu bienestar es lo más importante para mí. Lo bueno que no era pleno día. - Dijo Zeldris con cierto alivio, mientras abrazaba a Gelda con cariño. - Debí haber sentido la falta de la presencia de Drake o Tristan. - Murmuró serio. - No estarías así.
- Zeldris... - Susurró Elizabeth preocupada.
- Pero estoy bien. Algo cansada por usar continuamente mi magia, pero bien. A parte, lo importante es que los niños y Elizabeth estén a salvo. - Dijo Gelda sonriéndole a Zeldris con cariño.
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Lo que nos une
FanfictionDespués de tanto sufrimiento, Meliodas y Elizabeth comprendieron que la maldición continuaría... o eso es lo que creían. Elizabeth deberá entender que la vida sigue más rápido de lo que ella pensaba, y Meliodas a aceptar el hecho de que él tiene un...