-¡Aléjate de aquí, demonio! - Exclamó un niño, detrás de él había un grupo de niños; unos asustados, otros molestos.Drake ya sabía cómo eran los humanos y aun así seguía con la esperanza de encontrarse con humanos interesantes, como Ban, Escanor o Merlín, o al menos alguien que no lo irritara tan pronto. No los odiaba, después de todo él era superior a ellos y eso significaba que era normal que le tuvieran miedo.
Era un clásico que los niños se apartaran de él, aun no se acostumbraban de que hubiera paz entre los diferentes clanes. Y como los demonios eran considerados como monstruos, seguían en un estado de precaución.
- Recuerda, no debes lastimar a los humanos... - Susurró Drake para sí mismo, intentando tranquilizarse un poco. - No merecen tu tiempo...
- Mi papá dijo que sin ustedes, todo estaría más tranquilo. - Dijo con burla un niño.
La mayoría de niños empezaron a reírse, otros simplemente observaban asustados por la agresividad del mismo grupo; cosa que alegró a Drake pues significaba que él no era causante de su miedo.
- ¡¿Pero qué...?! - Gritó el bravucón.
El sonido del agua descendiendo llamó la atención de Drake. El niño que se estaba burlando de él, se encontraba completamente empapado.
- ¡Solo porque alguien es diferente, no quiere decir que sea malo! - Gritó un niño de pequeña estatura y con una máscara completa de cerdo, cosa que confundió a los niños, incluido Drake. En sus manos traía un cazo indicando que él fue el responsable de mojarlo.
- ¡Tú! - Le apuntó el niño con ira. - ¡Me las pagarás!
El niño con la máscara retrocedió, a su vez, el bravucón se acercaba. Había metido la pata. Aun con miedo, exclamó balbuceando. - Y-yo... Lo siento, pero estaba mal lo que estabas haciendo...
- Me importa un bledo si estaba mal o no. - El niño lo sujeto de su camisa pero rápidamente lo soltó al sentir algo filoso contra su espalda. - ¿Qué...?
- Mira, agradece que este niño te allá salvado al intervenir. Ahora, suéltalo si no quieres llegar a casa con una cicatriz en tu espalda. - Murmuró Drake con seriedad mientras tenía su espada contra el niño burlesco.
Asustados, todos los niños huyeron despavoridos. Incluso, el niño máscara de cerdo cayó al suelo por la agresividad de Drake.
- ¡N-no me mates! Aún soy joven y tengo a una familia que proteger. - Exclamó asustado el enmascarado.
- ¡Déjate de tonterías! ¡Cómo crees que te voy a matar! - Gritó enojado el demonio.
-¿Ah, no? P-pero... Traes una espada... - Dijo suavemente el niño con mascara.
- ¿Y...? - Preguntó Drake sin darle mucha importancia.
- Bueno... Es qué aún no se si eres malo o bueno... - Dijo con simpleza el niño cerdo, mientras se levantaba.
- ¿No eres tú quién dijo sobre no hay que juzgar a alguien sobre su apariencia? - Dijo Drake confundido.
- ¡Sí! Pero traes un arma, y pues la mayoría de las personas que he conocido con armas son malas conmigo. - Murmuró con cierta tristeza, cosa que notó el pequeño demonio.
- No soy malo... Si no me provocas... - Sonrió Drake con arrogancia. - Soy Drake.
- ¡Yo soy Tristan! - Contestó alegremente el niño enmascarado, de manera animada tomó las manos de Drake. - ¡Seamos amigos!
Drake se quedó desconcertado por la actitud del niño, que simplemente empezó a reír. - ¡Eres raro...!
- ¿Eso es malo? - Dijo Tristan confundido.
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Lo que nos une
Fiksi PenggemarDespués de tanto sufrimiento, Meliodas y Elizabeth comprendieron que la maldición continuaría... o eso es lo que creían. Elizabeth deberá entender que la vida sigue más rápido de lo que ella pensaba, y Meliodas a aceptar el hecho de que él tiene un...