-¿Has oído lo de Pablo?
-No, ¿Qué le pasó?
- Cuando iba corriendo por las escaleras, se escurrió y acabó ahorcado por una cornamenta de ciervo y un cable de bateria.
-Qué extraña manera de morir, pobre chico, con lo que valía, siempre pensé que sería un empresario famoso o algo así
-Bueno, también ocurrió una cosa buena
-¿Cuál?
-Consiguieron salvar a Susan de un incendio. Me alegro por la pobre chica. Creo que ahora será su amiga
-Sí, yo también intentaré ser simpática con ella...
***
Desde la muerte de Pablo, Jorge iba todos los días a ayudar a los padres de Susan a reconstruir la casa, pasto de las llamas. A María le encantaba ver a su amigo trabajar tan duro, ya que al contrario que ella y Andrés, sus padres eran muy ricos y tenían una gran masión y hasta una criada. Por eso era sorprendente ver a alguien al que siempre le habían dado todo hecho trabajar tan duro por otra persona, y además, que fuera una chica. María había guardado el papel bajo llave en un cajón secreto que había bajo su cama. Sabía quién era el siguiente pero no le quería avisar, solo se lo había dicho a sus amigos y también a Alfonso, el chico tres años mayor que ella de su clase, donde también estaba su hermano, al que le encantaban los videojuegos. Desde que se unió al grupo, María confió mucho más en él que en su hermano. Lo solía invitar a su casa junto a Andrés y Carol. Esa semana fue muy feliz para ella. Además, tenía ahora a su gatito Dani, y aunque su madre lo odiará, se había conformado y lo había dejado en la casa. Estar ellas dos solas en esa casa solitaria no era muy agradable para la madre, y alguien más, aunque fuera un gato, no era mal recibido. Pero como siempre en la vida de María, la buena semana acabó cuando ya casi acababa el mes, en el 22 de abril.
Aquella mañana se sentó con Alfonso en el autobus, para la sorpresa de Alonso que se sentó delante de ellos, enfadado. Todo iba bien, aunque María había decidido traer el papel donde aparecían los nombres en orden de como pensaba la sombre matarlos.
- Lo he traído- le dijo seriamente María a Alfonso
-¿Por qué lo haces?- dijo al darse cuenta de que su hermano había oído aquello- Te dije que no lo trajeras
-Pero...- pero María no terminó porque el autobus había llegado ya a su destino- luego hablamos
María bajó del autobus y se encontró con Andrés y Jorge abajo:
- ¡Qué raro estaba Alfonso! No se que tiene de malo que lo traiga, es solo para enseñarselo a la profesora Isabel
En la clase, María se llevó una sorpresá muy grande al ver a Carol junto a la profesora. La chica sonrería y saludaba a los que conocía al entrar, María no la había visto nunca tan feliz. Cuando estuvieron todos sentados, la profesora se dispusó a hablar:
- Viendo los anteriores sucesos, he decidido que Carol, que tiene datos que podrían ayudar se- dudó por alguna razón- integré en nuestra clase para ayudarnos, bueno, Carol, siéntate donde prefieras
Carol fue al ínico lugar libre con alguien sentado a su lado, Susan. La chica se sorprendió y Carol le respondió con una dulce sonrisa.
-¡Profesora!- dijo María en los últimos minutos de clase- le tengo que enseñar algo
La profesora miró fría el papel y pusó una cara de sorpresa al ver aquello. El timbré sonó.
- Me tengo que ir, tengo que preparar un examen para los de bachiller, no lo pierdas luego necesitré que me hagas unas copias, ¿De acuerdo?