Capítulo 28: Morir junto a ti.

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   Lucas estaba corriendo por la acera. Había escuchado a Juan decir al lugar que iban, asique  solo debía dirijirse hacia allí. Todo parecía bien, empezaba a pensar que iba a poder estar con Natalia sin peligro de que unos de los dos muriera. Para llegar antes al lugar, Lucas tomó un atajo, una casa llena de chalets. Pero algo no encajaba, ya que había una casa con la puerta y la cancela abiertas. Extrañado y creyendo conocer esa casa como la de el primo de Pedro, que había visto de lejos varias veces. Entró preocupado en la casa. Lo único que conocía de aquellos jovenes era que habían intentado asesinar a María y que también publicaron fotos de sus compañeros muertos en una página bastante turbia de internet. Le preocupaba más Pedro, aunque hubiera tenido una pelea con él en el entierro de Rafa, que aquellos jóvenes. Al entrar al salón y no ver nada creyó que solamente sería un despiste en un intento de fuga por parte de Manu u otro de los dos. Volvió a pensar en lo que debía hacer y giró, dispuestó a salir, pero una puerta de arriba hizo un leve chasquido, provocando que Lucas pegara un salto. Justo entonces, el chico cogió un cuchillo de la cocina y subió cuidadosamente, escalón a escalón. La puerta yacía entreabierta y Lucas solo tuvo que empujarla. Al otro lado de la puerta yacían tres cuerpos jóvenes. Y sangre. Mucha sangre. Lucas notó que se mareaba y se apoyó en un escritorio. Suspiró y bajó la escalera corriendo, antes de darse cuenta de que se le había pegado un papel a la espalda. En ese momento se percató de que tenía aún el cuchillo que había cogido en la mano, y se lo guardó con cuidado. Cogió el pussy que tenía en la espalda y se lo puso delante de la cara, para leerlo antentamente:

        Querida policía- comenzaba la carta. Lucas tuvo claro de que el autor era Pedro, no podía ser más infantil, incluso cuando escribía- mis primos han sido asesinados, y yo se quién es el asesino: su nombre es Juan. No lo puedo tener más claro, aunque ellos mismos me han dicho que ha sido Dani... Es claramente un señuelo para convertir este caso en un caso imposible, por que Dani está muerto [...]- Lucas se paró a pensar en lo que había visto segundos antes. Mordiscos de perros y heridas de lo que parecía un hacha. Todo eso le recordaba curiosamente a Dani. Dejó de pensar y volvió su mente hacia la carta-  Por eso, aunque se que está mal y es de personas malas, él también lo ha hecho...Por eso condenaré a Juan a  muerte- Lucas pegó un sobresalto-  Lo citaré dentro de media hora... Y lo mataré con la pistola de mi primo a él y a todos los que estén con él. Después me entregaré. Quedaré como un héroe ante los demás... Me da igual la cárcel... Sólo quiero vengarme... 

PD: Creo que Juan es el asesino porque su padre murió hace tiempo...Pues bien, creo que su padre es el anterior asesino y él sigue su legado.

 Lucas cerró los ojos y arrugó el papel. Natalia iba a ir con él, iba a ver una película de miedo, a merendar...Pero había ido con Juan y Silvia...Al lugar donde Pedro esperaría a los tres para matarlos... La dirrección le vino al la cabeza más fuerte que tunga, recordaba con la propia voz de Juan decir el lugar mientras que Silvia decía que aquello no era una casa. Tenía que actuar ya. Se palpó el bolsillo, y notó el cuchillo. Le serviría. Dejando atrás el chalet, para siempre, salió corriendo.

                                                                        ***

-¡Natalia! ¡Silvia!- gritaba Lucas en la entrada de un edificio en obras- ¡Juan!

 El silencio le respondía. En un laberinto de ladrillos, grúas y plataformas elevadoras iba a ser difícil encontrarlos, y prefería encontrarlos a ellos antes que a Pedro. En la entrada, había un cártel con la foto de un hombre bigotudo. Era el padre de Edu, el mejor amigo de Pedro, que había muerto anteriormente. Debajo de la fotografía, aparecía un texto que hablaba de que estaban haciendo allí el mejor centro comercial de la ciudad.

Los 32 asesinatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora