Epílogo

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Dicen que el cáncer es silencioso, que llega sin avisar, lo ven, lo curan y en algunas ocasiones vuelven.

Esta fue una de esas ocasiones.

Cumplían dos años de casados cuando el mayor comenzó con dolores de cabeza, se preocuparon y fueron al doctor, un tumor cerebral se estaba desarollando rápidamente y no había mucho que hacer.

Finalmente, un año después este cáncer lo venció, se fue dejando a su Omega y a Liz de ahora 4 años. Al principio el rubio casi muere y estuvo internado varios meses hasta superar la pérdida quedando con un lazo roto, siguió adelante por su niña pero una parte de él se fue con su esposo.

Vamos pequeña, tienes que ir con tío Ash y Cal. Dice Luke cansado siguiendo a la pequeña quien soltaba risitas corriendo hasta que la alza. Te atrapé. Sonríe suave besando su mejilla. Por favor mi amor, ve a terminar de arreglarte ¿Si?.

Vale Papi. Besa su mejilla y la baja y ella va a su habitación.

El suspira y la mira sonriendo suave, era su único motivo para vivir aunque el dolor seguía en su pecho, extrañaba el calor, los besos y caricias, que su alpha lo tomara y lo marcara, sin darse cuenta sus lágrimas caen, se las seca rápidamente y cuando la pequeña sale los dos van al auto y van a la casa de la pareja amiga.

Llegan y se bajan, tocan el timbre y luego de unos minutos el moreno abre y sonríe suave.

Hey. Saluda a la pequeña y luego al Omega abrazandolo. ¿Como estás?. Murmura.

Resistiendo. Murmura y suspira. Iré al cementerio y ya sabes, no quiero que me vea sufrir. El de ojos castaños asiente.

Tranquilo, la cuidaremos bien. Sonríe de lado y el asiente, se agacha y abraza fuerte a la pequeña que era la viva imagen de Michael y besa su frente.

Pórtate bien pequeña, te amo mucho. Susurra y la mira.

Te amo papi. Sonríe y el sonríe suave besando su mejilla y se levanta subiéndose al auto para luego ir al cementerio.

Llega al lugar y estaciona bajándose, suspira y comienza a caminar con un ramo de flores azules, llega y se sienta frente a la lápida, sonríe leve y sus lágrimas caen colocando el ramo en este.

Te extraño demasiado Mikey. Susurra y mira esta. Tú me salvaste y yo no pude hacerlo contigo, sé que me dirías que no podría haber hecho algo con esto, que era tu tiempo pero no soporto tener la cama vacía. Solloza suave. No soporto tener este lazo roto, sólo sigo por nuestra hija pero mi cuerpo pesa, muero lentamente sin ti. Susurra y se recuesta al lado de la tumba. Te amo Michael, te amo no sabes cuánto.

Sus ojos se cierran y sus recuerdos pasan por su mente, su familia, cuando lo conoció, su primer celo con el, el nacimiento de Liz, su boda, todos aquellos recuerdos que habían llenado de felicidad su corazón. Su cuerpo se siente liviano y sólo se deja llevar.

El siempre fue su Alpha y el siempre fue su Mon Petit Omega.

Mon Petit OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora