Elizabeth y El Ladron Del Rayo

Capitulo 12

En cuanto la lluvia paso todos nos dirigimos a nuestras respectivas cabañas ahí me prepare para la salida a la misión, pero primero iría por algo que comer.

Al llegar al comedor me senté en mi mesa y espere por alguien quien me atendiera, pero caí en cuenta que a esa hora nadie estaba en el comedor ni siquiera las ninfas.

—Perfecto— pensé algo enfadada por no poder comer y golpeé mi cabeza contra la mesa en un gesto de frustración por todo lo que pasaba, pero al levantar la cabeza me encuentro con aquélla niña con la que hable el día que llegué al campamento.

—Hola Elizabeth, como estas— dijo aquélla niña con su hogareña sonrisa.

—Oh, hola eres tu— dije intentando recordar su nombre pero en ningún momento ella me lo dijo.

—No había tenido oportunidad de felicitarte por haber sido reclamada, pero no te veo muy feliz que digamos— dijo con un poco de tristeza en su voz.

—Bueno estoy feliz que mi padre se haya fijado en mí y me haya reclamado, pero el, muy probablemente lo haya hecho solo para que mantenga vigilado a el hijo de su hermano y rival. — dije con tono de fastidio
Y ella entristeció su expresión.

— Y lo odias por eso?— pregunto viéndome a los ojos, la verdad ella me ponía un poco nerviosa.

—No, no lo odio pero... Es un poco duro, él me ha ignorado por trece años y ahora solo porque él me necesita me voltea a ver, yo lo necesite mucho durante mi niñez me dejo con una horrible familia y él nunca me ayudo.....— dije intentando no llorar—
Pero aun con todo eso, el sigue siendo mi padre, mi familia, si es que puedo considerarlo como tal y quiero ser le útil y ayudarlo si puedo, pero me vendría bien un poco de ayuda papá —Dije esto último mirando al cielo

—Muy bien Elizabeth—dijo sonriendo —Que bien que lo dices porque me ha enviado tu padre a ayudar.

—Eh?, que quieres decir.

—Muy bien antes que todo me presento, soy la diosa Hestia diosa del hogar y me ha enviado Zeus para que te de algunos regalos.

— Espera espera, tu eres una diosa?
— Si
— Pero eres solo una niña
—Por supuesto si me presentara con mi forma divina muy probablemente te desintegrarías.
—Pero, ¿no deberías estar en el olimpo?
—Si pero como ya te dije me envió Zeus para entregar unos regalos.

—Bien entonces, ¿cuáles son esos regalos?— dije muy emocionada.

—Muy bien, toma— dijo entregándome un brazalete, un collar y un lápiz — Son objetos muy valiosos así que cuídalos.

Ahí estaba yo con un brazalete de cuero, un collar con un símbolo omega y un lápiz en la mano, diciéndome si mi padre se estaba burlando de mí porque desde mi punto de vista lo único que se puede usar como arma es el lápiz.

Hestia debió de ver mi cara de confusión porque me dijo que jalará de los extremos del lápiz y así lo hice jale los extremos del lápiz y se convirtió en una lanza de 2 metros de largo, muy bonita y reluce con un brillo blanco translúcido era probablemente el metal más bonito que había visto, luego jale el collar y se transformó en una espada de doble filo de bronce con un leve brillo y por ultimo sacudí el brazalete de arriba a abajo y se abrió violentamente convirtiéndose en un escudó más opacó casi negro.

—La lanza está hecha de Adamantio y el escudo está hecho con Hierro Estigio son materiales muy raros, así que cuídalos bien o tu padre se enojará. — dijo sin perder su sonrisa. — y una espada de bronce celestial de mi parte