Este no es mi mundo [Miraculous ladybug]

VI

Cuando llego no veo a nadie en el patio, lo que significa que ya deberíamos de estar en clases.

Bajo por el tejado y entro por la ventana del baño.

—Fuera melena. —Lionel sale de la joya y vuela a la altura de mi cara. —Nunca me había sentido tan inútil

Salgo del cubículo y apoyo mis antebrazos en un lavabo. Me mojo la cara y me seco con la sudadera.

—Igual ese señor se veía bastante cómico en mallas.

—Y Chat noir se ve tan bien en las suyas. —Se me escapa un suspiro.

—Si, lo que digas. Por casualidad... ¿te quedan caramelos?

Mientras salimos del baño, le ofrezco un masticable de manzana.

Veo a Adrien llegar a la puerta café que da al patio.

—¡Porrrr favooorrrr, Adrien! ¡Solo un pequeño trozo! —escucho como Plagg se queja, pero no alcanzo a verlo.

Muero de ganas de acercarme.

—Te dije que tengo más queso en mi mochila. Deberás esperar hasta que lleguemos al salón.

—Vámonos. —Lionel tira de un mechón de mi pelo sacándome del trance. Luego de eso se esconde en mi bolsillo.

—¿Adrien? —el rubio gira su cabeza en mi dirección. —¿Encontraste tus pastillas?

—Y-yo, sí. Sólo vine a refrescarme.

Lo alcanzo y abre la puerta, dejándome pasar primero. Nos dirigimos hasta el laboratorio, ya que la clase siguiente es con Mendeleiev.

—Y... ¿Se te hizo muy díficil aprender frances?

Se me hizo más difícil asimilar que me siento con él.

—No mucho. El inglés es bastante parecido.

Subimos las escaleras en silencio. Se me hace súper incómodo. Lo peor es que no soy buena para sacar conversación y como me sé la mitad de su vida, ni idea de que preguntarle.

—¿Viste a la nueva amiga de Ladybug? Cuando fuiste por tus pastillas la vi pasar sobre el techo. —ahora me siento super ególatra, hablando de mi en 3era persona.

—S-si. Alya publicó algo sobre ella ayer en el Ladyblog. Nadie sabe su nombre aún. —saca su teléfono y me muestra la "nueva sensación del Ladyblog", según Chat Noir. Me detengo para prestarle más atención al video.

—Usteded la vieron, amigos. ¡Ladybug y Chat Noir tienen ahora un león en su equipo! Aún no sabemos su nombre, pero pronto les traeré más información. ¡Nos vemos!

—Es linda, ¿no? —guarda su móvil y me mira. —Si Ladybug y Chat Noir realmente salen, yo creo que ella debería preocuparse. —Continúo caminando, dejándolo unos pasos atrás hasta que reacciona.

—Ellos no están juntos. —Hay un pequeño rastro de tristeza en su voz, pero se desvanece al instante. —Pero creo que harían un buen equipo. Aún así, todavía no vemos que tan buena es en combate.

Llegamos al salón y entramos en silencio. La maestra escribe unas formulas en el pizarrón.

Veo una mueca en la cara de Marinette. Alya le dice algo al oído, supongo que para tranquilizarla.

Pasan otras cuantas aburridas horas de clases, cuando llega el almuerzo.

Camino a la cafetería, voy hablando con Adrien de banalidades. Se nos suman Kim, Max e Ivan, los que comienzan a hacer preguntas de la mudanza y de mi hermanita.

Salen unos cuantos chistes malos y bromas entre medio, lo que hace que se me escapen unas buenas carcajadas.

Almorzamos todos juntos en una mesa y luego nos dirigimos a nuestras respectivas clases de música y artes manuales.

—¿Y elegiste los instrumentos o los pinceles? —pregunta Kim.

—La verdad, ninguna de las dos se me da muy bien, pero elegí la de música. Sé unos cuantos acordes de guitarra y puedo tocar el triángulo. —con mis manos finjo estar tocando un triángulo imaginario, haciendo el sonido pim cuando mis dedos chocan.

—Serás un triángulo increíble, pero no superarás a mí pandero. —el deportista hace un gesto como si tuviera panderos en sus manos agitándolas en el aire.

—Estoy 98% seguro de que el triángulo le va a ganar a tus panderos, Kim. —Le saco la lengua de forma infantil y él me devuelve la mueca. Los chicos ríen.

—Le apuesto 10€ a Kim —Ivan traidor.

—Trato hecho. —Se dan la mano con Adrien cerrando la apuesta.

La hora pasa volando. Resulta que me adelanté un par de veces con mi triángulo, pero Kim se equivocó más veces que yo, lo que significa que Ivan el traidor acaba de perder 10€.

Si todos los días van a ser como éste, me quedaría por el resto de mi vida. Sin embargo, en casa hay una pequeña Rose que de seguro me extraña.

Al salir del instituto, me despido de mis nuevos amigos. Veo a Adrien alejarse en su limusina y a los chicos caminar hacia la izquierda (el lado contrario de la panadería Dupain-Cheng).

Disfruto de la caminata y voy al parque para conocerlo. Le cuento a Lionel que en mi dimensión esto es una serie de televisión.

—Entonces, ¿sabes todo sobre todos aquí?

—Mas o menos. Si logro saber el capítulo en el que llegamos, podré arreglar mi regreso a mi plano de forma más fácil.

—¿Y sabes quienes son Ladybug y Chat Noir?

—Si.

—¿Y los malos?

—Si.

—¿Y sabes donde está su guarida?

—También.

Lo cruzo y me dedico a caminar por las calles de París. De momento no conozco mucho la ciudad, así que en cualquier momento me pierdo.

(...)

Al llegar a casa, saludo al Maestro Fu, el que está sacando dos cajitas de comida china desde una bolsa.

Me tiende una y me siento frente a él en el futón de la sala para cenar.

 —¿Qué tal te fue?—pregunta el anciano.

Comienzo a contarle todo, desde el señor Pichón, hasta la competencia triángulo-pandero y mi paseo por las calles.

Wayzz igual escucha atento y hace preguntas y comentarios entre medio.