Choose © [Paulo Dybala]

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Y allí estaba.
Observándome, como el resto.
Se veía igual que en fotografía. Su piel morena. Su pelo teñido de gris, que le quedaba tan bien. Sus ojos, color verde. Su estatura, me llevaba una cabeza y media, a mi padecer era alto.
Me sentí comoda al ver como sonreía de lado y rápidamente desvíaba su mirada.
Se veía tierno, pero sobre todo hermoso.
Me digne a mirar hacia otro lado, tratando de desconcentrarme y de pensar que él no estaba allí, al igual que mis sentimientos.
Miré a Sanni y me guiñó el ojo, con mirada pícara. Sonreí en el acto.

-Hola -tragué saliva, nerviosa.

Sonrió.
Mierda.

-Por fin, Celeste -estiró su mano, esperando a que responda su saludo.

-Por fin, Paulo -estreché su mano y luego sonreí algo atontada.

-¡Por fin, Paulo!. -Gonzalo me imitó burlándose- Tenían que ver sus caras de bobos.

-Como te extrañé gordo -negué y me acerqué para luego darle un abrazo fuerte.

Mire hacia mi alrededor y noté como las miradas de todos los jugadores se clavaban en mi. Me estremecí.
Me acerqué al primer jugador que estaba al lado de Paulo y lo saludé.

Juan Cuadrado. Sus pelos me daban gracia, me encantaban. Muy simpático.

-Hey -me guiño un ojo- Te lo advertí, nos conoceríamos pronto.

Asentí y sentí una mirada clavada en ambos; simplemente seguí saludando al plantel.

Douglas Acosta. LA PUTA MADRE MAMÁ VENI A BUSCARME QUE LE DIGO A ESTE CRACK.

Y bueno, despues a Miralem, Marchisio, Bentancur, Mandzukic, y más.

Pero a lo último, al girar la puta cabeza, estaba CRISTIANO.

No podía controlar mis nervios, suponía que iba a hacer un papelón, y así fue.
Me tapé la cara con ambas manos y me quedé frente a él, para luego sólo decir

-Decime que esto es real.

Escuché risas, y su mano toco mis muñecas, acto seguido me destapó la cara. Estaba sonriendo.

CRISTIANO RONALDO ME ESTABA TOCANDO Y SONRIENDO NO PUEDO MÁS.

-Si es real.

Me abanique con la manos y reí.

-Ven -simpaticamente me abrazó, no por tanto tiempo, solo segundos (y si pelotuda mira si te va a abrazar media hora quiensos).

-Estoy bien. -dije dando algunos pasos hacia atrás.

De repente, mi celular empezó a vibrar.
Me disculpé por unos segundos y me dirigí casi al escenario. En medio de la pista.

-Gorda -mi hermano se encontraba detras del teléfono.

-¿Hola?

La música comenzo a sonar super fuerte. Aparte de eso, todos empezaron a encimarse hacia donde estaba yo.
Maldije entre dientes y me acordé que tenía a Leo en el teléfono.

-Perdón, es que ahora te escucho poco y nada. -mordí mi labio inferior.

-N..Pas..nada.

Lo escuchaba muy mal.
La gente empezó a bailar. Todos Encimados. Apenas tenia espacio para sostener el celular.

-Leo no te esc... -alguien me arrebató el celular.

La persona comenzo a desplazarse entre medio de toda las personas. Las luces pegaban justo sobre mis ojos, lo que me impedía caminar bien. Simplemente lo estaba siguiendo.
El lugar se veía mas oscuro que antes, a causa del baile.

Corrí con mas velocidad y logré frenarlo.
Él se quedó de espaldas. Sin darse vuelta.
Así te quería ver, chorro de cuarta.

Lo volteé.

Era Paulo.

-¿Que haces? -me quejé, agitada- Me asusté -suspiré.

-Perdón -rió mostrando sus dientes y estiró su mano para darme el teléfono.

Al acto de intentar agarrar el móvil, rápidamente se guardó en uno de sus bolsillos y me agarró ambas manos, apegandome a el.

-¿Qué haces? -rei nerviosa.

-¿Escuchas? -me susurró al oído.

Asentí.

-Es Rodrigo, ¿bailamos?.

Me quedé sin palabras. Estaba nerviosa, y si, si quería bailar con el, pero en ese instante me acordé de mi hermano, que probablemente se iba a empezar a preocupar por mi, y también, quería usar eso como excusa.

-Mi hermano -le susurré- está en el teléfono seguro.

-No te preocupes, después lo llamas -sonrió- Igual, no es lo que pregunté.

-Asentí- Pero tengo que llamarlo -tragué saliva y saqué el teléfono de su bolsillo.

Algo pálida y avergonzada, camine derecho, y poco a poco me fuí alejando de la pista.

(...)

Hace media hora estaba encerrada en uno de los baños, tratando de asumir todo lo que había pasado en el trascurso de una hora. Refregué mis ojos, pensando en las perspectivas que tenía acerca de esa noche.
Lo había arruinado, como siempre.
Y estaba segura que el motivo era el ser tan insegura de mi, y por eso tener miedo de hablarle a Paulo.

Escuché como alguien tocaba mi puerta.

-¿Celes? -la voz de Sanni se escuchaba preocupada.

-Si -susurré.

-Pequeña, ¿puedo entrar?, vale, amiga -suspiró.

Destrabe la cerradura y me encogí en el lugar nuevamente.

-No deberías estar aqui. -bajó la tapa del inodoro con mucha precaución y se sentó en el.

Elevé mis hombros.

-¿Qué pasó allí? -frunció el ceño- ¿Acaso fue Paulo?, ¿te hizo daño?, porque te juro que vo...

-La interrumpí- Fui yo -cerré mis ojos y eché mi cabeza hacia atras, y luego baje la cabeza nuevamente- La cagué.

Sanni dió un largo suspiro y se sentó en cuclillas levantando el mentón de mi cara.

-Tu no haz cagado nada, ¿vale? -me miró fijamente- Te haz puesto nerviosa, es todo.

-Pero... -mordí mi labio- Me apegó hacia el y sentí mis pulsaciones a mil por segundo.

-Sonrió- ¿Y no era eso lo que querías que te cause? -me susurró- ¿No es lo que realmente esperabas de esta fiesta?

-Negué- No esperaba nada -limpié la lágrima que caía sobre mi mejilla- Sólo esperaba que vaya a bailar con-con -me costaba decirlo- con Oriana. Como tiene que ser -me paré del suelo- Asi ahorrabamos malos entendidos -miré hacia otro lado.

Sanni, estaba a punto de estallarse de risa en mi cara.

-Vaya...eres terca eh -negó.

-Me da igual, ¿nos vamos?.

-¿Qué?, pero si ésto recien empieza -rió- Además te estan buscando todos, y no paran de preguntar por ti.

-A la pista -rodeé mis ojos.

-Ahhh, si.

Y con sacrificio y con ganas de cabecear balas, fui.

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Bueno o la cagan a piñas a Celeste ustedes o la cago a piñas yo ahre si.
Celeste es mas vergonzosa que la mierda :-!

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