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-¿Por qué me dejaste sin comer?

Todo estaba completamente apagado. Sólo se escuchaba la voz de Paulo. Y aunque estaba despierta, fingía que no lo estaba. Pretendía que siguiera hablando sobre lo que sentía acerca de no haberle hecho la comida.

-Suspiró- Perdón gordita -susurró y se metió en la brazada.

Sentía como su cuerpo chocaba contra el mio. Él tenía el cuerpo helado, y en cambio yo, tenía el cuerpo a una temperatura bastante tibia. Mi piel se erizó al recibir contacto con el cuerpo de Paulo, y éste lo sintió.

-Perdón -me susurró al oído.

Tenía ropa interior y una remera que me quedaba bastante grande. Sentía los dedos de Paulo acariciando mis piernas, con suavidad y a la vez con algo de intensidad.
Algo en mí me pedía a gritos que me tirara encima suyo y lo comiera a besos, pero otra, tenía la fiaca del mundo.

Me iba a perder una noche espectacular por culpa de la paja. Y cuando me refería a paja, era de no tener ganas de mover un ojo.

-Dormi, Pau -susurré.

-¿Qué? -dejó pequeños besos por mi cuello.

-Me di vuelta y lo miré. Tenía su típica mirada perversa- No me mires asi - me mordí el labio- Hay que dormir, mañana hay entrenamiento.

Con una mano me tocó el mentón y se acercó para acto seguido, morder mi labio inferior.

-Bueno -me abrazó por la cintura y se quedó unos segundos sin hablar- Perdón

-Ya está Pau -le di un beso en su mano.

-Los dos tenemos que colaborar, los dos entrenamos, perdón locurita -me dió un beso en el hombro.

-Disculpas aceptadas.

Y la noche quedó en completo silencio. Sólo se escuchaban nuestras respiraciones.








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Me van a querer matar, ya lo sé, pero acá estamos de nuevo (y obviamente que no queda el capítulo acá), gracias por la cantidad de interacciones gente 💛🙌🏻

Choose © [Paulo Dybala]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora