4. Compañia

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Estaba sola en mi casa, mi hermano estaba pasando el domingo con la familia de Victoria.

Stefany se había ido por la mañana de viaje con Esteban y de mis otros amigos, que decir, ellos habían tomado muy enserio lo de viajar sin parar durante estas vacaciones.

Y yo estaba tan aburrida, ya no tenía nada que hacer. Hasta que mi celular comenzó a sonar.

Imagine que era Sebas, pero me sorprendí al escuchar otra voz.

Hola, Ines.— Era Mauricio.— Stefany me me paso tu número, no hay problema, ¿Cierto?

— No, de hecho me alegra que me hables.— dije sonriendo aunque él no se diera cuenta.

¿Si? Y, ¿Qué estás haciendo?

— Recostada en mi sillón, contando los minutos para que mi hermano regrese.

¿Estás sola?— dijo con preocupación.

— Si, mi hermano salió con la novia. ¿Te gustaría venir a mi casa?— pregunte dudosa.

Creo que no debo desaprovechar esta oportunidad, así que, si. Por cierto ya tengo tu dirección.— dijo tranquilo. Al parecer, Fany, se había encargado de redactarle toda mi vida, después de conocernos.— Creo que no necesito decir quien me la dio, ¿Cierto?.

—  Voy a matar a Fany. ¿A cuántos más, les habrá pasado mis datos?—  dije tratando de sonar molesta, pero no pude.

Amaba tanto a mi amiga que era imposible enojarme con ella.

Todo fue por una buena causa.— contesto riendo, acto seguido comencé a reír, estuvimos unos segundos de esa manera, hasta que terminamos de hablar.

Haber conocido a Mau, después de todo no fue tan malo. Tenía menos de una semana de conocerlo y nos llevábamos bien, prácticamente ya lo conocía. Fany, se había encargado de su amigo. Ahora que recuerdo tengo que preguntarle porque nunca quiso mostrarme una fotografía.

Siempre se lo podía y nunca quería, en una ocasión encontré una fotografía donde estaban ella y Mau, pero me la quito antes de poder verla. Desde ese momento no tenía permitido acercarme a nada que estuviera relacionado con Mau.

Después de unos minutos, estaba sonando el timbre.Me acerque a la puerta, pero antes de abrir tenía que asegurarme que fuera Mau.

— ¿Mau?—pregunte dudosa.

— Si, Mauricio, él chico que te hará pasar la mejor tarde.— Sonreí y le abrí la puerta.— Me agrada que no dejes pasar a nadie, así como así.

— Si lo hago mi hermano me mata.— dije riendo, dije haciendo señas hacia cualquier dirección de la casa, para que entrara.

Al sentirlo pasar frente a mí, comencé a caminar dirigiéndonos hacia el living, terminamos sentados en el mismo sillón.

— ¿Quieres algo? ¿Un refresco o...

— Ehh...si— dijo interrumpiéndome.— Dime donde está la cocina, así lo voy a traer.— agrego rápidamente. Fruncí el ceño, no me gustaba cuando pensaban que era una inútil, o algo así.

— ¿Te puedo pedir algo?—  dije alzando una ceja.

— Si.— se limitó a contentar.

—Quiero que me trates como cualquier persona. Aunque no lo creas puedo hacer perfectamente la mayoría de las cosas que tú haces.— dije con una cálida sonrisa.

Me puse de pie y comencé a caminar hacia la cocina, sentía los pasos de Mau detrás de mí. Abrí el refrigerador y saque una jarra de jugo. Después de haber servido los dos vasos  de jugo, Mau, decidió romper ese silencio que se había formado entre nosotros.

Amor Verdadero ( Maunés) AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora