10. Novios

224 19 6
                                    

Estaba acostada en mi cama, tenía sueño, anoche había regresado muy tarde de la salida con Mau

Mi celular comenzó a sonar y no sabía dónde lo había dejado pero el sonido se escuchaba cerca, comencé a tocar la cama y no estaba, pase a la mesita de noche y ahí se encontraba.

Conteste.

¿Hola?—dije volviéndome a acostar.

Ines, dime que pasó con Mau.—dijo una Fany muy alegre,

Estoy bien, gracias por preguntar.—dije riendo.

Si, si como sea, habla mujer.

Ya somos novios.—dije casi gritando de la alegría.

—Quiero detalles ¿Que pasó después?

Estábamos besándonos y diciendo lo que sentíamos por el otro.

El beso fue subiendo de tono a cada segundo. Mauricio había llegado a cambiar mi mundo. Nos separamos y el comenzó a acariciar mi mejilla.

—¿Sabes? Hay un hermoso cielo estrellado.—dijo Mauricio.

—Me encantaba ver las estrellas.—dije sonriendo.

—Tú eres la estrella más brillante que hay en el cielo.—dijo dándome un corto beso en los labios.

—Y tú eres el mejor.—lleve mi mano hasta su mejilla y la acaricié.

—Me gusta que hagas eso.

—¿Si?—dije alzando una ceja. Sonreí.—Y ami me gusta estar contigo.

—¿A quien le darás primero la noticia?

— A Fany. Después a Sebas, aunque para él desde hace tiempo lo somos y a mi papá que estoy segura te amara más e lo que ya lo hace.

—Si, mi suegro me ama desde el primer día. Pero no más que está  chica hermosa que tengo frente a mi.—dijo dándome un beso en los labios.

—Mau—dije entre medio del beso. Pero no nos separamos, el beso fue aumentando lentamente.

Bajo una mano a mi cintura y la otra la tenía en mi mejilla. Pase mis manos por su cuello enredándolas en su pelo.

Cada vez sentía como me apegaba más a su cuerpo. Se separó un poco y se acercó más para estar cómodos porque aún seguíamos en el coche.

Volvimos a unir nuestros labios, ellos encajaban perfectamente, me sentía flotando en el cielo. Comenzó a acariciar mi espalda y a profundizar aún más el beso.

Sus manos subían y bajaban por mi espalda. Sentía que me estremecía con su tacto. Estaba provocando que sintiera cosas que jamás llegue a experimentar.

Su mano se detuvo en el borde de mi remera, comenzó a subirla lentamente, mientras mi piel se erizaba por su tacto. A mitad del recorrido se detuvo, pero seguimos besándonos.

—Eres increíble.—dijo Mauricio entre medio del beso.

Si seguímos así está noche iba a tomar un rumbo que no esperaba. Reaccione, dándome cuenta que este no era el mejor lugar y que aún no me sentía preparada.

 Solo teníamos minutos de ser novios y aunque eso no importara porque nos queremos, estas no son las mejores condiciones.

—Mau.—dije con la voz entrecortada.

—Mmhh.—murmuró sin separarse.

—Aquí no.—dije tratando de terminar el beso. Nos besamos por unos segundos más para después separarnos.

Amor Verdadero ( Maunés) AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora