26. Una Aventura

127 13 0
                                    

Estaba hablando por teléfono con Fany mientras esperaba que llegara Mau.

—Entonces, ¿Eso dijo casi enfrente tuyo?- pregunto Fanny molesta. Le había contado lo que pasó en la cena y no se lo había tornado muy bien, al igual que Sebas.

—Si, me sentí re mal, pero el padre de Mau me empezó a decir que no hiciera caso a lo que decía.— dije recordando sus palabras.

—Él es muy bueno y siempre a tratado de apoyar a Mau.— escuche unos ruidos al otro lado de la línea.

—¿Todo bien?—dije frunciendo el entrecejo.

—Si, estoy preparando comida para mis padres. Pero bueno, ya casi te vas de viaje.—dijo gritando de alegría.

—Si, nos vamos mañana temprano. Gracias por a ayudarme con las maletas.—dije sonriendo. —Eres la mejor, te amo.

-Yo mucho más, hermana. Me traes algo lindo.—dijo riendo.

Sabia a lo que se refería, por más que lo intentará no cambiaría. Seguiría siendo mi alocada amiga, esa chica que a todo le encuentra algo de diversión.

- Ya tienes a Mike, así que te traeré un lindo vestido.—reí imaginando su expresión de desagrado.

—Te odio.—dijo un tanto divertida.

—¡Ines!- gritó Sebas desde la planta baja. —¡Llego Mauricio!

— Ya escuchaste, te quiero en mi casa o aeropuerto para despedirnos.- dije poniéndome de pie.

Pase mi mano por toda la cama, tratando de encontrar mi pequeño bolso.

—Ahí estaré,  cuídate.—dijo antes de cortar la llamada.

Seguí tocando y no la encontraba, con cuidado me acerqué más a la cama, no estaba. Sin dejar de tocar llegue hasta mi mesita de noche y ahí se encontraba. La tome entre mis manos y guarde el celular.

Me dirigí hacía la planta con sumo cuidado. Recordando mentalmente los pasos que tenía que dar y donde se encontraba cada objeto. Iba a poner el pie en el Ultimo escalón cuando sentí unos brazos rodear mi cintura.

Eran los brazos que me hacían sentir mejor. Mauricio.

—Hola, amor.— dijo a pocos centímetros de mis labios.

-Hola.— dije sonriendo. Sin más sus labios estaban sobre los míos, me besaba sin importar que Sebas estuviera frente a nosotros, o eso pensaba.

Al separar nuestros labios me abrazó de manera tierna.

—Estoy listo.—dijo tomando de mi mano.

—Mau, recuerda las instrucciones.- dijo Sebas, mi ceño se frunce, no tenía idea de que hablaban.

—La lápida es de las primeras.- dijo cuando comenzamos a caminar. Sebas respondió con un si, me despedí de él con un abrazo.

Entre al coche y Mau me ayudó con el cinturón. A Ios segundos de comenzar nuestro camino, puso música.

—Regresaras, estoy seguro de que regresarás... —cantaba mientras yo sólo me deleitaba con su voz. Tomo mi mano, acariciándola.

Estas con él por pura comodidad, aburrida entre sus brazos a quien pienses que vas a engañar, sabes bien quien eres mi otra mitad. '

Canto con todas las ganas.

—Mau, te amo como nunca.- dije apretando su mano. Sentía tanto el deseo de decirlo, que no lo calle.

—También te amo, Inés —. llevó mi mano a lo alto y depositó un beso en ella.

Recoste mi cabeza en la ventanilla sin soltar la mano de Mau. Por mi mente pasaban tantos pensamientos, tantas ideas y tantas cosas que deseaba hacer en los próximos años.

Amor Verdadero ( Maunés) AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora