12. Cena

170 18 0
                                    

Me encontraba almorzando junto a mi papá y Sebas. En los últimos días habíamos estado un poco distanciados. Papá tenía mucho trabajo y la mayor parte del tiempo lo pasaba en la oficina mientras que Sebas estaba concentrado en sus cosas.

Estos días los pase junto a Mauricio y Stefany. Siempre hacían algo que me hiciera sentir alegre, con vida. Mauricio había agarrado de leerme libros cuando pasaba las tardes conmigo o simplemente me describía las cosas que tenía a mi alrededor.

Necesitaba mantener vivos mis recuerdos, necesitaba seguir teniendo la imagen de un cielo azulado, un cielo estrellado, en si de todo lo que yo amaba.

—Hijos, mañana temprano tengo que ir de viaje.—dijo papá después de los minutos en silencio.

—¿Cuando regresas?—pregunto Sebas con cierta preocupación.

—En cinco días. Cuidas muy bien de Inés.

—Si, sabes que siempre la cuido.—dijo Sebas.

Terminamos de comer y luego pasamos el resto del día platicando sobre diferentes temas, como nos sentíamos y de las cosas que nos habían pasado en estos días. Papá comenzó a hacer preguntas sobre mi relación con Mauricio.

Estaba haciéndome un enorme interrogatorio. Preguntándome desde su fecha de nacimiento hasta si teníamos planes de formar un futuro juntos. Dijo que le encantaría tener nietos parecidos a mi, por que Mau no era nada guapo, obvio que lo dijo en tono de burla.

Le pregunté sobre cómo era Mau y recibí cosas positivas por parte de él. Desde su punto de vista, sería mejor que yo tuviera mi propia imagen sobre el rostro de Mauricio. Y así como lo descubrí en estos mese, él me lo volvió a recordar, es mejor conocer a las personas por lo que hay dentro de ellas que por su atractivo físico.

Sin duda hablar con mi padre era una de las actividades que más me gusta hacer.

Toda la noche dormí tranquila, no había vuelto a tener ninguna pesadilla y siempre recibía una llamada por parte de Mauricio.

Papá se había ido hace unas horas, serían pocos días pero lo extrañaría demasiado como siempre lo he hecho. Estaba con Sebastian mientras lo escuchaba decir maldiciones. Espere durante varios minutos hasta que se canso de decir tantas groserías.

—Tenía planeado irme de viaje con Victoria, en unas horas.—dijo tranquilo, ahora entendía a que se debía su malhumor. Lo habían dejado a cargo mío porque no podía pasar más de unas horas sola, siempre para algo necesitaba ayuda. A parte que era muy peligroso que me quedará en mis condiciones en una gran casa.

—Puedes ir, me quedaré con Fany.—dije regalándole una pequeña sonrisa. A los segundos sentí como sus brazos me rodearon. Sonreí porque sabía que había hecho feliz a mi hermano.

—Te quiero, Inés.—dijo depositando un beso en mi frente.—Pero nada de quedarte en casa de Mau.

—Me quedaré con Fany.—pero también con Mau, pensé.—¿Cuantos días te irás de viaje?

—Tres días. Y gracias por haberme dado la idea hace unas semanas.

—Entonces disfruten y nada de regresar con sobrinos.—dije riendo.

—No habrá necesidad porque ya lo hay. — dijo serio. Mi boca se abrió formando una perfecta O para después volverla a cerrar y fruncir el entrecejo.

—¿Que dijiste?—pregunté aún sorprendida.

—Tendré un hijo.— dijo y a los segundos soltó una estruendosa carcajada. Me había hecho una broma. Bien, y yo que ya lo estaba empezando a asimilar.

Amor Verdadero ( Maunés) AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora