Besos en el buque

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Capítulo 25 - Besos en el buque.

   Ahí se encontraba él, en las afueras de ese pueblo de la antigüedad, se acercó al rio y se vio reflejado en el agua, llevaba una espada en la cintura y una vestimenta rara, como de la antigua Grecia, luego todo cambió y se vio rodeado de un grupo de hombres, un ejército, todos vestidos como él y marchaban en filas hacia adelante. De nuevo todo cambió y vio un santuario y a la mujer que había visto un par de días atrás en la barra de Roket. "Es un sueño" se dijo. pero continuó caminando en dirección a la mujer.

- ¿Que eres? - preguntó el hombre.

- Soy un Oráculo Griego - dijo la mujer.

- ¿Esto es la antigua Grecia? - preguntó echando un vistazo a los alrededores.

- Nosotros nos conocimos en este lugar.

La mujer hablaba en pasado, pero ese era la primera vez que la veía. "Jamás había tenido sueños tan realistas como estos" pensó.

- Esto no es un sueño - habló la mujer como si hubiera escuchado lo que pensaba.

- ¿Que es entonces?

- Un recuerdo... Vos y yo nos conocimos aquí hace cientos de años atrás.

El hombre se miró reflejado en el agua no era él, era un soldado un soldado griego con un cuerpo escultural y su escudo en su mano con las palabras ἱερὸς λόχος escritas en él. Comenzó a pensar que la mujer decía la verdad.

- ¿Que hago aquí? en esta vida pasada

- Estas recordando lo que te prometí...

De repente todo comenzó a desvanecerse como si se tratara de niebla y cuando se dio cuenta estaba en un campo de batalla luchado al lado de su amante. Ese hombre era Gerónimo, lo sabía, aunque no se veía como el rubio. cuando volteó un sujetó le clavó la lanza en la espalda para sorpresa de su compañero quien emitió un grito y muy ferozmente le cortó la cabeza al sujeto que lo había atacado. de repente recordó el dolor, vio su sangre en el suelo y a su amado de rodillas junto al él

- Amado mío - dijo el hombre en un idioma extraño mientras tenía lágrimas en sus ojos y la sangre de otras personas por todo su rostro.

- No te preocupes - le dijo, aunque no pensó en decirlo ni sabía que lo haría simplemente salió de sus labios.

- ¡Vas a morir! - dijo quebrado el muchacho mientras juntaba sus frentes - No quiero separarme de ti.

- Tranquilo mi amado - dijo luego de que se separaron - Pues somos el mismo espíritu que ha sido separado en dos. Mi lugar está contigo eternamente.

Los soldados se besaron por última vez y una vez finalizado este, Nico le dijo al oído a aquel Gerónimo del pasado

- Estaremos juntos en todas nuestras vidas siguientes...

Todo se puso negro y cuando reaccionó se despertó en su cama agitado. Miró a su alrededor, estaba en la habitación del hotel, vio a sus compañeros durmiendo y suspiró con una mano en el pecho. Aquello había sido lo más extraño y loco que jamás había vivido.

No había sido un sueño, era un recuerdo, un recuerdo de lo que le había prometido aquella mujer hace muchos siglos atrás. El pelinegro se levantó de su cama y se dirigió al baño. Tomó una ducha reflexionando sobre su experiencia, recordó aquella vez en el campamento cuando besó a Gerónimo y por un momento se encontró en otro lado besando a una mujer. Había pensado que estaba loco, tal vez no debería descartar aquella opción, pero luego recordó la primera vez que conoció al rubio. Aquella mirada en el lago y aquel sentimiento de que conocía al rubio, incluso Gerónimo también lo había sentido. Todo tenía sentido, Aquella mujer cuando besó al rubio en el campamento era el, era su rubio, había estado en todas las épocas de la humanidad junto con aquella alma, pero no en esta, no estaba con su otra mitad en esta vida.

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