Capítulo 24 - Bajo efectos del alcohol.
Roket era lugar increíble, parecía la tribuna de un estadio, pero mejor. Había dos niveles y la planta baja la cual estaba repleta de jóvenes egresados bailando, las luces del lugar le golpeaban en el rostro y más el alcohol que tenía en su sistema hacía que Nico se marease más de lo normal. A su alrededor, en ronda, se encontraban sus amigos. Dante y su hermana bailando de la mano casi igual de ebrios que el López, Lucas perreando en el medio del grupo hacia reír a todos y por supuesto que Gerónimo se encontraba frente al pelinegro, Para suerte de Nicolás la novia del rubio no estaba en la ronda, pero quien si estaba justo a su lado era Samuel.
Nicolas le daba miradas de "Ayúdame" a Camila quien quizás era la menos ebria del grupo a excepción de Gerónimo quien no había tomado ni una gota de alcohol, pero ella parecía no comprender lo que el bajito quería decirle. A Gerónimo le molestaba que Samuel estuviera con su grupo ya que antes de salir del hotel rumbo a Roket Disco ellos habían quedado que las noches las pasarían con los amigos, y nada de novias o novios. Ya sintiéndose algo cansado el rubio dejó de bailar y se dirigió a un costado de la barra mientras observaba a sus amigos, estaba en planta baja y no sabía a donde estaba su novia. Comenzó a pensar que debería preocuparse por Natalia, había muchos chicos borrachos y él ya había visto lo que el "besito Bariloche" causaba. Recordó las palabras de Agustín advirtiéndole sobre eso. No le importaba mucho Natalia, estaba con ella pura y exclusivamente para olvidarse de Nico o por lo menos para darle a su mejor amigo la impresión de que no le importaba. Suspiró cansado mientras se apoyaba en la barra y pensó en pedir una jarra de vodka con speed y olvidarse de todos sus pensamientos, pero no lo haría, "ese es el viejo yo" se dijo a sí mismo, además no tenía 18 años, aunque eso cambiaría en unos días. Decidió caminar hasta los baños, como siempre el sanitario de mujeres estaba lleno y con una larga fila esperando para entrar, agradeció a dios no ser mujer, ingresó y luego de orinar se lavó las manos y la cara para despabilarse ya que tenía algo de sueño. Miró su teléfono y ya eran las cuatro y tres minutos de la madrugada
- ¡Con razón! - habló el rubio guardando su móvil y saliendo del lugar.
Nicolás estaba bailando y salió del grupo para alejarse de Samuel quien últimamente estaba demasiado pesado y lo seguía a todos lados. Caminó hasta la barra y sacó al vale que le habían dado al ingresar. Estaba sediento y con tanto alcohol en sangre necesitaba hidratarse. Se acercó a la multitud de jóvenes que gritaban para ser atendidos pero los bar ténder tampoco lo escucharon pues la música más los gritos impedían una conversación normal. Suspiró y perdió el equilibrio así que callo de espaldas al suelo, nadie reparó en el bajito quien quedó tumbado en el suelo mirando al techo lleno de luces de neón y demás, su cabeza daba vueltas intentó ponerse de pie, pero le costaba, para suerte del pelinegro apareció frente a él su compañero de cuarto Facundo. Desde lo que había pasado horas atrás solo se había disculpado por haberlo chocado y no lo había vuelto a ver. Estaba súper avergonzado.
- ¿Ya te vas a dormir? - Preguntó bromeando el moreno, acto seguido le tendió una mano y lo ayudó a ponerse de pie. - Estás re mal vos - dijo al notar el estado del bajito.
- ¡Vete! - gritó a su oído - Gracias por ayudarme, pero mejor que te vayas.
- ¿Por qué? - se preguntó confundido el chico. - No te voy a dejar solo en el estado en el que estás...
Nico rodó los ojos y se afirmó nuevamente en la barra.
- ¿Tu novio dónde está? - dijo buscando con la mirada entre la multitud - Te llevo con él o con tu hermana, vamos - le dijo tirando del brazo del López, pero este se soltó.
- ¡Nooo! - dijo y volvió a la barra.
- ¿Que querés entonces? - dijo cansado el muchacho.
- Que vergüenza... yo te vi el... el coso.
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Complementos
Novela JuvenilAlgunas personas están diseñadas para completar a otras. Dos adolescentes completamente diferentes el uno del otro se conocen y desde entonces todo cambia... Uno pensaba que la vida era aburrida, que el universo no había planeado nada para el. El ot...