Prólogo

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Hace mucho tiempo, la humanidad conoció al que sería su peor enemigo por el fin de los tiempos, los titanes. Estos aparecieron de la nada, eran unas criaturas humanoides de entre 3 y 15 metros de alto a los cuales se les creía invulnerables a cualquier daño, debido a su alta capacidad de regeneración. Su forma de matar era como lo haría un depredador, devorando. Los titanes carecen de inteligencia, siendo seres que se mueven por el instinto de comer humanos. Se enfrentaron a la humanidad pero no atacaban a una raza en concreto, la raza erdiana, más tarde se descubrió que fue una erdiana, Ymir, la causante de la aparición de los titanes. Al entrar en contacto con el demonio de la Tierra, este le proporcionó el poder de los titanes y que toda su raza fuera capaz de convertirse en los antes mencionados, Ymir trajo consigo un genocidio global, exceptuando a su propia raza, la cual quería que fuera la única en todo el mundo, intentando así traer la paz. 

Después de transcurrir 13 años desde que Ymir trajo a los titanes, esta murió y dividió su alma en 9 partes, dando así lugar a los 9 poderes titán, estos descendieron en 9 erdianos al azar que se convirtieron en titanes, pero existían varias diferencias primordiales, como que cualquier portador de un poder titan podía convertirse en un titán cuando el quisiera, teniendo diferencias muy claras con respecto a un titan normal, dependiendo del poder que portase su titan tendría diferentes características, en su forma humana son capaces de regenerar cualquier herida, al igual que lo haría un titan, soltando vapor durante el proceso y al transformarse pueden mantener su consciencia y controlar el cuerpo del titan a voluntad haciéndolos sujetos muy temibles, 13 años después de conseguir el poder, el portador muere debido a un deterioro acelerado de su cuerpo aunque son capaces de aguantar un poco más. 

Si mueren sin ser devorados por un titan, su poder renacerá en un joven erdiano al azar, por lo que para mantener el control de sus poderes, los erdianos crearon 9 reinos con sus 9 reyes correspondientes, todos con un poder titan, cuando estos llegan a los 13 años después de recibir el poder, son devorados, creando así una linea de sucesión controlada. Cada reino era independiente del otro y los reyes participaban activamente en la guerra para así garantizar que estas se ganasen. Los nueve poderes titan eran el Titán Colosal, el Titán Hembra, el Titán Atacante, el Titán Cuadrúpedo, el Titán Mandíbula, el Titán Acorazado, el Titán Bestia, el Titan Martillo de Guerra y el Titán Fundador, cada uno con características físicas diferentes y una habilidad única, siendo el Fundador el más poderoso de todos, debido a que tenía la habilidad de controlar a los titanes y erdianos por igual, a excepción de los que tuvieran un poder titán. 

Con el tiempo uno de los reyes traicionó a Erdia y a sus compatriotas para aliarse con sus enemigos, este rey fue el poseedor del Titán Martillo de Guerra, el cual estaba de acuerdo en mantener la paz , pero no quería que eso significara matar a más del 75% de la población mundial. Con esta traición Erdia perdió mucho poder y junto con él, conocimiento que el poseedor del titán Martillo de Guerra brindó al resto del mundo, como la localización del punto débil de los titanes, la nuca, zona la cual no podían regenerar y morían al instante, siendo este también el punto débil de un titán cambiante. Con sus nuevos conocimientos, el mundo y el titán Martillo de Guerra vencieron a Erdia, derrocando a 6 de sus 8 reyes restantes y obteniendo 6 de los 8 poderes titán, puesto que se llegó al acuerdo de que si el titán Martillo de guerra les ayudaba a ganar el conflicto, la familia del rey poseedor del poder se quedaría con el titán Martillo en posesión, oferta que el resto del mundo aceptó con gusto. 

Tras el fin de la guerra se formaron nuevos territorios, pero el más importante de ellos fue el Imperio de Mare, ya que se quedó con 6 poderes titán, el Colosal, Hembra, Mandíbula, Acorazado, Cuadrúpedo y Bestia, el poder del titán Atacante se perdió y no se supo mas de él y el poder Fundador se lo quedó el último rey de todos con vida, el rey Carl Fritz, que se llevó a una gran parte de los erdianos restantes a una isla que llamaron Paradise. No obstante dejó a muchos más erdianos de los que se llevó, creando en ellos un sentimiento de odio hacía él mismo y todos los que se fueron con él. Los erdianos que no fueron con el rey Fritz fueron encarcelados en zonas de internamiento, las cuales no se diferenciaban de un pueblo normal y corriente, salvo que estaban confinados por unos muros no muy altos y no se les permitía salir de ahí, teniendo siempre que llevar una banda en el brazo que los identificaba como miembros de la raza erdiana.  

El Imperio de Mare fue el que se encargó de dar un sitio donde vivir a los erdianos abandonados, pues los utilizaría como infantería para ganar más guerras y conseguir territorios, además de que se podían convertir en titanes gracias a un suero especial, lo cual, junto con sus 6 poderes titán crearía el ejercito mas mortífero jamas visto. 

Los erdianos que huyeron serían atacados por el Imperio de Mare más adelante, cuando este logrará saber más sobre sus 6 poderes titán. La raza erdiana se ganó el odio del mundo por lo que hicieron, pero los únicos que sufrieron ese odio de manera directa fueron los que se quedaron en Mare, aunque no fueran más que civiles inocentes que nunca hicieron nada para recibir tanto odio.

Esta es la historia de uno de esos inocentes... que acabo convirtiéndose en un monstruo.

Attack on Titan {Dualidad} -Reiner Braun-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora