*Quieres salvar al mundo de esos demonios de la isla. ¿13 años... serán suficientes?*
Bertholdt...
*Lo conseguimos Reiner, ¡somos Guerreros!
*Algún día... estos 5 años pasarán factura Reiner...*
Por favor...
* Reiner... tú... no eres un soldado... tu y yo... somos guerreros.*
*¡¿ES QUE CREÉIS QUE QUERÍAMOS MATAR A TODA ESA GENTE?! ¡¿CREÉIS QUE ALGUIEN PUEDE HACER ESTO SÓLO POR GUSTO?!*
*Es normal que nos odien o nos maten después de lo que hicimos... fue algo imperdonable... somos monstruos... pero... no eramos capaces de asumirlo... sólo cuando actuábamos como soldados encontrábamos algo de paz...*
*Reiner... no sé si puedes oírme... pero si puedes... túmbate y arrástrate lo más lejos que puedas de aquí... si no puedes... resiste. Lo siento mucho... pero si Historia esta aquí... no podrás cumplir tu promesa... lo siento... pero voy a acabar con esto.*
*Déjamelo a mi.*
-¡Bertholdt!- gritó Reiner despertándose ahogado por culpa de la pesadilla. -Joder...- susurró para si mismo rascándose la cara con las palmas de sus manos mientras trataba de distinguir la diferencia entre la realidad y sus sueños... o más bien pesadillas, ya no sabía lo que eran.
Por suerte, aquel grito que hizo al despertar no despertó a ninguno de sus compañeros. Los cuatro habían sido instalados en una pequeña casa cerca de la principal. Era lo suficientemente grande para albergarlos a ellos, estando diseñada de manera bastante rústica, con una chimenea y una enorme cocina. Aún así... era su primera noche ahí... y ya detestaba el sitio.
Era una casa con sólo un cuarto... y era el baño. Todos dormían en camas en el salón... desde luego era una casa para granjeros.
Reiner entonces se levantó, cogiendo un puñado de ropa para así cambiarse en el baño. Una vez allí se lavó el rostro, mirándose en el espejo igual que hizo en su casa hace 4 años cuando volvió de Shiganshina... decepcionado consigo mismo.
Fue a ponerse la camisa de manga larga junto con los pantalones vaqueros con tirantes. La camisa le quedaba algo justa aunque daba igual, no es que le hubieran dado muchas más. Intentó asimilar las pintas de paleto de pueblo que tenía ahora... de pronto parecía un granjero... y no un asesino.
Una vez listo salió del cuarto de baño, mirando a sus compañeros aún dormidos. Pieck dormía plácidamente de lado, mientras Galliard con más cuerpo fuera que dentro de la cama se le caían las babas. Mia esta colocada boca arriba con una pierna fuera de la cama. Reiner pensó en la teoría de Bertholdt de la regulación de la temperatura sacando una pata fuera de las sábanas... pero esta vez no tenía sentido. Hacía bastante frío en la casa siendo sinceros, por lo que Reiner le volvió a meter el pie en la cama con cuidado.
Sabía que gestos como esos fue los que hicieron a Mia interesarse por él... y sabía que aquello la había condenado a sufrir. Si él simplemente hubiera sido más cortante con ella desde principio, habrían tenido una relación meramente profesional... puede que incluso hubiera muerto junto con todo su escuadrón... jamás lo sabrá.
Lo único que sabía era lo que había pasado... y es que Mia estaba enamorada de él de alguna forma que este desconocía. No era tonto, distinguía los micro gestos de Mia a kilómetros... y también sabía que incluso 4 años después, él seguía colado por Historia de alguna forma que continuaba desconociendo él también.
Por eso se sintió avergonzado y asqueado de si mismo al tener aquella noche con Mia en su cama. Sabía que lo hizo para desahogarse... y él destino, el universo o simplemente su propia consciencia lo castigaron trayéndole de nuevo el recuerdo de una Historia que casi había olvidado por culpa de la guerra.
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Attack on Titan {Dualidad} -Reiner Braun-
Hayran KurguEn la guerra no existen el bien y el mal, solo diferentes perspectivas. Reiner Braun era un chico torpe y débil que se acabó convirtiendo en uno de los mayores terrores de la humanidad, en un mundo dominado por los titanes. La trama permanece, salvo...