Attack on Titan {Dualidad} -Reiner Braun-

Capítulo 23 -El plan de Zeke-

Mientras Reiner miraba el amanecer sentado en la cima de la muralla aún pensando en lo que acababa de hacer hace escasas horas, Zeke se acercó a hablar con él.

-Reiner, quiero hablar contigo.- dijo Zeke a lo que Reiner se puso en pie.

-¡Señor!- dijo un Reiner lo más erguido posible.

-Tranquilo chico no estamos en Mare... no hace falta que seas tan formal...- dijo Zeke bastante tranquilo a lo que Reiner se relajó. -Verás, creo tener en mente la estrategia idónea para derrotar a las fuerzas enemigas. Aún faltan ciertos detalles por pulir, pero no es eso de lo que quiero hablarte...- decía Zeke mientras sacó un cigarrillo para fumar. -Lo que necesito que hagas es que junto con Pieck vayáis al territorio del enemigo y descubráis cuales son sus intenciones...- dijo Zeke a lo que Reiner no supo que contestar.

-Pero... señor... yo estoy bajo búsqueda y captura, si me reconoce alguien...- dijo Reiner a lo que Zeke le interrumpió.

-Soy consciente de ello, por eso la que investigará será Pieck, tú guarda las distancias con ella, dile donde puede conseguir información y listo, harás de guardaespaldas. El titán de Pieck no le duraría ni 10 segundos a un soldado experimentado de ese tal cuerpo de exploración.- dijo Zeke algo pensativo.

-Lo que usted ordene señor, con todo el respeto solicito iniciar la misión de noche, los titanes estarán muy tranquilos y no habrá tanta gente en la calle.- dijo Reiner mientras Zeke pisaba el cigarro.

-Reiner, tenéis 48 horas para volver. Pasado ese límite de tiempo, iré con Bertholdt y todos los efectivos de Mare posibles a destruir la ciudad más cerca para empezar a completar vuestra misión por mi cuenta y si por casualidad sigues vivo, ordenaré que le den tu poder a otro guerrero... no quiero más errores.- dijo Zeke con una mirada fulminante a un Reiner que tragó saliva.

-Sí señor.- dijo Reiner para ir a preparar las cosas en una de las casas cercanas.

Reiner decidió utilizar el mismo método del día anterior para infiltrarse, solo que no podría llevar el equipo de maniobras para evitar levantar sospechas entre soldados, únicamente dependería de su poder titán.

Reiner durmió toda la mañana y casi toda la tarde para estar descansado y debido a su viaje de la noche anterior lo necesitaba.

Al atardecer Pieck se transformó en titán y junto con Reiner en su lomo fueron donde este último le ordenó.  Al llegar al mismo sitio del Muro Rose desprovisto de población, Pieck escaló en su forma titán con Reiner para pasar al otro lado, una vez allí se acercaron la máximo posible a el distrito este de Karanes, donde Pieck se deshizo de su forma titán.

-Bien, a mi no me conoce nadie, voy a entrar dentro, guarda las distancias y cúbreme.- dijo Pieck a Reiner.

-Sí...- le respondió este.

Aún no era demasiado tarde, ni siquiera era la hora de cenar, por lo que Pieck dedujo que el mercado estaría lleno de gente, donde podría encontrar información.

Mientras Pieck escuchaba hablar a la gente e incluso se unía a grupos para hablar con estos, Reiner miraba apoyado en una pared de brazos cruzados con una capucha y una braga para evitar ser reconocido.

-Dar mi armadura a otro guerrero... quizás sea eso lo que debe de pasar... sea como sea si no es en unos días será dentro de 6 años... así que que más da. ¿Acaso mi destino es este? ¿Destruir toda esperanza posible a estos erdianos? No... no son erdianos... son demonios, malos erdianos... sólo quieren destruir el mundo... el mundo... que no conocen... ¿Esto es lo correcto? ¿Matar a gente que ni siquiera conoce el mundo más allá de estas murallas? Tienen la capacidad de destruir un mundo que no saben que existe... son como nosotros... ríen, lloran, comen, beben, duermen, sienten, tienen sueños, metas que cumplir... y yo vengo a destruir todo eso... ¿Estoy entonces en el bando equivocado? ¿Qué es lo correcto? Pase lo que pase, saldré perdiendo... si pierdo moriré a manos de Mare o de la gente de la isla... y si gano, viviré el resto de mi corta vida arrepintiéndome de lo ocurrido... ¿hasta que punto aguantaré sin partirme?... de algún modo jamás olvidaré a la gente de esta isla...- pensaba Reiner hasta que Pieck lo sacó de sus pensamientos.