Maratón 11/?
Calle levantó las manos, quitándose la saliva de la cara – Habla pero no escupas – Comentó con cuidado – Eso no fue muy lindo de tu parte – finalizó con tranquilidad, levantando su mano con el cuchillo en el, bajandolo sin piedad al muslo del chico.
Introdujo la mitad del cuchillo, uno que media 18 centímetros de largo. El grito fue escuchado hasta la sala, a lo que el Sr. Garzón desvío la mirada hacia la puerta del sótano, hundió las hombros y subió el volumen de la televisión.
– Eres una desgraciada – el chico comentó entre dientes una vez logro controlar su quejido – No sé cómo alguien como tú anda suelta en las calles – Añadió a lo que la chica dejó una carcajada.
– Que bien que pensemos igual – Está sonrió antes de retirar el cuchillo de repente, produciendo otro dolor del chico.
Calle observó el cuchillo y luego a los ojos de este, quien la miraba con ganas de matarla – Mírame todo lo que quieras pero eso no logrará matarme – Está comentó sería – ¿Donde esta Mario? – Preguntó sin apartar su mirada.
– ¿Por qué debería saber eso? – preguntó el chico con disgutos, desviando la mirada hacia el lado.
Un ardor horrible provino de su pierna, dejando escapar un quejido de dolor, desviando la mirada una vez más hacia la chica, viendo la pistola de agua que tenía está en ella, apuntandola en la herida.
– Tú sabes, es para que no se te infecte – Está comentó con una sonrisa finjida – ¿Dime donde esta? – Volvió a gruñir la chica.
Este se le quedó mirando con furia en los ojos, escupiendola en respuesta. Está hizo una mueca, presionando sus labios con fuerza mientras tranquilizaba las ganas de pasar aquel filo metálico, por el cuello del chico. Decidió volverlo a enterrar el arma blanca en el otro muslo, esta vez empujadolo más profundo, antes de quitarlo al instante.
– Te vas a desangrar, y no creo que Mario valga la pena, como para perder la vida por él – Está comentó con inocencia en sus palabras.
Este volvió a negarse, y fue el último intento, antes de volver a poner el paño en la boca del chico – Haces demasiado ruido para mi gusto – Está comentó con disgusto, y un poco irritada.
El cuchillo conoció la mayoría del cuerpo del chico, dejando cortés largos atraves de cuerpo, solo superficiales, pues no quería acabar con el tan deprisa. Una satisfacción enorme en la chica, al notar las expresiones de dolor en el chico.
– ¿Me piensas decir ahora? – comentó la chica, retirandole el paño al chico.
– Te mataré cuando salga de esto – Este dijo entre dientes, veneno en cada palabra.
– No antes que yo terminé contigo – está comentó desinteresada – Solo quiero saber dónde está tu querido amiga Mário – Está dijo simple – Pero me lo estás haciendo difícil – Está finalizó, levantándose del asiento.
– Si te digo, que ganaré a cambio – Este comentó levantando una ceja.
Calle lo observó – Una muerte menos dolorosa – Contestó hundiendo los hombros.
– No diré ni una palabra – Este finalizó, desviando la mirada hacia el lado.
La peli-gris sonrió, jugando una vez más con la pistola que tenía en la mano, disparando en cada una de los tajos que tenía el chico. Escuchando como éste gritaba a causa del ardor.
– ¡Calle! ¡Sebastián está aquí! – La voz del Señor Garzón se escuchó desde arriba de las escaleras.
– ¡Voy ahora! – Está respondió, levantándose del asiento – Es tu decisión, y piénsalo, no te mataré, pero si te haré sufrir – Está comentó dándole la espalda – Y si no quieres pasar por ese doloroso momento, más vale que digas, tic - toc el tiempo no va a esperar por ti – Terminó la amenaza, subiendo las escaleras, y cerrando la puerta a sus espaldas.
– La sangre no te pega – Comentó Sebastián al verla, de arriba abajo, observando las manchas en la ropa.
Calle hundió los hombros – ¿Tú crees que eso me importa? – Respondió con una sonrisa.
~ Fin del flashback ~
Poché se encontraba en silencio, analizando lo que Calle le estaba contando, intentando de cuadrar las cosas.
– Eso es horrible – Fue lo único que comentó observando a la chica al frente de ella.
La peli-gris negó con la cabeza – No lo mate – confesó terminando de tomarse el café, que ya se encontraba frío.
La peli-rosado la miró incrédula, no creyendo lo que había escuchado.
– ¿Al menos te dijo donde está? – Preguntó la chica, no sabiendo si debía preguntar o no.
Calle se levantó del asiento – Después de una semana, me lo contó, no te preocupes lo lleve al hospital, y ya se encuentra bien, pero lo eh dejado un poco traumado – Confesó, antes de mirar a la chica – No espero que me quieras, mis manos están demasiado manchadas para tu vida, pero solo quiero que esté a salvó, Mario está aquí, y no me marcharé hasta que lo encuentre – Está finalizó.
Observó la expresión de Poché, quien se tornó en un color más pálido, los recuerdos del pasado volviéndo la a amenazar, a lo que empezó a temblar.
Calle lo notó, y sin más camino hacia ella – Pochesita – comentó en un susurro, jalandola hacia su cuerpo, abrazándola – Prometo no dejar que más nada te pase a ti – prometió.
– Vámonos de aquí – Fue lo único que comentó le peli-rosado, con muchas preguntas en la mente.
«¿Debería aceptarla en mi vida con esa actitud? ¿Esto que acabe de escuchar afectará la forma en la que la vea? ¿Sería bueno tener a alguien así en mi vida? ¿Mario volverá detrás de mí? ¿Estaré segura? ¿Volveré a poder estar como si nada?» Las constantes preguntas hicieron que su cerebro se bloqueará en ese momento, causando un pequeño mareo en la chica.
– Lamento haberte hecho recordar – Calle susurró mirando al suelo, escondiendo sus ojos cristalizando se, y aguantando el nudo que se le estaba formando en la garganta.
Poché observó a la chica «Yo conozco a mí verdadera Calle, y es la unica que necesito, esto es solo una máscara para alguien más» afirmó en su mente, antes de sonreír – No te preocupes preciosa, el pasado siempre nos alcanza sin importar cuanto hemos avanzado, solo tendré que seguir adelante – está sonrió – pero esta vez estoy segura de que tengo a alguien conmigo – Confesó desviando la mirada hacia al frente.
– Esa persona... – Calle fue interrumpida, por el móvil de Poché que empezó a sonar.
La peli-rosado lo tomó – ¿Hola? – contestó, parpadeando al escuchar unos gritos enojados del otro lado de la línea.
– ¿Quien es? – preguntó la peli-gris.
– Es... –
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El destino de Cupido - Segundo Libro - [Editando]
FanfictionSecuela de El arte de cupido. "Y si el destino nos quiere juntos, no importa cuántas gente pase por nuestras vidas, al final del camino nos veremos juntos" Luego de dos años, el corazón de ambas chicas an dado un paró, a un sentimiento, que se escon...