Capítulo 31: Vuelo a Barcelona

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Maratón 5/?

Poché se levantó, con un dolor de cabeza horrible, y con un frío, que erizaba su piel, dejó su mano recorrer la cama, sintiendo que está estaba vacía, abriendo sus ojos, con pesadez se percató que se encontraba solo en esta.

– ¿Calle? – está comentó aguantandose la cabeza, mientras se sentaba.

La sábana deslizó exponiendo su cuerpo en el mismo momento que Calle abrió la puerta, con Alejo a sus espaldas.

– Wow, jamás la había visto sin ropa, de lo que me eh perdido – Este comentó no quitando la vista de encima de la chica.

Poché, al percatarse se cubito rápido con la sábana nuevamente, viendo como Calle agarraba al chico por la camisa y empujándolo contra la pared fuera de la habitación.

– No vuelvas a hacer un comentario de ese tipo, o juró que te romperé la boca – Está comentó entre dientes, soltando al chico, y entrando a la habitación, cerrando la puerta a sus espaldas.

– Lo lamento, tenía que prestar atención – Poché comentó, sin despegar la mirada de la cama.

Calle negó con la cabeza, caminando hacia la mesita de noche y tomando las pastillas y el vaso de agua que había dejado más temprano en este, y caminando hacia la cama.

– No es tu culpa, debí haber tocado antes – Está comentó, levantando la cabeza de la chica por el mentón, y regalando le un delicado beso – Toma, no quiero que me pequeña sufra migraña todo el día – Está finalizó entregándole laa pastillas y el vaso.

– ¿Cuando nos vamos? – Poché preguntó mientras se tomaba las pastillas.

– Faltan tres horas, pero si quieres comer algo, tienes que empezar a arreglarte – La peli-gris comentó.

Una vez esas palabras salieron de su boca, está se levantó apresurada – ¿Por qué no me levantaste? Aún faltan subir maletas, y terminar de coger mis cosas, me tardaré demasiado en arreglarme – Está comentó caminando de lado a lado al frente de la chica.

Calle solo soltó una risita, viendo asombrada el estado de la chica, y el hecho de que todavía siguiera sin ropa.

– ¿De que te ríes? Estoy hablando en serio – Poché se detuvo, un poco molesta.

– Poché, princesa – Calle comenzó levantándose de la cama, y acercándose a la chica – Si notarás a tu alrededor te darías cuenta de que ya no están las maletas, solo falta que tú lleves tu hermoso trasero y te deseo un baño – está comentó, agarrando una de las nalgas de la chica y dandole un apretón, mientras la jalaba hacia un beso.

– Está bien, está bien – Está comentó entre beso – Si no me sueltas, jamás saldremos de aquí – volvió a besar a la chica, antes de separarse de esta caminando hacia el baño.

– Una cosa – Calle comentó mirando hacia la chica, dejando sus ojos recorrer el cuerpo de esta – Ponte algo que te tapó muy bien – Está finalizo con una sonrisa satisfecha.

Poché levantó una cejas, confundida a los que está se refería, antes de mirar a su cuerpo, percatandose de las marcas de mordidas y chupetones en todo su cuerpo.

– ¡CALLE! – Está grito apenada.

La peli-gris solo empezó a reír, saliendo de la habitación, y cerrando la puerta a sus espaldas.

Media hora después, Poché salió de la habitación, con el abrigo de Calle, y una mahón negro, con unas botas marrones. Lo primero que hizo es mirar a la peli-gris con una mirada asesina,  y luego se puso a saludar a los otros, que todavía seguían en el apartamento.

– Poché, lamento lo del comentario, estuvo fuera de lugar – Alejó comentó mirando hacia el lado, no queriendo ver a la chica a los ojos.

– Acepto tu disculpa, pero no lo perdonó – Está comentó abrazándolo, y caminando hacia Calle.

– Oye Poché, ¿por qué llevas un abrigo puesto? Está haciendo demasiado calor – Sebastián sonrió de lado, viendo como las caras de las chicas se tornaban completamente rojas.

– Me estoy enfermando y siento frío – Está comentó deprisa, caminando hacia la puerta del apartamento.

– Con que esa es la nueva excusa – El chico burlo, viendo como Poché le sacaba el dedo del medio, mientras salía de la habitación.

Calle comenzó a reír – Chicos, hasta pronto, adiós – Está comentó siguiendo a la chica.

– Poché espérame – Calle comentó alcanzando a la chica.

– Lo odio, lo odio, lo odio, y te odio a ti – Poché murmuró entre dientes, una vez sintió a Calle cerca.

– ¿En serio me odias? – Calle preguntó levanta una ceja, curiosa.

– Si, Tengo calor, y no me lo puedo quitar por tu culpa, yo no te había dejado tantas marcas, sabes que – Está paro de golpe – Estás castigada por una semana – Está finalizó comenzando a caminar de nuevo.

– ¡¿Espera que?! ¿Por qué? – Calle suplico – Eres mala – sollozó – Eso no es justo, sabes que estaba bajó el efecto del alcohol, jamás te marcaría de esa forma – Está argumento.

Poché hundió los hombros – Toda acción tiene su consecuencia – está comentó desinteresada.

Calle gruño – A mi me duele la espalda y yo no eh comentado nada, me has dejado una marcas muy bellas, parece que eh peleado con un gato – Esta finalizó.

Su discusión se congeló al encontrarse con Erika, que las observaba con disgusto – Ugh, para completar con mi día, tuve que dañar mis ojos con este par – Está comentó irritada.

Poché la miró de arriba abajo, antes de seguirlo, y Calle sonrió – Deberías arrancarte los ojos, se te haría más fácil – Está comernos antes de seguirlo, tomando a Poché por el brazo – Oye, Erika esto va para ti – Está comentó, juntando los labios con los de la chica, antes de levantar la mano y sacar el dedo del medio.

Las horas pasaron desde ese momento, y luego de comer algo, ya se encontraban en el aeropuerto esperando a despegar. Se escucharon las instrucciones y el avión despegó, causando una emoción en ambas chicas, mientras obsevaban por la ventana como las cosas empezaban a ponerse miniaturas.

Calle observó a Poché por unos segundos, yla chica percatandose de esa acción.

– ¿Que? – Preguntó la chica en un susurró.

– Nada, solo pienso en lo afortunada que soy por tenerte – Calle comentó, dándole un beso a la chica.

El destino de Cupido - Segundo Libro - [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora