Capitulo 14: Aqui vamos otra vez

4.5K 382 17
                                    

Maratón 14/?

En el momento que se escuchó el disparo, Daniela miró hacia la puerta trasera del sitio, divisando a Matu en esta.

Por suerte la bala paso entre medio de ambas chica, traspasando la batería que se encontraba sola, pues la Natalia había brincado hacia el lado.

– ¿No podemos estar tranquilas por una vez? – Calle gruño, tomando el brazo de la peli-rosado – ¡Sebastián! ¡Vigila que nadie salga herido! Distraere a la chica – Está comentó dirigiéndose al chico, quien asintió corriendo entre la multitud, para abrir las puertas.

– ¡¿Ahora jugaremos al gato y el ratón?! – Grito Matu entre una risa sádica y maliciosa, apuntando una vez más a la chica, disparo nuevamente, la bala esta vez rosa do la espalda de Poché, quien era la que iba detrás.

Estás siguieron corriendo para la parte de atrás del escenario, donde se detuvieron intentando recuperar parte de su aliento, y tranquilizar sus corazones.

– Siempre hay una nueva tragedia cuando estamos juntas – Poché comentó entre dientes.

Calle la miró, y asintió – No entiendo el por qué, ya nuestras vidas parece una novela – Comentó mirando alrededor – Esconde te – fue lo último que dijo, empujándola a un almario que había.

– Creo haber ya salido como para que me vuelvan a meter a uno – Poché burlo.

– Poché, solo cállate – Calle comentó, antes de cerrar la puerta de este.

La peli-rosado miraba por entre las líneas horizontales que tenía este, viendo la que sucedía.

La puerta que se encontraba ahí, fue abierta dejando ver la figura alta de una chico.

– Vaya, vaya – Este empezó – No esperaba encontrarte por estos lares – Este sonrió.

– Deja el sarcasmo – Calle gruño, dando un paso hacia al frente, pero su acción se detuvo, una vez escuchó como recargaban la pistola detras de ella – No se cansan de este jueguito, ya nos hicieron suficiente daño, ya parenle y sigan con sus vidas – Está añadio irritada.

– ¿Entonces cuál sería la diversión en eso? – El chico sonrió de lado – Me quitaste a mi Poché, torturaste a mí mejor amigo, y le rompiste el corazón a mi hermana – Comentó mientras se acercaba a la chica, con tranquilidad – A parte de eso, me has causado unas cicatrices horrible ¿tú crees que te dejare así como si nada? –

– La única forma de que todo esto acabé, es, ¿si te mato? – Calle preguntó con inocencia, inclinando la cabeza hacia el lado como un perrito.

– Es posible, pero aún tendrías a Matu detrás de ti, y... Ah ya conocí a la nueva chica, ¿Erika? Sí, es buena gente, y tenemos algo en común, ambos te odiamos – Este sonrió señalando a su hermana – Vámonos de aquí – fue lo último que comentó.

Matu se acercó a la chica poniendo la punta de la pistola en la espalda de estas, obligando a la chica a caminar. Calle la miró con una cara de perro rabioso, pero no hizo nada acerca de eso, solo dejó que se la llevarán; pues significaría que Poché iba a poder salir de ahí sin ningún problema.

Una vez el trío desapareció del sitio, Poché salió del armario, observando la puerta incrédula a lo que había escuchado.

– ¿Poché? – La voz de Sebastián llamo su atención.

La nombrada se dió la vuelta, su expresión un poco confusa y perdida.

– ¿Donde esta Calle? – Este preguntó chasqueando los dedos en frente de esta.

Camila, y sus dos compañeras aparecieron unos segundos después, parándose al lado del chico, con preocupación en sus rostros.

– Se la acaban de llevar – comentó su voz quebrantandose – Se la acaban de llevar y no hice nada para impedirlo – comenzó a sollozar, cubriendo su rostro con las manos.

Camila camino hacia ella, jalandola hacia un abrazo, calmandola un poco, mientras susurraba que todo iba a estar bien en su oído.

– ¿Ella dijo que te escondieras? – Sebastián preguntó, la chica asintió – Está bien Poché, se hubiera molestado si hubieras hecho algo – Este comentó – Vámonos de aquí, tenemos que ir a buscarla, antes de que sea tarde – el chico añadió.

Los cinco salieron del sitio, Sebastián y Poché en un carro, y Camila, junto con las otras dos en otro.

– Tengo que hablar con Erika – Poché comentó de la nada, rompiendo el silencio, ya que ni música tenían puesto.

Sebastián la miró de reojo, levantando una ceja – ¿Eso por qué? – preguntó con curiosidad.

– Creo que ella tiene algo que ver con lo que ah sucedido hoy – Está pausó.

– ¿Cómo así? – Comentó el chico, frustrandose un poco, por la falta de información que la chica le estaba otorgando.

– Mario la mencionó, dijo que se conocieron, y ella desapareció antes de que ocurriera la sucedido, pues me había dicho que iba al baño pero nunca regreso – La peli-rosado comentó.

Sebastián asintió la cabeza – Sabes, a Calle desde el principio no le cayó bien esa chica – Este comentó hundiendo los hombros.

– ¿En serio? – Poché preguntó incrédula.

– Si – Este contestó simple, antes de dejar escapar un suspiro frustrado – Estos malditos me han dañado mi cita – Comentó golpenado el guía.

Poché levantó un ceja – ¿Cita? No qué estabas con Calle – Está comentó genuinamente confundida.

Sebastián miro hacia ella – Ella rompió conmigo – Comentó mirando hacia al frente – Me comentó que si seguía conmigo terminaría haciéndome dañó – comentó tranquilo.

– ¿Cómo asi? Calle jamás haría algo malo, a no ser necesario – Está comentó aun sin entender lo que sucedía.

Sebastián hundió los hombros una vez más – Ella tiene a otra persona en mente – fue lo único que comentó el chico, encendiendo el radia, pues ya no tenía más ganas de hablar, y el hecho de que su amiga estuviera perdida no ayudaba en nada.

Poché entendió la acción de chico, desviando su mirada hacia la ventana, dejando sus pensamientos tomar el mando en ese momento. Unos minutos pasaron, y al fin llegaron al apartamento, pero una vez en este se sorprendieron, al ver el que le correspondía a Poché apagado, y en silencio, el de Camila, estaba un poco desorganizado y el de Calle, estaba completamente destrozado.

– No sé que sentir sobre esto – Poché comentó sintiendo una tormenta de sentimientos en su interior, pues a los pies de ella se encontraba una foto de ella y Calle juntas en el suelo, y aunque había alguna vez sido un hermosa fotografía. En ese momento estaba marcada con tinta roja; una 'x' sobre el rostros de Calle.

El destino de Cupido - Segundo Libro - [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora