Capítulo 3: Encuentro desde lejos

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Maratón 3/?

Estos se detuvieron en un restaurante de comida rápida, cuyo nombre era Wendy's; pues ya habían perdido la mayoría  del día, y aún no comían.

– ¿Cuál canción deberíamos cantar esta vez? – Camila comentó, tomando asiento en una de las bancas cerca de la puerta.

– Estaba pensando cantar la que había escrito unas semanas atrás – Calle comentó, tomando el asiento al lado de la chica.

– ¿La correcta? – Juliana comentó sentándose al frente de Camila – No crees que deberíamos empezar con otra – Preguntó seguido.

– ¿Como cual? – La peli-gris comentó, desviando su mirada hacia el mostrador, viendo a Sebastián inclinado hablando con la empleada.

Está negó con la cabeza – Mujeriego – Susurró antes de volver su vista hacia sus amigas, quienes aún discutían el tema de la canción.

Al momento que la peli-gris iba a comentar, unas voces llamaron su atención, cuales estaban entrando al sitio.

Su mirada instantáneamente desviaron hacia la entrada, su vista se pauso en el grupo, pues había entrado una chica de pelo castaño, un chico con la mano rodeando el cuello de una chica con las puntas del pelo en color de rosa. Calle se le quedó mirando a la peli-rosado pues se le hacia bien conocida pero al llevar una gorra puesta se le hacia un poco difícil identificarla.

– Alejo, deja respirar a la chica – La castaña comentó entre risas viendo hacia la pareja.

El chico comenzó a reír – No le eh hecho nada – Comentó golpeándole la gorra a la peli-rosado, causando que está cayera al suelo.

– ¿Esa no es Poché? – Preguntó Camila, entrecerrado los ojos, al intentar de identificarla.

La peli-rosado empujó al chico entre risas, inclinándose y tomando la gorra, está se volteó al sentirse observada. Calle notó las acciones de la peli-rosado y se volteó a mirar para otro lado.

– ¿Poché? – Se escuchó provenir de un chico.

– ¡Sebastián! – La chica gritó, y en eso Calle volvió a mirar hacia el grupo.

Frunció el ceño, al ver como la peli-rosado le brincaba encima a Sebastián.

– ¡Poché tanto tiempo sin verte! ¿Cómo has estado? – Sebastián comentó con una sonrisa.

Poché se bajó de encima del chico, y presentó a su compañía, a lo que la peli-gris se levantó del asiento.

– Chicas, nos vemos en el apartamento, no me siento bien y se me a quitado el apetito – Comentó con una expresión sería, y disgusto.

Las chicas se quedaron calladas mientras veían como Calle se iba del lugar.

En eso Sebastián se iba acercando con Poché a sus espaldas y las otras dos nuevas personas.

– Mira chicas, a quien me encontré – Sebas comentó con una sonrisa, colocando la bandeja con la comida en la mesa.

– ¡Poché! No esperaba encontrarte tan pronto – Camila comentó, brincando por la mesa, cayendo encima de la peli-rosado.

– Está bien, está bien, pero no era para que me matarás – Poché comentó entre risas abrazando a la chica.

– Hola, soy Alejo, novio de Poché y esta es Erika – Comentó el chico nuevo en el grupo.

Sebastián reía, mientras observaba con Poché y Camila se levantaban del suelo, antes de mirar al asiento notando que faltaba alguien.

– Y ¿Calle? – Sebastián preguntó percatandose que ni la cartera estaba.

– ¿Calle vino con ustedes? – Poché preguntó curiosa, con una sonrisa nueva en su rostro.

Alejo levantó una ceja, observando a la menor, pues ni a él le había enseñado tal sonrisa.

– Por alguna razón se marchó, dijo que se sentía mal – Camila comentó sentándose una vez más en el asiento, esta vez al lado contrario, pues no tenía ganas de volver a brincar la mesa.

Poché observó hacia la puerta «¿Cómo puede ser que no la haya visto?» Se preguntó para si misma.

– ¿En serio? Pero si ella fue la más que peleó por qué tenía hambre – Sebastián comentó mirando la comida.

Camila y las chicas hundieron los hombros. Mientras montaban una conversación con Erika y Alejo.

Sebastián miro a Poché, y antes de poder hablar su celular empezó a sonar. Este sacó el móvil, y miró quien había llamado.

– Es Calle – Comentó viendo como se silenciaba la mesa, todos observandole, incluso Alejo, Erika y en especial Poché.

– Ponla en alta voz – comentó Camila a lo que esté asintió.

– Hola amor – Sebastián comentó, a lo que Poché levantó una ceja, mirándolo de mal gusto.

†No me vengas con esa, no estoy de humor† Calle gruño.

– Wow, ¿cálmate que ocurre? – Sebastián continuó algo preocupado, observando cómo todos ponían cada vez más atención.

†No lo sé, tenía miedo† Un suspiró fue escuchado †Me eh ido a pie, y me acordé que tenías mi llave, ¿Puedes traerme la?† Está finalizó.

– ¿Miedo de que? – Susurró Camila, llevando su vista hacia Poché, y luego hacia Sebastián.

– Dani, ¿de que tenías miedo? Y ¿no que tenías hambre? – Este preguntó pues.

Poché se estaba desesperando un poco, pues además de qué estaba de noche, la chica se encontraba sola, y sus amigos lo no hacían nada al respecto.

†Poché† La voz de Calle se escuchó, sacando a la peli-rosado de sus pensamientos, y notando que todos la estaban observando †No tengo aún el valor de verla, y no esperaba encontrarmela tan temprano, ¿Cómo se supone que deba reaccionar? Yo...† Sebastián desactivó el altavoz, y lo pulso en silenciador, para que la peli-gris no escuchará lo que iba a decir.

– Creo que ya escucharon suficiente, y de más – Sebastián comentó mientras se levantaba – Coman ustedes iré a entregarle la llaves y vuelvo – activó el silenciador – Ya voy – Fue lo único que comentó y colgó.

Poché vio como éste tomo las llaves y camino hacia la puerta – ¡Sebastián! – Está grito, haciendo que todos en la mesa dieran un brinco.

– ¿Que pasa Poché? – Este preguntó mirando hacia abajo.

– Déjame llevarsela yo – Comentó desviando su vista hacia el lado, nerviosamente moviendo su pie.

– Pochesita, ¿no íbamos a salir al antro después de aquí? – Erika comentó con un disgusto a la idea de que la chica fuera a ver a alguien que ella no conocía.

Poché desvío su mirada hacia su compañera de apartamento – Para la próxima – Fue lo que comentó antes de mirar al chico al frente de ella – Dame la dirección y la llave, yo se la llevó – repitió esta vez con determinación en su voz.

Sebastián levantó la mirada observando a Alejo, quien no parecía muy feliz por lo que sucedía.

El destino de Cupido - Segundo Libro - [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora