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Unos momentos antes.

Pov Jin

—¿Donde se fue? — ingresé a la enfermería, el médico me vio y sonrió un poco.

—Acaba de irse a su celda, ya puede caminar bien, no te preocupes. — me tranquilizó con la mirada.

—Oh, entiendo. Gracias por todo. — le sonreí al doctor.

—Es mi trabajo. — cerré la puerta y fui con rapidez hacia la celda que compartíamos yo y Jimin, él estaba ahí por suerte.

— Estoy de vuelta. — me sonrió y yo suspire aliviado. — ya me estaba hartando el olor de la enfermería, así que estoy aliviado de estar acá.

—Lo notaba, igualmente espero hayas dormido más cómodo en ese lugar que acá. — le sonreí para confortarlo, el asintió.

—Eso era lo único bueno. — me sonrió, sentí unos pasos cerca y me gire alertado. Después de lo que me dijo Nam, tenía que ser mucho más precavido que antes. Este lugar para nuestra mala suerte nuestra estaba llena de hombres que trabajan para los Min, no iba a dar mi brazo a torcer ante cualquiera de sus sucias estrategias.

Un guardia estaba frente a nosotros, me miraba a mí, y yo cohibido enfrente su mirada sin ápice de cobardía.

—Reo Kim, tiene visita. — lo miré confundido y asentí, miré a Jimin que parecía tan o más confundido que yo. — Busca a Hoseok, ¿si?

Él asintió y yo solo sentí como me esposaban para llevarme hacia la sala de visitas, solo que a un sector diferente.

Era un salón reservado solo para familiares o parejas, creo que desde hace unos días lo habían habilitado debido a que los familiares exigían poder estar con los prisioneros.

¿Por qué yo estaba acá?

Me quitó las esposas y me hicieron sentarme en una silla frente a una mesa con otra silla más.

—Seokjin, hermano. — miré al frente tras sentir la voz femenina, alcé mi vista sin poder creer que estaba ahí frente a mi Kim Yerim, mi hermana.

—Y-Yerim. — se había cortado su cabello y ahora estaba un poco más claro. — Estás viva. — dije incrédulo, ella se sentó frente a mí con sus mejillas húmedas.

—Claro que sí, bobo. — esbozo una ligera sonrisa mientras soltaba más lágrimas. — no tienes idea de lo mucho que te he extrañado, hermano.

—¿C-Cómo? — no podía asimilar lo que veía, estaba ahí, mi amada hermana, viva y feliz.

—Me costó pero lo logré, sonríe para mi por favor. — tomó mi mano con suma ternura y la acarició. — salir de ese lugar realmente me costó muchísimo, ese enfermo me dejó encerrada desde el día que te fuiste, en mi habitación. No quería que me fuera a buscarte o ayudarte por ningún motivo, no tenía la fuerza para intentar irme o golpearlo. — la miraba todavía incrédulo. — Uno de aquellos días él se descuido y dejó sin seguro mi habitación, agarré el dinero que pude junto con un celular que vi en la mesa y corrí como nunca antes, tan lejos como pudiera de ese infierno. Llegué a una estación de buses y viaje hasta acá y recordé a Sooyoung, mi amiga que vivía en Busan. Encontré su casa y ella me dio un espacio en su hogar, gracias a ella pude venir hasta acá.

—¿Ese hijo de puta te tocó Yeri? — la mire preocupado, ella bajó su mirada. — prometo que voy a salir de acá para asesinarlo por tocarte, no me importa regresar acá.

—No digas eso Seok. — su mirada reflejaba angustia. — ¿Sabes lo mucho que me has hecho falta? Tus abrazos y tus palabras. Estas acá encerrado como una rata, en este horrible lugar. — bajó su mirada. — lo siento...

Caught | Kookmin | Temporada Dos ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora