La imponente figura del pelinegro hizo presencia en el lugar, con un raspón en su mejilla y con una mirada implacable de odio hacia el rubio, que a su vez lo observaba pasmado agarrando firmemente el cuchillo en su mano derecha y tomando tanto el pelirrojo como al castaño bajo su amenaza.
—¿Nunca aprendes, Yoongi? — Jimin estaba plantado al lado de Jungkook escuchándolo aún pasmado, malherido, pero decidido con una navaja en su mano derecha evitando demostrar su preocupación. Estaba aterrado y no podía evitar sentir mil cosas al mismo tiempo.
La verdad ni él comprendía del todo como la situación había dado un cambio tan drástico, solo sabía que estaba tirado en el suelo, evitando perder la consciencia cuando vió la silueta de Jungkook en el marco de la puerta, sigiloso e imponente (lo admitía, tuvo ganas de llorar de emoción en ese momento, pero por razones obvias lo contuvo como pudo) que con un simple gesto de silencio le indicó todo lo que necesitaba saber tras brindarle una cálida sonrisa.
Esas sonrisas que solo él sabía darles.
—¡Ahora tienes agallas, Jimin! ¿Cuándo llega el imbécil que te doméstico? — los cabellos del rubio estaban revueltos, él mismo desordenaba estos de manera frenética sin dejar de posar el filo de la cuchilla en el cuello de Hoseok y mantener a raya a Taehyung. — ¡Solo son ustedes dos! ¿Van a empezar a darme una demostración de como pudiste ser domado?
—Cierra la puta boca Yoongi, estás muerto. — la voz de Jeon era filosa y fría, un escalofrío cubrió la espina dorsal de Yoongi que evitó mostrarse temeroso y pateó a Taehyung hacía una esquina para poder sostener mejor la navaja contra el cuello de Hoseok que forcejeaba de manera inútil.
—Taehyung está muerto si sigues jodiendo, huérfano de mierda. — la mirada de Jungkook se dirigió preocupada al cuerpo moribundo del pelirrojo. — Son sólo los dos.
— Cuatro en realidad. — la voz imponente de Namjoon se abrió paso en la habitación que trataba de mantener la tranquilidad a pesar de ver a su hermano agonizar en el suelo, portaba un arma y Seokjin venía tras el igual de determinado. — Termina esto de una vez y tal vez consideremos no descuartizarte, hijo de puta.
—¡Soy un hijo de puta! ¡Mi madre era una perra que por no saber comportarse y terminó muerta en frente mío! Las perras de mierda terminan así ¿no lo ves acaso? — el pie de Yoongi se posicionó sobre el pecho herido de Taehyung que apenas y se quejó en un suave susurro, su pecho subía cada vez más lentamente. — Me encantaría hacer lo mismo con cada uno de ustedes y sobretodo tú Jimin, detesto ver esa mirada en ti.
—Detestame, no creo que lo hagas más que yo lo hago contigo. — el pelirosa se acercó peligrosamente a lo que el rubio se alejo instintivamente. — Te encantaría verme lloriquear, arrodillarme y suplicarte piedad, pero ¿sabes? No estoy para tu mierda. — los ojos de Yoongi contemplaban consternado al mejor. — Encerrarme me hizo lo que soy ahora, creaste si es que quieres creerlo así un arma de doble filo. — los ojos desorbitados de el rubio contemplaban a lo que solía ser su creación.
Lo había hecho por completo, moldeado a la perfección dándole la felicidad que le arrebataria, dejándolo solo sabiendo y confiando que todo acabaría de lo peor para aquel experimento que había puesto en marcha. Pasaba las noches feliz pensando en su desgracia, confiaba en que lo llamarían para ir a recoger su cuerpo pero ¿esto?
—¿Enloqueciste, Jimin? — la voz del rubio apenas salió como un basto susurro, Hoseok soltó un quejido áspero al sentir el filo de la navaja enterrarse por poco en su cuello. —
— Quien decide que eres soy yo, quien decide cuando mueres soy yo. — el pelirosa lo miraba asqueado, con sus manos temblorosas a pesar de su determinación. — Y te quiero muerto ahora.
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Caught | Kookmin | Temporada Dos ♡
Fanfiction❝¿Se puede escribir un nuevo capítulo? La vida tras las rejas es mucho más difícil de lo que se piensa. Jimin no quiere olvidar y sus días se vuelven más y más opacos. ¿Quién será capaz de agregar un colorido a estos? ¿Él? Debía ser una broma de...
