Caught | Kookmin | Temporada Dos ♡

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Pov Jimin

Acompañé a Jungkook a dejar a Jin junto a Namjoon en su celda. Abracé con fuerza al castaño y le dediqué una cálida sonrisa.

—Espero te vaya bien... — canturee con una sonrisa de lado. Él río y me dedicó una última sonrisa.

—Cualquier cosa tu sabes que aquí estaré yo, te quiero Jiminnie. — reí ante el apodo y asentí con mi cabeza.

—Yo también. — sonreí y dejé que avanzará hasta internarse en la fría celda que seguro se volvería más cálida en algunos minutos.

Oh vamos ya saben a lo que me refiero.

—¿De qué te ríes? — miré de reojo al pelinegro y frunci mis labios evitando seguir riendo. Había olvidado que iba a estar solo junto a él durante toda la noche, momento que partía desde ahora.

—N-Nada. — intente no mirarlo mientras dejaba con llave la celda. Él solo suspiro y yo hice lo mismo.

—Vamos Park. — el apellido resonaba en mi cabeza de manera molesta, ni siquiera sabía de donde provenía. Era un huérfano y Park era como una sombra que siempre me perseguía.

—Aquí es. — el chirrido no fue tan molesto como creí e incluso por un momento el lugar se vio más acogedor de lo que realmente era o tal vez era mi subconsciente convenciendome de que no todo estaba tan mal y podría ser peor considerando las circunstancias. Entré con rapidez y solo minutos después el moreno estaba sentado en la única cama que había en el lugar.

—¿Vamos a dormir...? — señalé la cama con mi cabeza y él solo asintió mientras buscaba algo en su bolsillo. Suspiré y me senté cerca de la cama en el suelo para mirar por la ventana, supongo que era lo único que me quedaba por hacer a menos que quisiera hablar de la vida con Jungkook, cosa que parecía poco realista considerando las circunstancias que nos envolvian a ambos.

Arrugue mi nariz ante el olor a tabaco, no sé porqué no me sorprendía, después de todo era una de las actividades favoritas del pelinegro. Pero aún así ¿en un espacio cerrado?

—¿En serio fumarás acá? Ni siquiera puede circular bien la ventana es diminuta. — murmure con mi ceño fruncido. Vi como expulsaba el humo por su boca y se detenía a verme arqueando su ceja derecha, la que tenía el piercing.

—¿Qué más haría? — arrugue nuevamente mi nariz y dejé mi cabeza en la pared para mirarlo.

—Romper este silencio porque te aseguro que no durará mucho... — vi sus ojos bien abiertos de sorpresa por mis palabras, sonreí sutilmente. — Ya sabes a que me refiero, sería incómodo no admitirlo. Todos saben lo que hace una pareja cuando está sola.

Vi algo parecido a una sonrisa inundar sus labios.

—Claro que lo sé, Park. — apagó el cigarro con su dedo índice para luego dejarlo en el suelo. — ahora el tema es como evitamos el ruido inevitable, el ruido del amor si lo prefieres llamar así.

Solté una risita ante su comentario, me miró de reojo algo cohibido nuevamente viendo esa pequeña sonrisa inundar sus labios. Creo que me gustaba ver esa sonrisa.

Me acomodé mejor en la pared y miré mejor a Jeon con una valentía que salía de mi ser de una manera inexplicable. Hace solo horas no podía verlo bien a la cara y ahora incluso podía analizar el rostro ajeno como si el tiempo del mundo estuviera a mi merced.

Mechones rebeldes color ceniza oscura, ojos prufundos como un abismo aunque tan preciosos, preciosos como la luz de la luna que inundaba los lugares más recónditos en la vaga oscuridad. Un piercing que adornaba su ceja derecha