Caught | Kookmin | Temporada Dos ♡

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Pov Taehyung

Un mes después.

—¿Tienes todo? — Jimin estaba junto a mi mientras que Seokjin estaba junto a Hoseok ayudándolo a buscar un regalo que le había hecho el mayor tras su primer año en la prisión y que el despistado de mi novio había perdido.

—Creo... — dudé viendo el bolso con pocas pero valiosas pertenencias, como el collar de Jimin y un anillo que Hoseok había fabricado para mi con un trozo de madera con una flor incrustada al medio (podía parecer una ridiculez, pero ese día había llorado de felicidad mientras ponía el anillo en mi dedo índice como si me estuviera pidiendo matrimonio). — Es mañana Jimin, y pareciera que nada de lo que pasa realmente fuera real.

—¿También te refieres a lo que le pasó a Yoongi, cierto? — asentí brevemente y sentí un dolor en mi pecho, no era un rumor y estaba en boca de todos su suicidio y el como se quiso reservar la entrega del cuerpo a la familia, la huida de ese asqueroso viejo fuera del país. Según las malas lenguas lo encontraron inconsciente y tirado en la sala de estar con sangre brotando de ambas muñecas, su cuello maltratado denotando que se había ahorcado.

Ese maldito demonio.

—Sabes Tae, ¿y si no estuviera muerto? He dudado muchismo de que en realidad haya hecho algo como eso, menos cuando estaba consiguiendo jodernos la existencia y más que haya removido mi condena antes de eso. — murmuró mirándome mientras lágrimas brotaban de sus ojos. — No quería y no pretendía ser libre de esta manera, quería verlo arrepentirse, dios odio toda esta maldita situación. — sollozo, me senté a su lado haciendo a un lado los bolsos de ambos pues mañana ambos saldríamos en libertad.

De manera sorpresiva y tomando desprevenidos a todos, Min revocó la acusación hacia Jimin, la cual se evaluó en la corte determinando su libertad de manera inmediata aunque con un arresto condicional mínimo de un mes que tendría que cumplir claramente junto a nosotros que nos encontrábamos curiosamente en una situación parecida.

Todo lucía tan desconcertante de un minuto para otro, como si estuviéramos viviendo en otra realidad y no la que frecuentabamos a diario.

—Mi pequeño... — susurre con lentitud y lo arrope en mi brazos. — Todo sucedió tan rápido, que vayamos a ser libres los tres de un día para otro y que gracias a mi libertad hubo una reducción de condena para Nam y Jungkook. — él asintió en mis brazos y sollozo. — ¿Te duele separarte de Kook, cierto?

—Es extraño que prefiera quedarme en este infierno que a separarme de él. — murmuró y me miró con sus ojos llorosos, aparte las lágrimas que amenzaban por caer por su rostro. — Lo necesito tanto y todo esto tan de la nada solo hace que me sienta más y más abrumado.

—¿También sientes esa extrañeza? — asintió y me miró dando a entender que continuará. — Es todo tan perfecto de un día para otro y eso me hace sentir raro, como si no tuviera que pasar, pero nada puede evitarlo. — medite y sentí el odio llenarme al acordarme de Yoongi. — no puede ser que ese maldito este muerto, porque todavía siento un odio imborrable acá. — deslize lentamente mi mano sobre mi corazón y dejé caer una lágrima, Jimin se acurrucó más en mis brazos tratando de confortarme de alguna manera.

—Tae, algún día tendremos justicia. — le sonreí al menor que me dio suaves caricias en mi rostro para alegrarme. — Seamos felices desde ahora, tratemos de iniciar de nuevo tú junto a Hobi y yo allá afuera esperando el momento en el cual Jungkook al fin pueda estar a mi lado a diario. Luchemos por nosotros para que algún día podamos olvidarnos de todo el dolor.

—Vas a hacerme llorar, bobo. — solloze y lo abracé sintiendo como mi corazón se estrujaba. Me separé de él y le sonreí. — Ve con Jungkook, debe estar esperándote para estar todo el día pegado a ti.