El móvil deja de sonar cuando el juez cancela la llamada.
-¿Qué tiene que decir al respecto, señorita Load? -El juez le lanza una mirada acusadora. Está acabada.
Chanel se limita a negar con la cabeza y rendirse.
-Su señoría, estamos aquí para determinar al culpable de la agresión de Chanel. No para verificar que ella le llamara o no. -Alex no duda ni un segundo en defenderla.
-Esta prueba puede decir muchas cosas sobre las demás, señor Brook. -El juez entrelaza sus dedos sobre la mesa. -Bien. Mando a llamar a la señorita Chanel Load. Suba al estrado, porfavor.
Devon y Chanel se levantan e intercambian sitios.
Yo me quedo de pie observando cómo Devon se desabrocha el botón de su traje y se sienta. Le miro con anhelo, es lo único que puedo sentir después de una semana sin verle y después de su actitud ignorante hacia mí.
Me centro en Chanel y preparo mentalmente mi pregunta.
-Bien, señorita Load. Dado a que hemos visto que efectivamente usted llamaba constantemente a Devon, díganos, ¿por qué? -Su mirada fulminante sobre mí no me impresiona.
Se toma unos segundos para responder.
-Nunca me contestó. -Frunzo el ceño y miro al Juez.
-Responda a lo que se le pregunta, señorita. -Miro a Chanel y noto cómo se muerde el interior de su mejilla.
-Quería explicaciones. Quería saber por qué lo había hecho. Si alguna vez me había querido. Pero con su rechazo me lo dijo todo. No le importaba en absoluto. Él solo me había despreciado. -Sus lágrimas de cocodrilo me enfadan. -No le importó dejarme en aquel callejón malherida. -Sorbe su nariz.
Una actuación bastante convincente.
Yo ya no podía hacer nada más. No tenía testigos, no tenía más preguntas. Solo quería abrazar a Devon.
Su respuesta había roto todos mis esquemas.
-Si no hay más preguntas, señor Brook, adelante.
Con un peso enorme sobre mis hombros, me siento al lado de Devon. Puedo escuchar su respiración pesada.
Sus manos sobre la mesa, quiero tocarlas.
Levanto mi mano y la deslizo discretamente por la mesa mirando como Alex hace su trabajo. Apenas le rozo cuando Devon aparta su mano como si mi contacto con él quemara.
Le miro sorprendida. No entiendo qué le pasa. Sé que no es el momento idóneo para ponerse cariñoso, pero joder, un pequeño roce al menos, una mirada que me transmita que me quiere, algo.
Alex termina con sus preguntas. Todo está acabado. Y como si la vida me quisiera machacar más, el juez habla.
-Ahora se procederá a llamar uno por uno a los testigos de la demandante. -Giro mi cabeza y veo como Lyra camina con paso decidido.
Devon sigue mirando al frente, pero cuando Lyra se cruza en su campo de visión, cierra sus ojos y sus puños.
-Yo le conocí hace muchos años. -Comienza a hablar. -Me llegué a enamorar de él. Pero él lo único que hacía era ignorarme y rechazarme. Puede que no fuera algo físico, pero si psicológico. Él me destrozó psicológicamente. No sabía que llegara tan lejos con Chanel. Él no sabe respetar a las mujeres. -Finaliza y miro cómo Devon aprieta sus dientes haciendo que su mandíbula se defina.
Miro con nerviosismo al psicólogo que hay en la sala, éste mira atentamente a Devon y anota en su libreta. Maldita sea.
Pongo mi mano sobre su hombro para que se relaje, pero no sirve de mucho, pues me aparta la mano de un manotazo. Vuelvo mi mirada al psicólogo quien le mira con desaprobación negando con la cabeza.
Lyra se levanta y se va.
-La última testigo es Nina Soley. -Abro mis ojos sorprendida y giro mi cabeza bruscamente.
Nina avanza por el pasillo, yo intento buscar su mirada pero la tiene sobre el suelo.
Se sienta y suspira.
-Yo me acosté con Devon. No puedo decir que me enamoré de él. Pero si puedo decir que apenas tuvo consideración conmigo. -La miro con incredulidad. ¿Nina? ¿Qué haces? -Un día nos volvimos a reencontrar y ni siquiera me saludó. Ni siquiera me reconoció. Lo único que puedo decir con certeza es que Devon es incapaz de amar. -Su testimonio es tan corto como convincente, lo suficiente como para que el jurado empiece a especular.
-Ahora el jurado procederá a debatir la declaración del acusado. -Finaliza el juez con un par de mazazos.
El jurado se levanta y se mete en una sala.
Mis esperanzas por los suelos, mis ilusiones hechas trizas, y lo más importante, Devon en la cuerda floja.
Se apoya en el respaldo de su silla y se cruza de brazos, con la mirada fija en algún punto imaginario.
Quiero decirle algo, quiero gritarle, quiero replicarle porqué no me habla, quiero besarle...
Un nudo se forma en mi garganta minutos después cuando el jurado sale y se sienta de nuevo en los bancos.
El portavoz se levanta y un silencio atroz me vuelve nerviosa.
-¿Cómo se declara al acusado? -Cuestiona el juez. Aunque a estas alturas creo que todos en esta sala sabemos la respuesta.
-Al acusado se le declara... -Deja unos segundos de tensión. -Culpable.
El mundo se me cae a los pies, escucharlo en voz alta era más duro de lo que me esperaba.
-El culpable cumplirá cinco años en prisión y sin fianza. Además, el culpable tendrá que pagar cinco mil dólares a la demandante por los daños causados. Se levanta la sesión.
¿Nunca os ha pasado que un momento te puede pasar a cámara lenta? Pues eso es lo que me pasaba ahora mismo.
Los dos golpes del juez con el mazo pasaron con una lentitud infinita, no quería creer que así acabaría todo.
Giro mi cabeza mientras todos nos levantamos.
La policía acude en busca de Devon quien mantiene los ojos cerrados mientras le llevan hacia la sala. Le sigo con la mirada sin la esperanza de que me mire por última vez.
Pero lo hace. Gira ligeramente su cabeza y sus ojos buscan los míos. Nada. Su mirada no me transmite absolutamente nada. Ni desconfianza, ni decepción, ni preocupación... Ni amor.
Una lágrima cae por mi mejilla mientras Devon cruza el umbral de la puerta.
Devon sí es capaz de amar, yo lo sé.
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Demandado [Venganza #1]
Romance《Me levanto y le abrazo sin más. Le abrazo porque lo necesita, porque lo necesito. Segundos después siento que sus brazos me rodean y parece aferrarse a mí. -No es justo que sea yo quien vaya a la cárcel. -Su voz apagada me mata. No puedo evitar q...