27° Dormidos ✅

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Batía los huevos en un bol con la mirada perdida, pensando en lo que le podría haber hecho Mikel a Devon. Algo bueno estaba claro que no.

Dudaba si sacar el tema en la cena, no creo que sea la mejor opción.

—Tu comida. —Le pongo el plato en la mesa.

—Señoras y señores, la gran chef nos deleita hoy con su gran especialidad, ¡la tortilla! —Imita la voz de un presentador.

—Si no te gusta puedes levantarte y cocinar Tú... Ah no...

—Que no te puedes levantar... —Decimos al unisono. —Muy graciosa, pequeña. Además, si que me puedo levantar... Solo que me duele. —¿Pequeña?

—Es más de lo mismo.

Empezamos a comer y unos minutos después Devon hace una mueca de asco.

—Oye, un poco más de consideración, que te he hecho la comida. —Digo algo ofendida.

—No, no... Si está muy bueno, solo que... —Saca la punta de la lengua y lleva sus dedos hacia ella. —No sé si sabes que la cáscara no se come. —Ríe enseñándome los pequeños trozos de cáscara que acaba de sacar de su boca.

—¿Ah no? Siempre he pensado que le da un toque crujiente. —Bromeo. 

—Y no te lo niego. —Reímos.

—Anda no seas quejica y come.

Terminamos de comer y Devon hace el esfuerzo de levantarse y fregar los platos.

—No tienes por que...

—Sí que tengo, tu has cocinado, ahora me toca a mi lavar los platos. —Me quedo en silencio observando cómo los lava.

Cuando termina de lavar se sienta en el sofá conmigo.

—Gracias por lavar los platos, pero creo que el lavavajillas que tengo lo hace todo más fácil. —Sigo haciendo zapping.

De reojo veo como Devon gira su cabeza hacia mí con la boca abierta, estoy intentando con todas mis fuerzas no reírme. 

—Serás...—Se abalanza sobre mí y empieza a hacerme cosquillas.

Bueno, al menos lo intenta.

—Campeón, yo no tengo cosquillas. —Le digo seria mientras sigue intentando hacerme cosquillas.

—¿Eres un robot? Todo el mundo tiene cosquillas. —Me mira interrogativo.

—Ya, pero es que yo no soy como todo el mundo.  —Le guiño un ojo.

Me mira con los ojos entrecerrados.

—¿Qué? —Pregunto.

—Encontraré tu punto débil. —Alega antes de retirarse y sentarse.

—Suerte... ¿Vemos una peli? —Propongo.

—Vale, la elijo yo. —Me quita el mando y empieza a toquetearlo. —¿Cómo... Cómo se pone la peli? —Pregunta con una carita triste.

Río y le quito el mando.

—Trae anda. Mira, le das a este botón... Y luego pulsas ahí. Y ¡voila! Ahí está.

Me vuelve a quitar el mando de las manos y empieza a mirar las distintas pelis que hay.

—Te aviso que no voy a elegir una de amor. —Me mira amenazante.

—Me sorprendería si lo hicieras. Además, a mí tampoco me gustan. Soy más de películas de terror.

—Una pena, yo soy de las de acción.

Demandado [Venganza #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora