Viernes - Sangriento

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Tucker no ha mostrado ninguna expresión ni movimiento después de que Tweek le dijera que le había sido "infiel". El rubio no ha dejado de temblar y de sentirse mareado. Lo sabe. Sabe que ha provocado un caos interior en el pelinegro, que no sabe cómo reparar.

Sus pensamientos vuelan hacia el pasado, justo donde una situación parecida había ocurrido. Pero en aquella ocasión, era Craig el que había sido "infiel". Aunque, la situación fue arreglada y olvidada. A veces, sin querer, Tweek recordaba aquella época dónde Craig pasó demasiado tiempo con Thomas. Siempre supo que ese chico con síndrome del no-sé-qué le tenía ganas a su pelinegro. Por suerte, Craig terminó su relación de amistad con Thomas por las buenas, al verle llorar con tanto sentimiento un día de verano.

Las cosas no serían iguales ahora. Sobre todo porque sabe que sí hubo infidelidad y no con uno, si no con varios.

Las ganas de llorar y gritar ante la desesperación le jugaron en contra a Tweek, quien sollozó ante la mirada fría y seria que le otorgaba Tucker.

El pelinegro volvió en sí ante el lloriqueo del rubio y frunció el ceño.

¿Su rayito de sol le había sido infiel?

Al carajo todo.


– ¿Con quién fue? –preguntó con una voz ronca e intimidante.

El blondo se quedó pasmado. No esperaba esa pregunta. Su mirada vagó por todos lados buscando la salvación que nunca llegó.

– Te he hecho una jodida pregunta, Tweek –la voz sonaba más fuerte y más encabronada. – ¿Con quién mierda te has metido? –las malas palabras daban aviso a Tweak de que su chico no estaba para contemplaciones.

– Bueno... yo... él... –el ex cafeinómano empezó a toser de los nervios. Logrando enojar más al pelinegro.

Simplemente no podía. No podía decir ningún nombre. Tenía siete en mente pero no quería verlos muertos, que su chico estuviera en la cárcel por su culpa y que el gobierno lo tache de puta. Demasiada presión.

Craig perdía más la paciencia por cada segundo, los titubeos que el rubio le daba no ayudaban. Lo cogió agresivamente del brazo y le repitió la pregunta gritando. Tweek quiso alejarse, pero entre temblar e intentar no desfallecer ahí mismo, la fuerza no le daba para más esfuerzo. La cabeza le empezó a doler y su rostro enrojeció. Otra vez la fiebre le subía sin control.

Lo más probable era que la fiebre le venía por culpa de la presión. Nunca le había pasado algo así antes y, sinceramente, ya no le sorprendía.

Los pensamientos de Craig estaban en completo desorden. No sabía qué sentir, pero si sabía qué hacer. Necesitaba desfogarse, necesitaba destruir algo; pero no quería lastimar a su honey. Él no era ningún abusador.

...

¿O sí?

No supo en que momento su brazo su levantó y su mano formó un puño. Estaba a punto de propinarle un golpe a quien tanto amaba. Cerró los ojos y se dejó llevar por sus impulsos.

Pero el golpe nunca llegó.

Craig se sorprendió al ver como varios intrusos interferían entre Tweek y él.

Token y Clyde cogían del brazo a un muy enojado Tucker; mientras Stan, Kyle, Pete, Kenny y Christophe se mantenían delante del rubio paranoico para defenderlo.

El casanova del grupo sostuvo entre sus brazos a un muy mareado Tweak. Kenneth pudo sentir la calentura del blondo menor y el cómo su cuerpo no dejaba de temblar, por lo que lo cargo entre sus brazos; acción que no le gustó para nada a Craig.

El deseo de las asiáticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora