Capítulo Veintidós.

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A la mañana siguiente, Grady y Melissa estaban sentados a la mesa de la cocina tomando el desayuno cuando Melissa oyó que una furgoneta se acercaba.

El niño también lo oyó y saltó de la mesa para ver quién era.

-¡Es Niall! -gritó corriendo fuera. Melissa dejó la servilleta sobre la mesa y fue tras él.

-Grady, espera, ¡estás en pijama! -le dijo.

Pero Grady siguió corriendo, descalzo, hasta que llegó junto a Niall.

Melissa suspiró resignada y lo siguió.

-¡Hola, Niall! -saludó el pequeño-. ¿Puedo montar a Molly?

-Supongo que sí -contestó Niall.

-Pero si no está vestido -objetó Melissa llegando junto a ellos.

-La verdad es que no vas vestido como un vaquero -dijo Niall mirando al pequeño de arriba abajo-, pero no creo que eso le importe a la vieja Molly. Voy a sacarla, espérame junto a la valla.

Al oír aquello, Grady salió disparado como un rayo. Melissa volvió a suspirar y volvió a seguirlo.

-Haz exactamente lo que Niall te diga -le indicó a su hijo.

-Mamá, por favor, que sé montar a caballo perfectamente -se quejó el niño.

-Sólo has montado dos veces y no eran caballos sino ponys y estaban atados -le recordó Melissa.

-Pero los monté, ¿no? Melissa puso los ojos en blanco y miró a Niall.

-No tiene mucha experiencia.

-No pasa nada, todo irá bien -contestó Niall.

Dicho aquello, tomó a Grady en brazos y lo colocó sobre la yegua.

-Agárrate a las crines -le indicó colocándole las riendas a Molly-. ¿Estás listo, vaquero?

Grady asintió emocionado.

Melissa se quedó mirándolos un rato, pero, al ver que todo iba bien, decidió dejarlos a solas.

-Me voy dentro, que tengo cosas que hacer -le dijo a Niall -. Cuando se haya cansado de montar, mándamelo a casa para que lo vista.

-Muy bien -contestó Niall -. Grady, ¿quieres que pongamos a Molly al galope? -le dijo al niño en cuanto su madre se hubo dado la vuelta.

-¡Niall Horan! -exclamó Melissa mirándolo furibunda-. ¡No te atrevas a hacer nada parecido!

Niall sonrió y la señaló con el dedo índice, haciendo como que le disparaba.

-Te he engañado.

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