Capítulo 20

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Cuando Fausto llegó con Distrolia al desierto, Enchanted emergió desde la arena, y entonces se dirigió hacia ellos. Sus palabras se escuchaban muy amenazantes.

—¡Si vienen aquí para ayudar al tonto de Domicio, es mejor que se regresen de donde vinieron!

—¡Hay tranquilízate bebé! —exclamó Distrolia, harta de ver a su ex compañero.

—Vinimos aquí para destruir tu demencia ¡Solo deja a Domicio libre y nos iremos! —dijo Fausto, con un tono de autoridad.

—Es mala idea, ¡los destruiré a todos ustedes, gatos miserables! —dijo Enchanted, invocando los poderes de los Gatos de Cristal.

—No quiero oírlo más, ¡me causa mucho estrés! — dijo Distrolia, un poco molesta.

Cuando Enchanted se dirigía hacia ellos, en ese momento, llegó Khamal. Y Enchanted al verlo, le introdujo la espada en un costado de su cuerpo. Distrolia desesperada, intenta alejar a Enchanted de Khamal, sin embargo, el dios maligno, removió un poco más su espada, con el fin de acabar con su vida. Entonces, ella cayó al suelo, aferrándose al cuerpo herido de Khamal.

Fausto al ver la triste escena, sacó la espada de Opal y se dirigió hacia Enchanted, pero solo logró darle un golpe en la cabeza, que lo dejó mareado. Solo quedaba Fausto y Enchanted, porque Distrolia se quedó junto a Khamal buscando la forma para que pudiera respirar. Y cuando todo parecía acabarse, llegó Cebeles y Angelo Di Lion, como refuerzos. Angelo se llevó a Distrolia y a Khamal al hospital, mientras que Fausto y Cebeles enfrentaron solos a Enchanted.

—Hijo, se me olvidó entregarte esto, ¡atrápalo! — dijo Cebeles.

—¿Qué es esto? —preguntó Fausto, quien miraba aquel objeto.

—¡Eso es el corazón de Enchanted,esa es la única debilidad que tiene. Debes romperlo en mil pedazos antes de quelo posea, así Enchanted se rendirá fácilmente!, ¡es la única manera devencerlo! —dijo Cebeles, retirándose del lugar.    

Los MisugatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora