La cita - Jori

Capítulo 16

- ¿Vas a llevarme a las orillas de la ciudad y te des harás de mí? - Pregunte medio en broma.

- Tal vez... - Dijo con una expresión de tranquilidad mientras miraba fijamente el camino.

Miré de nuevo hacia el frente también. No podía estar hablando en serio.

¿O sí?

- Voy a llevarte a tu casa para que te seques y no mueras de una pulmonía, genio - Dijo rodando los ojos.

Internamente suspire con alivio.

- Bueno... Te lo agradezco -

El resto del camino hasta mi casa fue silencioso, excepto por el sonido de la lluvia que no se detenía.

Tal vez debería preguntar a qué se había referido Jade con "Un grave problema" pero me preocupaba que su respuesta fuera de alguna manera a terminar con... Lo que sea que tuviéramos en este momento. Y tal vez era una idiota al pensar que había "algo" en este momento.

- Adoro la lluvia ¿Sabes? - Dijo con melancolía cuando nos detuvimos en un semáforo. - Es tan gris -

La observé mientras miraba por la ventana, me gustaba la manera en la que hablaba de algo que disfrutaba, como la noche en el Nozu cuando enumeraba sus series favoritas.

Me gustaba esa faceta... Y todas las demás en realidad.

De pronto, mirándola mientras volvía su atención al camino y avanzaba de nuevo, un hecho impactó en mis pensamientos como un enorme camión; Me gusta esa chica.

¡Me gusta Jade!

Me gusta su mal humor, me gusta su comportamiento agresivo, me gusta su personalidad intimidante, me gusta besarla...

¡Dios! ¡Me encanta besarla!

Sentí mi corazón latir a una velocidad inusual mientras pensaba en todo eso. No podía seguirlo negando.

Volteé a mirarla de nuevo y me encontré con sus ojos verdes mirándome de vuelta. ¿Está demás decir que esos también me gustaban?

- Me queda claro que eres lenta... Pero aún logras sorprenderme - Me dijo con cierto tono burlón.

Incluso me gustaba su manera ingeniosa de insultarme... ¿¡Cómo podía gustarme que alguien me insultara!?

Cuando mi cerebro comenzó a funcionar de nuevo comprendí la razón del comentario, el auto se había detenido y estaba tan hundida en mis pensamientos que no me di cuenta.

- ¿Ya llegamos? - Miré a mi alrededor.

- Tori... Esto está dejando de ser divertido y comenzando a ser preocupante - Tocó mi frente - ¿Segura que te sientes bien? -

- Si... - La aparté fingiendo que me molestaba que continuara burlándose.

- Bueno... Supongo que nos vemos mañana - Dijo desde su lugar mirándome como si esperara que bajara del auto.

¿Qué le sucede?

Acabamos de besarnos y de dejar una conversación importante al aire y sólo "Nos vemos mañana".

- ¿Simplemente me bajo del auto y ya está? - Pregunté con indignación. Ella me miró con confusión.

- ¿Si? - Preguntó con obviedad.

Ok... Ya sé que cosa no me gustaba de ella; no me gustaba cuando actuaba como si yo no fuera nadie.

Pero probablemente así era... Probablemente yo no era nadie en su extraña y confusa mente.